➟Antes de comenzar:
✯Aparte de la protagonista y sus familiares, amigos; o cualquier persona que se me ocurra, el resto de los personajes le pertenecen a Pretty Simple, propietarios de la saga Criminal Case.
✯La protagonista ha sido personificada co...
┈┈➤No pongan la canción hasta que yo diga, ¿Vale? ¡Empecemos! . . .
11 de Marzo; 2016
Las luces mañaneras se reflejaban por las ventanillas e iluminaban todo el avión, obligándome a despertar. Abrí mis ojos parpadeando repetidas veces esperando poder acostumbrarme al molesto brillo del sol, una vez que pude ver las cosas con más claridad, acaricié mi cuello adolorido ya que es difícil descansar en una posición sumamente incómoda. Tenía ganas de subir la persiana de la pequeña ventana y ver a través de ella pero me retracté en el último segundo y me resigné a leer uno de los pocos libros que pude llevarme.
—Buenos días, damas y caballeros. Habla el capitán Roosevelt. Les informo que en unos minutos estaremos aterrizando en Grimsborough. Si miran a su derecha, podrán apreciar su maravillosa vista. Por favor, se les agradece abrochar sus cinturones y permanecer en sus asientos en todo momento. Gracias —habló el piloto mediante el micrófono.
Dudé por un segundo en si hacerlo o no, pero eso me convenció en ver por la ventanilla a pesar de mi terror a las alturas. Cuando aclaró un poco más el cielo, miré hacia el exterior. Y era cierto, es una hermosa vista.
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No tenía dudas, sería un gran lugar para crear mi vida a mi manera.
Tal y como dijo el capitán, nuestro avión comenzó a descender y ya no podía esperar a que mis pies tocaran el suelo. Y tal vez también tengo que dejar de observar hacia afuera antes de que los mareos comienzen a venir. Cuando finalmente aterrizamos, todos bajaron y entramos al nuevo entorno. Era algo grande, sumamente grande, y no transmitía aquella aura deprimente —por si se lo preguntan, en España si pasaba eso—. Pasamos por una pequeña zona la cual se dedicaban a darles un tour por la ciudad a los visitantes, un lujo que yo no me puedo dar ahora, así que sólo tomé un folleto turístico junto con un mapa y voy directamente a la salida.
Digo, tampoco es que no debería irme de exploración; claro que quiero, el rollo es que necesito un lugar dónde me vaya a quedar. Si, ya había dicho que lo tenía todo bajo control; pero si somos realistas, no tengo ni puñetera idea de donde iré a dormir —porque ni modo que me vaya a vivir debajo de un puente :V—.
Sin embargo, había conseguido una pequeña habitación de un hotel que se pudo ajustar a mi presupuesto, está un poco lejos de donde me encuentro; si, pero por fortuna siempre estaban los taxis. Y precisamente se detuvo uno que acababa de pedir. El taxista me ayudó con el equipaje —algo pesado, por cierto— y luego ambos subimos al auto.
—¿A donde la llevo, señorita? —me preguntó.
—Al motel Stone Cold, por favor —respondí y él se sobresaltó un poco.
