El hospital (Law x Luffy)(Lawlu)

Un dulce gesto.

si, s-son....eso - se limito a responder ahora desviando su mirada -

e-entonces compraste esto - miro por un momento el lubricante y los condones que se encontraban sobre la cama al lado de aquella bolsa color negro para luego volver a mirarlo y seguir - para que si volvíamos a hacer eso...no me doliera y así poder cuidarnos al hacerlo?

y-yo...si...no quiero que pienses que era por que quería hacer algo mas sin tu consentimiento o estaba imaginando cosas extrañas, yo solo...compre eso por si acaso - el moreno masajeo sus ojos con su cabeza hacia arriba, otro intento por calmarse que obviamente no funcionaba, el estaba de pie cerca de la puerta pero alejado de luffy quien estaba sentado en una de las orillas de la cama con su rostro notablemente avergonzado, un poco dudoso el pequeño pelinegro se puso de pie con aquellos objetos en sus manos y se dirigió hacia el moreno quien solo podía observarlo con miedo oh...ahora si estaba en problemas.... -

s-si torao compro esto pensando en cuidarme...- hablo con evidentes nervios a la vez que lo tomaba del dobles de su abrigo para luego acercarlo hacia el - supongo que no debo desaprovechar el gesto - termino de hablar mirándole con dificultad dándole una gran sorpresa al mayor, las mejillas de ambos en cuestión de segundos tomaron un tono rojizo con algo de intensidad - Mis hermanos están en el pueblo con Dadan y makino, seguramente estarán bebiendo y se demoraran así que....

Eso quiere decir...que tu q-quieres...? - dejo la pregunta al aire sin poder completarla el ambiente empezaba a cambiar notablemente y las ganas de besarsen incrementaba para ambos, el monito con vergüenza desvió su mirada asintiendo con lentitud a lo que el ojeroso lentamente tomo su mejilla y le obligo subir su cabeza y su mirada con ella, sin hacersen esperar unieron sus labios empezando un beso fogoso, Law fue desviando su besuqueo por el cuello del menor haciéndole sentir escalofríos por su espalda hasta el lugar de sus toques, con cuidado quito de las manos de luffy aquellos objetos que había comprado no hace mucho, volvió a besarle sus labios con desespero y pasión cosa que el menor correspondía de la misma manera aunque tuviera un poco de dificultad en ello - seguro? - pregunto cortando el beso y mostrando como en una de sus manos sostenía la tira de condones y el lubricante -

Totalmente - hablo decidido con rapidez y sin darle tiempo a reaccionar volvió a besar al ojigris quien le siguió sin negarse en lo absoluto, con pequeños pasos fueron dirigiéndose a la cama en donde ya una vez habían unido sus cuerpos - Torao...tu abrigo... - murmuro entre besos y leves jadeos - quítatelo

Como digas - contesto volviendo a besarle mientras empezaba a quitar su abrigo y por otro lado cierto pelinegro no se quedaba atrás le besaba y acariciaba como podía ya que el contrario no podía al tener sus manos ocupadas con su abrigo, el menor pasaba sus manos por su cuello, por sus mejillas y su nuca agarrando esos pequeños mechones de cabello que alcanzaba a agarrar, al poder liberarse de aquella prenda Law por fin pudo volver a tocar al monito y besarlo mas cómodamente sin dejar de acercarsen con leves pasos a la cama, se sentía tan jodidamente bien acariciar su cuerpo, el calor que de ellos emanaba y como sus pieles parecían quemar con la mas mínima caricia que podían darsen en ese acalorado momento, el ojeroso besaba y chupaba sin pudor alguno al contrario, por su cuello, mejillas y mandíbula con esto solo hacia que la excitación para ambos empezara a aumentar con el paso de sus toques y besos, sin poder contenerse Luffy con sus manos comenzó a toquetear el pecho de su mayor y dios! como le empezaba a gustar hacer eso! los temblores acompañaban su cuerpo y los jadeos salían de su boca con frecuencia, al llegar a la cama con cuidado Law fue recostando al menor acomodándolo en la mitad de la cama para luego el colocarse encima de el dejando sus piernas a los costados del monito, estaba acorralado pero en ese momento no le parecía malo en lo mas mínimo, el ojeroso besaba y chupaba el cuello del menor mientras sus manos toqueteaban por debajo de la camisa el pecho y el abdomen del pequeño, sus jadeos salían y de vez en cuando pequeños gemidos en voz baja se hacían escuchar.