𝐘𝐎𝐔𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━━ aegon iii targaryen

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EL VIAJE A DESEMBARCO DEL REY había sido agotador, pero la belleza de la ciudad eclipsó cualquier cansancio que Vaerys pudiera haber sentido. A pesar de su corta edad, sus ojos se llenaron de asombro al contemplar la majestuosidad de la ciudad, era una niña de ocho años con una sabiduría y una apreciación por la belleza que desafiaba su edad.
Antes de partir hacia Desembarco del Rey, había escuchado a sus padres hablar sobre el rey Aegon III, saber que era un joven de su misma edad la llenaba de emoción, su padre iba a ser la Mano del Rey, y ella albergaba la esperanza de convertirse en amiga del joven rey, después de todo, ambos compartían la sangre valyria.

Los aposentos asignados a Vaerys eran hermosos, cada mañana, un rayo de luz bañaba su rostro, marcando el comienzo de un nuevo día lleno de felicidad y positividad. A sus dieciséis años, su belleza había sido elogiada por muchos. Sus rasgos delicados y definidos habían atraído a muchos pretendientes, pero Violet siempre se había resistido. Quería un amor verdadero, como el que sus padres habían compartido.

Vaerys era una joven inteligente, cuya sonrisa siempre destacaba en la corte. Desde pequeña, siempre supo que su destino sería grande. Aún no sabía qué sería, pero confiaba en que el tiempo lo revelaría. Por ahora, se concentraba en su bordado y en ser una dama. Sabía que pronto conocería al amor de su vida, y quería estar preparada para recibirlo.

La casa Drageni tenía una peculiaridad, o quizás una maldición: al encontrar a su verdadero amor, este sería hasta la muerte, se decía que Zhaeron Drageni, uno de los primeros Drageni que se estableció en Valyria, hizo un pacto con un ser que dominaba el corazón y el amor. Prometió que cada descendiente de los Drageni entregaría su corazón a su alma gemela y estaría dispuesto a morir por ella. Esta peculiaridad era vista como una maldición, ya que varios ancestros de la casa Drageni habían muerto al no ser correspondidos por su alma gemela. Pero también era una cualidad, ya que nunca había existido un bastardo proveniente de esta casa. Un Drageni que ama, nunca se involucraría con alguien que no fuera su alma gemela.
A Vaerys le encantaba pasar el día en el jardín, tomar un poco de aire mientras avanza en su bordado le hace sentirse en paz. Por lo general sus días eran bastante aburridos, no habían doncellas de su edad con las que pudiera mantener una conversación, sus únicos amigos eran los libros.
━Dioses, mi bordado jamás había quedado tan hermoso.━ Murmuró observando el bordado que había hecho, una sonrisa decoraba su bello rostro totalmente orgullosa de su creación.
━Concuerdo con usted, lady Vaerys.━ Una voz que no conocía le hizo dar un pequeño saltito del susto.
━A-alteza, disculpe no sabía que estaba aquí. Ya mismo me retiro, nuevamente disculpas.━ Hizo una pequeña reverencia totalmente sonrojada.
━Oh no, no se preocupe. Creo ser yo quién debe pedirle disculpas por alterar su paz, anteriormente le habían visto en este jardín y supuse que sería su lugar favorito. Por cierto, ya debe saber pero su bordado es hermoso, debe estar muy orgullosa de ello.━ El rostro del rey se mantenía serio, pero sus manos temblaban y violet logró notar aquello.
━Muchas gracias, alteza y si, efectivamente es mi lugar favorito. ¿No cree usted que es un lugar muy tranquilo y hermoso?━ Por primera vez Violet logró ver una pequeña sonrisa asomarse en los labios del rey.
━Ya veo, creo que es perfecto para salir de la rutina y sentir un poco de paz. Bueno mi lady debo retirarme, espero disfrute de su día.━ Y con ello el rey se marchó, dejando a la pequeña violet con mil emociones a flor de piel.
Habían tenido su primer encuentro y ninguno de los dos olvidaría aquella interacción.
Aegon había sufrido desde pequeño y aquello lo atormentaba hasta el día de hoy, pero hoy cuándo hablo con aquella señorita sintió algo que jamás había sentido. Sus manos sudaban y por primera vez se encontraba nervioso por la presencia de una dama, se trataba de Vaerys. Le había visto con anterioridad en aquel jardín pero jamás había tenido la oportunidad de hablar con ella y sólo le observaba de lejos cómo un depredador.
Aquella jovencita era la única hija de quién ocupaba el puesto de mano del rey, hace poco había fallecido su esposa jaehaera. Jamás sintió amor por ella, más bien sentía rechazo pues llevaba la sangre de quiénes habían humillado y asesinado a su madre Rhaenyra.
Aegon era inteligente, lograba ingeniar planes y estrategias en segundos, de igual forma cuando algo se le cruzaba por la mente no había quién le hiciera olvidarse de aquello. Él necesitaba una esposa y que casualidad que la pequeña drageni aún no encontrara el pretendiente adecuado, pronto hablaría con el padre de la joven después de todo nadie se puede negar al rey.
━Cregan, haz que venga sir Edaerys, tengo unos asuntos que tratar con él.━ aegon pidió a su fiel servidor.