Beastmen || Harem

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Paso lo que todos sabíamos que pasaría.

Es xxxx y el planeta tierra ya no puede más, los volcanes hacen erupción los mares se desbordaron y consumieron lo poco que quedaba de tierra.

"El último arca" ese es el nombre del barco en el que estás, el último vestigio de la casi extinta raza humana.

As podido sobrevivir todo este tiempo gracias a tus habilidades pero esto ni siquiera le hacia sentir reconfortada por todo lo que a pasado, su familia, amigos, compañeros incluso tus mascotas se an ido.

—!Sujetense viene una grande¡

Por inercia se sujeto fuerte del barandal.

Una ola monstruo, era enorme, tanto como el doble de un edificio y por un momento en su mente se formo la imagen de que aquella ola viéndolos como simples insectos en un mar de gigantes.

Y lo supiste.

El barco se hundirá cómo el Titanic apenas aquella ola los aplaste, miro a su alrededor.

Mujeres, hombres de diferentes edades tenían en su mirada el terror, todos lo sabían no podrían escapar de su destino al menos no está vez, su mirada se desvío asia dos chicas que al parecer eran hermanas por su parentesco, ambas lloraban abrazándose.

Y sin poder evitarlo sintió pena por aquellas chicas, eran tan jóvenes...apenas y pudieron vivir la vida.

Nadie pidió esto, ella no lo pidió, fue tan buena como pudo en su vida.

Pago sus impuestos como buen ciudadano, ayudo a los ancianos a cruzar la calle, donaba cada año un poco de su dinero a diversas causas por el simple hecho que pensaba que hacía el bien.

Que aunque sea un poco en algún lugar estaba ayudando a una persona que necesitaba del dinero.

Recordo a sus mascotas que ahora esperaba que descansarán en paz en el cielo.

—!AQUI VIENE SUJENTENSE¡

Podías oír a tu lado como alguien oraba y sin poder evitarlo una lágrima escurrió por su mejilla.

Este era su fin.

—Perdona nuestros pecados dios misericordioso y que en el reino de los cielos nos abras tus puertas ho Dios! Amén —La señora beso su cruz apoyándola fuertemente contra su pecho con una expresión de miedo absoluto.

Todo fue en cámara lenta la ola estaba aproximó a estrellarse contra ellos.

Con lo último de valentía en ella miro desafiante la ola, apretando sus dientes con determinación.

Si muere aquí, moriría dando todo de si!!

La ola se estrelló contra el barco destruyendo cada parte de este sin piedad esparciendo sus partes por doquier llevando sus restos a las profundidades del mar como si no fuera nada.

Pocos fueron los cuerpos que flotaron en la tormenta.

Todos habían muerto.

Exepto aquel cuerpo que fue arrastrado por una extraña Luz en medio del mar, hundiéndose más y más en ella.

El último humano había abandonado la tierra de una vez por todas.