Los días pasaron rápidos, su padre había mandado a sus guardias mas fieles a por el. Su pequeño Jungkook estuvo muy asustado cuando aproximadamente 100 guardias rodearon su humilde morada, lo había intentado tranquilizar pero había sido una misión imposible.
El pequeño omega había entendido que no se iba a poder separar del alfa debido al lazo que unía a su parte animal, a el realmente no le molestaba eso, mientras más lejos este del alfa de su manada, mejor.
Su alfa le había explicado a detalle que eran destinados y que tendría que acompañarlo al castillo, menciono que de no ser así el lobo del mayor podría volverse demasiado agresivo y regresaría por su omega. Eso era un peligro ya que no sabían si el alfa de su manada aún lo estaba buscando.
El viaje al castillo fue largo y tedioso para el pobre omega, estar rodeado de tantos alfas le ponía los pelos de punta. No se separó del alfa mayor en ningún momento.
Llegaron a su destino aproximadamente 3 días después de salir de la pequeña cabaña del omega, los padres y hermanos del alfa lo esperaban en la entrada y eso le provoco un pequeño ataque de pánico al omega, pero su alfa supo tranquilizarlo rápidamente.
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-Entonces... Jungkook, verdad? -Dijo de manera incomoda la madre del alfa.
Ver a su hijo con un omega prendido como garrapata le resultaba bastante chocante y a la vez muy gracioso, el omeguita era una bolita sonrojada de ternura.
-Si, mi señora- Respondió en un susurro el pequeño. Rápidamente se dio cuenta de su falta de respeto y asustado se despego del alfa para hacer una reverencia hasta el piso.- Lo lamento su majestad, olvide completamente mis modales, le ruego perdone mi ofensa hacia su persona.
Los presentes en la sala jadearon sorprendidos, la matriarca de la familia Kim no se lo podía creer, el omega de su hijo no tenía que inclinarse ante nadie, el estaba por encima de todo.
-Cariño, levántate.- Dijo el alfa mientras tomaba de forma suave su brazo para ayudarle.- Ya hablamos de esto omega, no debes de inclinarte ante nadie, las personas deben inclinarse ante ti, eres mi omega, mi destinado y por lo tanto, mi igual.
-Alfa, es su madre y por lo tanto merece absolutamente todo mi respeto.- Dijo firme el omega.-Mi señora, lamento que me conozca en estas circunstancias, los lugares con personas nuevas me provocan ansiedad y el olor de su hijo me tranquiliza. De nuevo, reciba mis disculpas por la fata de respeto a la familia real.
-Nada de eso, omega. Eres la pareja de nuestro hijo, y por ende, parte de la familia.- Menciono el patriarca de la familia Kim.- Eres un omega muy respetuoso, tus padres deben de estar muy orgullosos de la enseñanza que te han dado.
El ambiente rápidamente paso a ser tenso, el omega quedo tieso en su sitio y el alfa se tensó visiblemente. Los ojos del pequeño omega se llenaron de lagrimas, el recuerdo de su difunta familia siempre lo ponía mal, su lobo aullaba de forma dolorosa llamando a su alfa. A su lado el alfa se removió incomodo, su lobo rasgaba su pecho para que le deje salir a destrozar a quien hizo sentir mal a su omega.
-Mi familia falleció cuando tenia 16 años, señor. Pero estoy seguro de que están muy orgullosos del omega en el que me he convertido.- Dijo sintiendo como el nudo en su garganta se volvía mas pesado.
El patriarca de la familia se arrepintió automáticamente de lo dicho, le pidió disculpas de todas las formas posibles y el omega le aseguro que todo estaba mas que bien. El tema de su familia ya no era tan doloroso como al principio, aprendió a vivir con su dolor y mitigarlo un poco.
Charlaron y se conocieron un poco más, el omega les contó su fatídica vida desde el momento en el que quedo huérfano y el como pudo escapar de ese infierno para vivir de forma tranquila con quien consideraba su nana, les contó como esta había fallecido hacia unos años, ya estaba viejita y quería descansar. Descubrió que el alfa tenia 5 hermanos, 4 varones alfas y un varón omega, tres de los alfas ya estaban casados y tenían hijos, el otro estaba comprometido con una linda omega. El omega tenia una relación ya de un año con un alfa perteneciente a la guardia real y planeaban mudarse juntos a fines de ese año.
La familia del alfa le agradó totalmente, tenía unos padres amorosos, unos hermanos muy unidos y el ambiente dentro de el castillo era totalmente hogareño.
Sentía un poco de nostalgia, su hogar antes del accidente también era hogareño, su madre horneaba galletas los fines de semana y preparaban un picnic todos los domingos, ese era el único día que su padre estaba totalmente libre de trabajo. Su madre era la doctora de su manada y su padre trabajaba como contador del alfa de la manada a la que pertenecía, por ese motivo fue que el alfa se ofreció a acogerlo en su casa, o bueno, eso pensaba al principio, luego descubrió que era por que su hijo estaba totalmente obsesionado con el omega y planeaba casarse con el apenas cumpla sus 18 años.
El omega agradecía que su alfa fuera bueno, era caballeroso y muy paciente con el, su omega se sentía protegido a su alrededor y no podía evitar desprender su aroma a manzana verde y caramelo.
Poco a poco el cansancio se apodero del omega y el alfa les informó a su familia que se retiraría con su omega a descansar en su habitación.
Llegando ahí el alfa le ofreció un cambio de ropa para dormir ya que las maletas del omega aún estaban en el primer piso. El omega encantado lo acepto y paso al enorme baño del alfa, fácilmente su casa entera cabria dentro de ese baño. El omega se aseo y salio del baño para permitirle al alfa hacerlo también, mientras el alfa estaba dentro del baño su omega tomo el control de su cuerpo y en unos minutos ya tenía un nido muy cómodo y con el rico olor de su alfa. El omega entro al nido y se encargo de mezclar ambos aromas para hacer del nido su lugar seguro.
Cuando el alfa salio se extraño al no ver a su omega, se preocupo cuando pensó que había bajado solo y se podía haber perdido. Se encargo de colocarse sus pantuflas y cuando se disponía a salir de su habitación escucho un ruidito en su sala de estar, avanzó hasta ahí y vio lo mas tierno que sus ojos hayan visto antes, su omega, su pequeño omeguita se encontraba en el centro de un nido hecho con sus mantas, cojines, almohadas y algunas prendas de vestir. Estaba abrazando su almohada y ronroneaba cual gatito. Su alfa se volvió loco, quería ir con su omega y darle seguridad con su aroma, quería velar sus sueños y que el omega descansara sobre su pecho.
Le solicito permiso a su Omega y se recostó en el nido junto a él. Dándole un beso en la frente de buenas noches se dispusieron a dormir abrazados.
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Hola, disculpen que tarde como 6 meses en publicar otro capítulo. Espero que les guste ❤️
