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La secretaria de Jungkook entra a su oficina, trae varias bolsas de regalos
—Señor, desde esta mañana le han llegado estos paquetes, muchas personas han estado pendiente de su cumpleaños.
Le habla a la mujer sin quitar los ojos del ordenador—Déjalos por ahí.
—Sus amigos han estado llamando, pero usted no les contesta el celular, los tengo en la línea.
—Dígale que después los llamo.
—Está bien, señor, otra cosa, la señorita Lulu lo ha llamado muchas veces, quiere saber si pueden verse esta noche. Es la sexta vez que le hace la invitación, está pidiendo su número privado.
—Ni por equivocación le dé mi número a esa mujer. Dígale que me fui de viaje a la Patagonia. ¿Mi auto está listo?
—Si señor, el chófer está esperándo
Jungkook va al estacionamiento, cuando trata de subir al auto, un hombre lo empuja yéndose sobre él.
—Oye imbécil ¿Qué te pasa?
El extraño ríe—Esto es un secuestro, Jeon Jungkook—Le mete la mano en la chaqueta, toma su celular.
—No estoy para jueguitos, Namjoon.
—Y nosotros no estamos jugando. Saluda a tu chófer.
—¿Tu también, Ho-seok?
—¡¡Feliz cumpleaños!!
—Bajen del maldito auto. Tengo una reunión, dejen de jugar.
Namjoon le hace la seña del dedo—Te jodes, Jeon
—No sabes los que nos costó hacer esto, para dejarte escapar fácilmente.
—¿Qué pretenden al hacer esta estupidez?.
—Que por un momento olvides tu maniática vida, disfrutes un poco de los placeres que hay en ella.
—¿Cuándo fue la última vez que cogiste? ¿Qué saliste con una mujer?
—No es su asunto.
—Claro que es nuestro asunto, somos tus mejores amigos, nos preocupamos por ti y tu vida sexual.
—Bajen del auto, necesito llegar a esa reunión. Si para ustedes el tiempo no es oro, para mí lo es.
—No te escuchamos. Vamos Ho-seok, llevemos a este maniático al club.
—No estoy jugando —Grita—Bajen del puto auto.
Namjoon se molesta—Por una vez en tu puta vida, olvídate del maldito trabajo. Como vas, no llegarás a los cuarenta años. Estas todo el maldito tiempo trabajando, has olvidado a tus amigos. Así que hoy quiero que cojas, que tengas sexo, que nos embriaguemos y celebremos tu cumpleaños. No todos los días se cumplen treinta tres.
