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Jeon Jungkook
El sonido incesante del despertador retumba en mis oídos. A demás de despertarme, su tarea, consiste en recordarme que ocho mil empleados depende de mi existencia.
A mis treinta y tres años debería estar acostumbrado. Esta película se repite una y mil veces desde que tengo dieciocho.
Algunos piensas que ser multillonario y éxito es lo máximo, que tienes todos los lujos, conoces todos los lugares del mundo, pero sobre todo, que nos metemos en la cama con las mujeres más hermosas Precisamente es mi gran problema, no hay tiempo para relaciones, ni siquiera fugaces, mucho menos con mujeres.
Tengo algunos secretos, y una vida sexual inactiva. Nunca me he acostado con una mujer, por la mente jamás se me ha pasado tener sexo con ellas. Las pocas relaciones que he tenido han sido con hombres.
Tengo muchas admiradoras, pretendientes, eh incluso, han llegado a especular que he tenido relaciones con algunas famosas, convirtiéndome en el comentario del momento.
Mi vida y todo lo que hago en ella, está sincronizada con el reloj, igual que un robot, el cual han programado para cumplir una función.
Cuando salgo del baño, tres de mis empleados me esperan en la habitación, se encargan de mi vestuario, ponen mis zapatos, enlazan la corbata, el tercero sostiene la charola con mi tasa de café.
Cuando he quedado listo, mi chófer espera en la entrada de la casa, pero no iré en auto si quiero que el día rinda. Esta mañana llegaré a la oficina en helicóptero, el cual espera en la azotea, así evito el pesado tráfico de la ciudad de Nueva York.
Tengo una colección de autos que nunca conduzco, caballos que he montado un par de veces, eh incluso, tengo motocicletas, las cuales he visto únicamente en fotografías que me envió el fabricante cuando estuvieron listas.
Tengo apartamentos en diferentes ciudades, una isla, he incluso, tengo propiedades en mi país de origen. Una mansión de la cual conozco la entrada, la sala, el comedor, la oficina y mi habitación. Cuenta con diez empleados, pero solamente conozco a cuatro de ellos.
Ni hablar cuando voy de viaje, lo hago todo el tiempo. Por lo menos conozco cien países, pero nunca me he quedado más de tres días en uno de ellos. A veces estoy en algunos por horas. He almorzado en la torre inclinada de pisa y cenado en la torre Eiffel en París, el mismo día. Jamás he disfrutado como turista de ninguno de esos lugares.
Esta es la gran vida de un multimillonario exitoso, puedo hablar de cientos de cosas. Confieso que ha habido días que quiero escapar de mí "Perfecta" y exitosa vida, aunque sea un instante. Poder disfrutar de los verdaderos placeres que existen en ella.
Llego a mi oficina, me espera mi equipo de trabajo, el cual está conformado por veinte personas y tres secretarias que caminan detrás de mí. Cada una manejan agendas diferentes.
