Capítulo 5
Señora Aidis
Evan
En cuanto entro detallo el lugar centimetro por centimetro, por lo que veo no parece ser un asilo sencillo. Las paredes están cubiertas con un papel tapiz de un azul apagado, el piso es de madera caoba oscura, de los techos de las tres habitaciones que veo cuelgan candelabros color dorado, en la sala en la que estamos puedo detallar una estantería con varios libros. Hay alrededor de unas 8 mesas, en cada una hay de 2 a 3 sillas con respaldo.
En una mesa en el fondo veo como una de las enfermeras toma un juego de ajedrez y rápidamente se lo trae a la mujer que estamos esperando ver. Bella no espera más y tomando mi mano se endereza y tira de mí hacia la mujer esperando. en cuanto estamos a su lado Bella habla aun sin soltarme, lo cual me pone a pensar aunque rápidamente desecho mis pensamientos.
-Señora Aidis, supongo que me recuerda, hable con usted hace 2 noches por teléfono- Bella le sonríe y la saluda. la señora Aidis tan solo la mira confundida como si no recordara nada y creo que es posible ya que apenas contesta el saludo de Bella.
Ella le comienza a sacar conversación pero en medio de la charla la señora Aidis se me queda mirando fijo, Bella sigue hablándole pero nota que ya perdió su atención.
-Arthur, Creí que jamás me visitarias- La señora me lanza una sonrisa triste, no sé qué responder pero el tacón de Bella bajo la mesa indicando que le siga el juego me hace soltar una sonrisa, quiero pensar en una respuesta pero vuelve a hablar - Arthur perdoname por la discusión de hace 2 años- los ojos de la señorita Sophie se vuelven vidriosos- Ya no le veo problema a que estes con ese muchacho, si te veré de vuelta- la voz de la señora aidis se nota angustiada, veo a Bella y su cara me dice todo lo que su boca no. me quedo buscando las palabras correctas que sé que nunca encontraré.
-no te guardo rencor, disculpame tu a mi por alejarme tan repentinamente- tomó su mano sutilmente y sonrió, ella suelta mi mano pero me sonríe nuevamente. voltea lentamente y esta vez habla en dirección a Bella la cual no puede disimular la confusión que brota por cada uno de los poros de su cuerpo
-Muchachita podrías dejarnos solos- le sonríe a Bella la cual frunce su ceño pero luego de que le doy las llaves de mi auto. mantiene la sonrisa mientras ve como bella se retira, en cuanto ella se va, voltea a verme con una expresión neutral.
-¿Qué vienes a averiguar?- la pregunta sin ningún filtro y mi cara dice todo lo que no logra salir de mi boca.-¿No piensas hablar niñato?- La señora Aidis reposa su brazo en la silla con una tranquilidad que me deja casi boquiabierto, sin embargo me controlo y contestó.
-No sé de qué me está hablando, porque no deja atrás la discusión de hace 2 años ya deje a ese muchacho además- Mi voz suena segura pero la señora Aidis se ríe en mi cara sin que pueda terminar de hablar.
-¿Tú te crees que yo estoy tonta niñato?-
-¿Por Favor cómo voy a pensar eso?, Te vengo a visitar para que charlemos, como podria venir aquí por interés- trato de fingir indignación pero se que la ¨tierna¨ señora Aidis no me cree nada
-Niñato no vengas a tocarme los cojones y ya dime que coño quieres que estas interrumpiendo mi novela de la tarde- su respuesta me deja en silencio por unos segundos donde me doy cuenta que esta señora no va a hablar fácil como creía cuando Bella me comentó su edad, con 82 años no pensé que iba a estar tan activa pero lo esta
-Señora cálmese solo veníamos-
-A estafar como todos los de su clase- frunzo el ceño sin entender a que se refiere- ¿o acaso te crees que por vieja una es tonta?- suelta un suplido que acompaña con una cara de molestia
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Promesa
RomanceIsabella, una joven detective de 24 años tiene una mente brillante, lastimosamente la sociedad de su momento no opina lo mismo, por lo cual tendrá que resolver los casos más importantes de la policía sin recursos y sin crédito por su trabajo. amor...