𝘗𝘢𝘥𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘨𝘢𝘵𝘪𝘵𝘰 ♡ #𝙣𝙤𝙣𝙞𝙯𝙚𝙣

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❝  Quiero un abrazo ❞

Se había puesto sus audífonos, la fuerte música callaba por completo los sonidos externos, los carros y personas y sus mismos problemas parecían desaparecer cuando tenía la música a un alto volumen.

Caminaba a un paso tranquilo, se había ido temprano de la universidad, se perdió las dos últimas clases, sólo se fue, no sabía porque, no había razón, simplemente no soporto estar más ahí y decidió irse.

De hecho duró más tiempo ahí de lo esperado, sólo había ido porque tanizen lo despertó temprano y lo obligó a ir, una sonrisa desdichada se formó en su rostro, era tan patético que no podía mantener su palabra.

Sin darse cuenta estaba frente a la tienda de empeños, miró a los lados confundido, solo estaba caminando sin rumbo ¿Cómo había llegado ahí? La vergüenza se apoderó de él, no quería que Tanizen lo viera, no quería que supiera que nuevamente lo había decepcionado.

Cuando iba a correr para alejarse del lugar la puerta principal se abrió, el se quedó congelado, pero su respiración volvió a ser calma cuando vio que no era su Jefe, si no el "hechicero".

—¡Hey Nonii! ¿Cómo estás?— Juan se acercó a él y lo saludo con su típica sonrisa, tenía en su mano una bolsa con un funko, al parecer venía a completar su colección de nuevo.

Noni le devolvió débilmente la sonrisa, no se podía ni siquiera llamar sonrisa a eso, era una mueca que anhela serlo pero fallaba en el intento, de hecho esa descripción representaba perfectamente como se sentía en ese momento.

—Hola hechicero...—

La sonrisa radiante de Juan fue borrada rápidamente, sabía que algo iba mal, pero también sabía que su amigo era un tonto que no le gustaba decir lo que sentía, pero no podía perder nada intentando. —¿Estás bien? ¿Sucedió algo?—

La respiración de noni era pesada, su cuerpo comenzó a temblar ligeramente y tenía ganas de hecharse a llorar pero guardo todas esas emociones en un cofre como siempre lo hacía. —Yo.. Si, no se preocupe.—

—Noni...Puedes hablar conmigo ¿lo sabes?—

Noni forzó una sonrisa y río apenado, otra vez veía los ojos de lástima que tanto odiaba resivir. —Esto bien hechicero, tengo un gato-

—¿¡Tienes un gato?!— Juan lo interrumpio emocionado, su preocupación se había ido por completo peor no importaba, eso era mucho mejor para él.

Noni asintió varias veces con la cabeza. —Si, se llama Mapache, ¡Y es el gato más lindo del mundo! —

—¿¡Neta?!—

— Neta wey.— Noni habló imitando el acento mexicano que tenía su amigo.

— ¡Debo verlo! ¡Tal vez sea el novio perfecto para pelusa!—

La sonrisa de noni se desvaneció, y negó con la cabeza algo espantado. —No puede hacer hechicero, mi Mapache es muy pequeño y su hijastro pelusa es una gata adulta.—

La sonrisa de Juan también decayó, no mentiría estaba emocionado de ser abuelo pero al parecer tendría que esperar. —Bueno no importa, cuando sea mayor pelusa lo estará esperando.—