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❝ "día tranquilo" ❞

Miraba a través de la ventana del amplio aula, tenía puesto sus audífonos mientras esuchaba canciones a un volumen —sorprendentemente— moderado.

Era hora de receso, todos habían salido del salón dejándolo completamente solo, no le molestaba pero estaba un poco inquieto.

Esos últimos días habían sido tranquilo, raramente tranquilos, pato no iba a buscarlo o lo esperaba para molestarlo y golpearlo como siempre lo hacía, ari, ni hablar de ella, no había venido a clases la última semana, lo único que escucho es que tenía un permiso especial y su hermano había venido a informar sobre su ausencia y también a recoger diferentes trabajos que dejaban.

Extraño.

Bueno importaba, debía sentirse aliviado de que finalmente los constantes acosos hayan desaparecido, ¿no?

En su interior sentia que algo no iba, esto parecía la paz antes de la tormenta.

Aburrido se levantó de su asiento y salió del gran salón de clases, caminaba por los pasillos, habían diferentes alumnos riendo y conversando, otros estaban solos y muchos otros más estaba rodeado de amigos.

Se sentía fuera de lugar, él pensaba que la razón por la que no le gustaba ir a la escuela era por la precencia de cierto par de chicos, pero ahora, que ellos lo habían dejado de pronto en paz... Todo era igual.

Sí, ya no tenía miedo.

Sí, ya no tenía que saltarse clases para evitar quedar a solas con ellos.

Pero seguía con el sentimiento de escapar de ahí, se sentía un completo extraño, se sentía un asulejo mal colocado que dañaba la vista, sentía que no pertenecía ahí.

Tal vez no lo hacía, nunca estuvo en sus manos elegir lo que quería hacer con su vida, desde pequeño le indicaron el camino que debía seguir.

Ser un buen hijo, ser un buen estudiante, ser un profesional, formar su propia familia; eso era todo lo que le inculcaron y todo lo que una vez conoció.

Ser un buen hijo; no pudo cumplirlo, decepcionó por completo a sus padres y apenas cumplió 18 años escapó de su casa sin decirle a nadie, cobardemente huyó por la noche y desde ese momento no los a vuelto a ver.

Ser un buen estudiante; pudo cumplirlo durante gran parte de su vida, era de lo poco que podía sentirse orgulloso, pero igual como pasó con sus padres, no cumplió las expectativas.

Ser un profesional; ¡ja! no hay de que hablar sobre eso, ni siquiera iba a sus clases y cuando iba no le interesaban en los más mínimo, se sentía obligado a ir, a ese paso estaba seguro que terminaría su carrera cuando tuviera 50 años.

Formar su propia familia; tal vez eso sí pudo cumplirlo, claramente no era lo que sus padres tuvieron en mente para él, ellos lo imaginaban junto a un joven hermosa y con varios niños corriendo po el jardín, pero, aún así lo que había obtenido era mucho mejor, no podía quejarse de tener a tanizen a su lado y a mapache como su pequeño hijo.

Tal vez eso era lo único bueno que tenía en la vida, sonaba algo patético pero, ¿cuando no lo era?

Sin darse cuenta había llegado a la puerta de salida, miró confundido a sus costados, ¿cuando había llegado ahí?

𝘗𝘢𝘥𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘨𝘢𝘵𝘪𝘵𝘰 ♡ #𝙣𝙤𝙣𝙞𝙯𝙚𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora