❝ 5 ❞

1.5K 174 56
                                    

⌒⌒⌒⌒⌒⌒⌒⌒
❝ ¡no necesito su ayuda!❞

Habían pasado unos largos veinte minutos, sus lágrimas salieron sin parar durante todo ese tiempo, estás apenas vieron una oportunidad de liberar toda su frustración y tristeza se dejaron escapar, sus ojos estaban hinchados y le ardían un poco, ya no lloraba, ahora solo abrazaba fuertemente a tanizen, no quería separarse de ese abrazo nunca, solo deseaba seguir escuchando los cálidos latidos del corazón de su amigo, se sentía tan seguro y querido en ese instante que no quería que ese momento acabará.

Tanizen palmeo su espalda con delicadeza, su voz era suave, no quería inquietar a su amigo. —Noni... ¿estás mejor?—

Noni estaba nervioso, su tristeza había sido dejada de lado y finalmente su mente había analizado su situación, había llorado como un tonto frente a tanizen...

–No se preocupe, y-ya estoy mejor.— Noni le dedico una sonrisa, los dos se quedaron en silencio unos segundos, solo se miraban, una extraña sensación lo recorrió, una nunca antes sentida, no sabía que era pero le gustaba, era emocionante y aterradora, era tranquila y descontrolado, era confortante pero inquietante.

–¿Quieres ha-

Ahí estaba otra vez, esa palabra que detestaba tanto volvería a ser dicha, no quería, no podía escuchar esa pregunta otra vez, estaba tan sensible ahora que se desahogaria como nunca antes en su vida.

Su mirada se dirigió a su gato que miraba la escena, vio de inmediato una excusa en su querido hijo, un poco de improvisto se separó del abrazo de su amigo y sin dudarlo se acercó a su gatito y lo tomó en brazos con cuidado.

—Mapache te extraño.— Noni se acercó a él e ignoro que había lo interrumpido antes, con una sonrisa dulce le mostró al gato.

Tanizen lo miraba un poco serio, noni estaba nervioso pero no quería demostrarlo, solo quería que lo de hace minutos fuera borrado de la memoria de Tanizen, quería que hiciera que nunca vio su momento de debilidad, porque el noni adulto nunca llora.

El de ojos amatistas acarició cabeza de su hijo y sonrío un poco derrotado, se había dado cuenta de las intenciones de noni, él no sabía cómo hacer una "intervención", no sabía cómo confrontar a su amigo, no sabía cómo expresarle y demostrarle qué podía contarle todo lo que él quisiese, y aunque lo supiera hacer sentía que noni aún así no le diría nada.

—Hola gato sin herencia.—

El gato y noni lo miraron con sorpresa y hasta ofendidos, el pequeño gato maullo enojado como si estuviera reclamando sobre lo que le dijo su papá. —¿Cómo que sin herencia? ¡Es su primogénito!—

—Primogénito sin herencia.—

—Divorcio.—

Tanizen río ante las palabras de su amigo. —¿Quieres ver una película?–

(...)

Los dos se encontraban mirando la película, bueno ni siquiera sabían que película era, no podían prestarle atención por estar mirándose cada cinco segundos.

No es como si estuvieran juntos o abrazados, de hecho cada uno estaba en un extremo del mueble y su gato dormía entre los dos, pero aún así se sentían ten cerca que se ponían nerviosos, pero los dos por razones distintas.

𝘗𝘢𝘥𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘨𝘢𝘵𝘪𝘵𝘰 ♡ #𝙣𝙤𝙣𝙞𝙯𝙚𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora