Taehyung se acercó lentamente al pequeño y con el corazón doliendo trato de tranquilizarlo.
-"Pequeño... No te haré daño."- Susurro con notable angustia en su voz.-" No vengo de parte de ese hombre. Sufrí una emboscada de camino aquí, su ejército trato de asesinarme."
Jungkook abrió sus ojos para verlo e inmediatamente se preocupó. Había visto sus heridas y alguno que otro hematoma que adornaba su cuerpo, pero no pensó que fuera por algo así. Creyó que se había echo daño con las piedras del río.
-"Estás bien? Que paso?"- Le pregunto angustiado. La preocupación inundando su cuerpo y su Omega chillando en su interior por el alfa.
-" Estoy bien, Omega."- Aseguró para tranquilizarlo, su olor a angustia ponía ansioso a su alfa.-" Soy Kim Taehyung, Alfa Real. Vine a este pueblo por un asunto muy importante. Al parecer eso llegó a oídos del Alfa de la manada y mando a que me emboscaran."
Jungkook al escuchar de quien se trataba palideció. Tomó distancia y se arrodilló en el piso haciendo una reverencia.
-" Por favor, perdoné mi indolencia. No fue mi intención amenazar al líder."- Pronunció de forma atropellada.
Taehyung le observó atónito y se apresuró a levantarlo. Su Omega jamás se tendría que humillar de esa manera. Eran iguales, era su pareja para liderar mano a mano las manadas del mundo.
-"No! Omega levántate, no tienes por qué hacer eso. Somos iguales!"- Dijo con seguridad. Su pareja no debía arrodillarse ante nadie, ni siquiera ante él.
-" Líder, le falte el respeto! Por favor ruego no me maté."- Murmuró al borde del llanto. Tenía tanto miedo, no sabía que ese alfa era el líder, solo conoció a quien supone es su padre. No estaba al tanto de lo que pasaba fuera del bosque.
-" Omega, escúchame. Tengo que pedirte por favor si tienes alguna manera de comunicarte, necesito llamar a mis padres o alguien del castillo para que vengan a buscarme."
Jungkook asintió enseguida, tenía un teléfono móvil para emergencias, se lo había conseguido la anciana con la que vivía. Pocas veces lo usaba, por no decir nunca.
Corrió hasta su habitación dejando al alfa en la sala, busco con desespero dentro de la mesa de luz hasta por fin dar con él. Yendo devuelta a la sala se encargó de prender el aparato y se lo ofreció al alfa.
Taehyung tomo el móvil y marcó el número de su padre, se lo sabía de memoria y estaba seguro de que le atendería. Luego de hablar por una hora con su padre y explicarle lo ocurrido término la llamada asegurándose de que habían rastreado la llamada.
Su padre le informó que llegarían por el en aproximadamente tres días y que se cuidará. Por nada del mundo podría moverse de donde estaba.
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Cinco días después de la llamada con sus padres TaeHyung se encontraba nervioso, tenía poco tiempo para explicarle a JungKook que eran destinados. El menor parecía no estar al tanto de esto, TaeHyung no entendía por qué, se supone que su lobo tendría que haberle dicho.
Vio a JungKook por la ventana de la cocina. El Omega era sin dudas un ángel, un ser tan etéreo e impresionante. No podía creer lo afortunado que era y no le iba a alcanzar la vida para agradecerle a la madre luna por ese ser tan hermoso que le dio como destinado.
En esos cinco días se encargó de ganarse la confianza del Omega asustadizo, le ayudo en todo lo que pudo y le hablo de su vida en el castillo.
Fueron días maravillosos conociendo a su Omega, cuanto más le contaba esté detalles de su pasado, y el cómo terminó viviendo aislado, más quería venganza. No iba a parar hasta hacer pagar con sangre a esos bastardos. Nadie que le haya hecho mal a su Omega iba a salvarse de su furia.
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Mañana trataré de publicar un capítulo entero. Disculpen si la historia no tiene mucho sentido, no esperaba que la leyera tanta gente.
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