Capitulo 3

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Grecia - Santuario de Athena siglo XVIII

En la sala patriarcal se encontraban los 12 caballeros dorados arrodillados en frente de la pequeña Athena que estaba sentada en el trono y a su lado derecho se encontraba el patriarca Sage.

Estaban teniendo una reunión sobre la futura Guerra Santa y de que aún no había señales del paradero del Dios Hades. Todo parecía normal y cuando ya se hiba a terminar la reunión todos sintieron dos cosmos divinos.

– ¿¡Pero qué está pasando!? – pregunto alarmado el guardián de la primera casa zodiacal Shion de Aries.

– Son dos cosmos divinos – respondió el guardián de la sexta casa zodiacal Asmita de Virgo – Eso quiere decir que dos deidades han descendido a la Tierra.

Eso sin duda alarmó a todos excepto a Sasha, tenía un vago recuerdo de quienes pertenecían esos cosmos pero no estaba del todo segura ¿Sería posible que fueran ellas? Se levantó del trono dirigiéndose a la estatua de Athena llamando la atención del patriarca y los caballeros eso sin duda los alarmó más y no dudaron en ir tras ella.

– Señorita Athena – hablo el patriarca Sage llamando su atención – ¿Usted sabe quienes son las Deidades pertenecientes de esos cosmos?

– Creo que si – dijo Sasha bastante seria, eso sorprendió a los caballeros pues Sasha se caracterizaba por ser una niña dulce y tímida – creo que son las Parcas – eso sorprendió al patriarca.

– ¿Quienes son las Parcas? – pregunto curioso el joven guardián de la quinta casa zodiacal Regulus de Leo.

– Las Parcas son las diosas del destino. Son tres hermanas hilanderas que personifican el nacimiento, la vida y la muerte – respondió el guardián de la undécima casa zodiacal Degel de Acuario.

–No puede ser – dijo sorprendido el guardián de la séptima casa zodiacal Dokho de Libra – ¿Estás diciendo qué es posible que nos enfrentemos a ellas también?

– Es probable – dijo Degel mirando el cielo estrellado, la constelación de águila brillaba con intensidad – señorita Athena debería regresar a sus aposentos a ponerse a salvo, no sabemos si las hermanas vienen con buenas intenciones.

– No, como la Diosa de la Guerra es mi deber darles la bienvenida a las hermanas a la Tierra – dijo Sasha con una pequeña sonrisa.

– Bueno, esas hermanas se invitaron ellas solitas no se para que quieres darles la bienvenida – se quejo el guardián de la octava casa zodiacal Kardia de Escorpión.

– Yo opino lo mismo – secundo el guardián de la cuarta casa zodiacal Manigoldo de Cáncer – pero si eso quieres allá tú.

– Más respeto ustedes dos – los regaño el patriarca Sage – y presten atención de lo que está pasando.

Los caballeros asintieron y volvieron a mirar muy atentos al cielo, al parecer una estrella se había separado de la constelación de águila y ahora bajaba a gran velocidad dividiéndose en dos en el proceso, sorprendiendo a todos.

Pero lo que más les sorprendió fue ver que los dos fragmentos de la estrella tomaron formas de águilas de hermoso plumaje y parecían que volaban a su dirección.

– Retroceda señorita Athena – dijo el guardián de la novena casa zodiacal Sysyfo de Sagitario, apartando con cuidado a Sasha y colocándola detrás de el – puede ser peligroso.

Las águilas aterrizaron elegantemente frente a la estatua de Athena, los caballeros se pusieron en guardia por si llegasen a atacar, luego las águilas fueron envueltas por una luz dorada cegando sus vistas por unos segundos que para ellos fueron eternos cuando la luz desaparecio las vieron, estaban recostadas en el suelo durmiendo.

Los caballeros dorados quedaron cautivados a ver a esas jovenes, sus pieles blancas y suaves, sus cabellos azabaches largos y lisos, traían puestos vestidos griegos que sin duda resaltaban más la belleza que ellas poseían, pero lo que más les llamo la atención eran los tatuajes que cada una traía en un brazo.

Los caballeros dorados quedaron cautivados a ver a esas jovenes, sus pieles blancas y suaves, sus cabellos azabaches largos y lisos, traían puestos vestidos griegos que sin duda resaltaban más la belleza que ellas poseían, pero lo que más les llam...

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Vestido griego y tatuaje de Aome en el brazo izquierdo

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Vestido griego y tatuaje de Aome en el brazo izquierdo.

Vestido griego y tatuaje de Aome en el brazo izquierdo

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Vestido griego y tatuaje de Kykyo en el brazo derecho

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Vestido griego y tatuaje de Kykyo en el brazo derecho.

– Patriarca Sage – dijo Sasha llamando la atención del mayor – ordene que preparen dos aposentos para las hermanas.

– Como ordene señorita Athena – dijo el patriarca retirándose del lugar.

– Shion y Degel – los nombrados se arrodillaron ante ella – tomen en brazos a las dos jóvenes y llevenlas a dichos aposentos.

Si – dijeron al mismo tiempo. Shion tomo en brazos a Aome mientras que Degel tomo en brazos a Kykyo.

Hermanas del Destino (Harem) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora