Tus órdenes debo cumplir

Maldición Segunda parte

El tema no se tocó más, a la hora de la cena Lan Wangji y Wei Wuaxian no se presentaron al comedor, Lan Qiren los excuso diciendo que Wei Wuaxian no se encontraba en condición de salir de su habitación, lo cual no era una mentira, Wei Wuaxian aún no se sentía preparado para ver a los Jiang.

En la comodidad del Jingshi Lan Wangji cuidaba del estado del otro, el de ojos plata estaba recostado sobre la cama, estaba de lado, mostrando la espalda a cualquiera que lo viese, con delicadeza se acercó.

- Wei Ying, trajeron la cena - se acercó unos pasos a la cama

- Mm... - Wei Wuaxian cambio de posición, ahora su cuerpo estaba viendo totalmente hacia el techo, con pesadez levantó ambos brazos y sus manos se abrían y cerraban, quería que Lan Wangji lo cargará - Lan Zhan... Por favor -

- ...Agh... - Lan Wangji solo suspiro, camino para quedar justo en el borde, coloco los brazos que estaban en el aire sobre sus hombros, una de sus manos sostenía la espalda mientras la otra hacia de soporte justo sobre los muslos, sin esfuerzo alguno Lan Wangji cargó a Wei Wuaxian, camino hasta la mesa enmedio del Hall, suavemente se sentó y dejó que Wei Wuaxian se acomodara entre sus piernas, una vez así, empezaron a comer, mientras comían Lan Wangji vio que el rostro del otro chico hacia muecas, así que le preguntó - ¿Ocurre algo malo? -

- No... Es solo que para mí paladar la comida no tiene nada de sabor... Tal vez sea porque antes en Yunmeng mis comidas siempre llevaban una cantidad abismal de especias y picante, tal vez es que mi paladar ya no distingue comidas sencillas sin mucho condimento... -

Lan Wangji miro con tristeza a su amado, el brillo en los ojos grises se hacía tenue, su mirada en el plato de comida era fija y sin intención de mirar otro lado.

Durante dos días seguidos Wei Wuaxian evito por completo encontrarse con la familia de morado, si los escuchaba caminaba en otra dirección, si los veía a lo lejos se escondía detrás de lo primero que viera, pero, no importa cuánto trates de evitar las cosas, el destino siempre llega.

Durante la hora del desayuno Wei Wuaxian degustaba sus platillos tranquilamente junto a la familia principal, durante el tiempo que los Jiang se quedaban, nunca aparecían a la hora del desayuno, por lo que Wei Wuaxian se sentía seguro en el comedor a esa hora, sin embargo, ese día algo cambio, los Jiang entraron por la puerta principal luciendo tunicas lilas y sus famosas y eficaces campanas de plata, saludaron a todos los presentes y caminaron hasta la mesa de la línea principal, en un intento de esconderse, Wei Wuaxian bajo la cabeza dejando que sus cabellos cubrieran su rostro.

- Buenos días Qingheng-Jun, maestro Lan Qiren, ZéWú-Jūn, joven maestro Lan Wangji - Jiang Yanli saludo con cortesía - ¿Podríamos nosotros sentarnos con ustedes?, No hay más lugares en el comedor -

Lan Qiren miro discretamente al rededor, efectivamente no había más lugares disponibles

- Supongo que no habría problema con eso, pero les pediré absoluto silencio, a mi discípulo le molesta el ruido - Con un movimiento de ojos Lan Qiren le indico a Wangji que evitará que los Jiang hablarán con Wei Wuaxian.

- Oh, no lo habíamos visto, mis disculpas joven... - Jiang Yanli espero a que el joven respondiera, pero solo obtuvo silencio -

- Por favor, no lo fuercen, aún está recuperándose de un evento traumático -

- Ya veo... Mis más sinceras disculpas, no estaba enterada -

Wei Wuaxian comió lo más rápido posible, en ningún momento levantó la mirada, solo apretaba la manga de sus tunicas, la fuerza fue suficiente para hacerlo sangrar, al darse cuenta de las manchas en sus mangas alzó las manos para ver mejor la herida, sin embargo, Qingheng-Jun vio la situación y habló -