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¿Ellos de verdad son solo amigos?

Chifuyu estaba actuando discreto y pensando en base a críticas sociales sobre el comportamiento. Si bien había actos que eran muy obvios y ayudaban a distinguir ciertas características de los demás, él no quería suponer que la forma en la que estaban sus amigos fuese a caer en la homosexualidad solo por estar abrazados.

Muy abrazados.

—Cambia la página—demandó Keisuke, apoyando sus labios sobre el cabello del capitán de una pandilla.

Entre sus brazos tenía atrapado a su compañero, comiendo una paleta y hojeando un manga shonen. Mikey se tomaba la libertad de usarlo como  almohada y disfrutar simultáneamente la presión de las manos de Baji entrelazadas sobre su abdomen.

Nadie les decía nada, por seguridad.

¿Qué loco les gritaría "eso no es muy hetero" sabiendo que ambos daban patadas voladoras?

Era mejor tomar el rol de espectador.

—Mikey-kun se lleva muy bien con Baji-kun—opinó Takemichi

—¿Eso es normal entre amigos?—preguntó, tenía muchas dudas.—Es un poco íntimo estar así...

—¿Celoso, Matsuno?—le molestó el capitán de la cuarta división.—¿Quieres estar en el lugar de Baji o en el de Mikey?

—Kazutora-san, cállese—lo respetaba pero a la vez lo despreciaba.—No se meta.

—Ah, esos dos—Mitsuya suspiró y negó suavemente con la cabeza.—Siempre han sido así.

—¿Cómo así?

El chico que caminaba con estilo se encogió de hombros y reposó contra uno de los grandes troncos que había en el santuario. Meditó en el pasado y se encontró riendo por las cosas que hacían tan solo hace unos años atrás.

—Mikey siempre ha sido dormilón, así que Baji era el que se encargaba de subirlo por todas las escaleras.

Tenía la fiel certeza de que su capitán actuaba solamente para evitarse la fatiga de caminar. Draken era demasiado listo y se daba cuenta, a diferencia de Baji que creía ciegamente en todo lo que hiciera.

—Ya veo...pero Draken-san también lo suele cargar muchas veces.

—Es que Mikey-kun es muy abrazable—determinó Takemichi, abriendo su paleta de cereza.

—Pero...—Chifuyu apoyó ambos codos sobre sus rodillas.—Es la primera vez que los veo así, ¿Hará lo mismo con Draken-san?—se refirió a Mikey.

Los adolescentes que causaban cierta polémica disfrutaban de una lectura compartida, ambos habían cooperado para comprarse el manga, por ende establecieron una hora para leerlo juntos. Unos minutos o máximo una hora bastaría para terminar de leer el tomo.

—No le cambies todavía —Baji lo detuvo, terminó de leer el último globo de diálogo y regresó sus manos a la panza de Mikey.—Ya, ahora sí.

—Lees muy lento Baji.

—Yo si leo, tú nada más andas viendo los dibujos.

—Leo más rápido que tú, por eso acabo antes—con su acostumbrado ego se realzaba sobre la habilidad lectora de su amigo de la infancia.—Ya que estás atrás de mí, rascame la cabeza.

—Piojoso—accedió a la petición.

—Le está haciendo piojito a Mikey-san...—Chifuyu iba comprobando y registrando cada avance de forma mental.

Esas muestras de afecto las trataba de sembrar como símbolo y confianza verdadera en una amistad de muchos años.

—Si tanta curiosidad tienes porqué no vas y les preguntas—Kazutora le dio un empujoncito, pero el chico se negó a ponerse en pie.—Si no vas tú, voy yo

—¡No!

Su capitán pensaría muy mal de él si se enteraba que sospechaba de su orientación sexual.

—Solo son amigos, Chifuyu—corroboró Mitsuya, riéndose por las ideas conspiranoicas de sus compañeros.

—Sí, tiene razón.

Baji tenía muy buen oído, sin embargo estaba muy lejos del resto de sus amigos como para enterarse de las insinuaciones.
Mikey seguía saboreando su paleta, la pasaba de un lado a otro, rozando con sus dientes, el sonido cristalino solo daba a entender que la paleta tenía muy buen sabor.

Chifuyu se determinó en un segundo, era directo. Muchas veces optaba por saber todo desde las sombras, y muy pocas en ir a responderse las incógnitas con el origen de los misterios.

—Voy a preguntarles.

—¿Hablas en serio?—su amigo se impresionó por su valentía.—Que dios te cuide, Chifuyu.

—Fue un gusto conocerte—continuó Mitsuya.

—Oigan...¿Por qué me dicen eso?—tuvo miedo.

¿Le harían algo malo si preguntaba que tipo de relación tenían?

—Tan lindo y tan joven para morir—Kazutora suspiró.—Suerte.

—Exagerados—fue a pasos firmes hasta el dúo lector.

La amistad tenía que dar una respuesta sensata y corta. Chifuyu esperaba recibir alguna mala mirada o un insulto, incluso desatar una pelea, pero no pretendía huir como cobarde, solo quería satisfacer la curiosidad.

Baji-san, Mikey-san...¿Ustedes son pareja?

Joder, no podrían hacerle algo malo solo por una pregunta.

Se plantó frente a ellos, estos le miraron casi al instante, Chifuyu proyectaba una sombra extraordinaria.

—¿Qué pasa Chifuyu?—Baji fue el primero en hablar, seguía reposando el mentón sobre la cabeza de Mikey.—¿Ya te vas?—pensó que la madre del chico lo regañaba por volver pronto a casa.

—Me gustaría hacerles una pregunta—se relamió los labios y buscó más coraje viendo en dirección a sus amigos, estos lo traicionaron haciéndose los locos.

—Ah, ¿Qué pregunta?—Mikey sacó su paleta.

La pregunta de Chifuyu fue respondida antes de hacerla al ver cómo Baji tomaba de la muñeca de Mikey para llevarse esa bendita paleta a la boca.

—¡¡Beso indirecto!!—pensó el pobre chico.

—Oye—Mikey retiró molesto su paleta.—No te invité.

—Ya lo sé—sonrió victorioso, por fin se vengaba de una de las tantas veces que Mikey le comía sus cosas sin permiso.—¿Cuál es tu pregunta Chifuyu?

—Ah, no es nada importante—se disculpó y volvió con los demás.

Keisuke y Manjiro continuaron leyendo como si nada, felices de estar abrazados, y Chifuyu se quedó pensando.

—Definitivamente, son novios—concluyó.

Por eso le iba mal en los ensayos del colegio, porque era pésimo investigando cuando su interés personal se metía de por medio.

Los que se pelean se gustanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora