El tiempo junto a su alfa pasaba rápido, pronto se cumpliría un mes de estar en el castillo junto a Taehyung. Habían acordado empezar el cortejo cuando el alfa resolviera el problema con el líder de su antigua manada, Jungkook estuvo de acuerdo en esto. Pensaba que era bueno utilizar ese tiempo para conocerse más con el alfa y aprovechó para retomar sus estudios. Se llevaba de maravillas con la familia del alfa, solía salir de compras con su hermano omega y cocinar cosas deliciosas para todos los integrantes de la familia, Taehyung le había dicho que no era necesario que cocinara, que tenían chefs que se encargaban de eso pero el omega no estaba de acuerdo, no quería sentirse inútil en ese lugar, por lo que convenció al alfa para que le dejará un espacio para el en la cocina. No pasaba mucho tiempo ahí debido a su nueva agenda, las clases consumían gran parte de su mañana, por la tarde tenia clases privadas de etiqueta y cosas relacionadas con su futuro puesto al lado de su alfa, y cuando el alfa se desocupa salen a tomar el té en el jardín o a pasear por los alrededores, a veces a caballo y a veces solo a pie y tomados de la mano.
Su vida cambió bastante, conocer a su alfa marcó un gran antes y después en su vida cotidiana. Pasó de estar aislado y viviendo con el constante miedo a ser encontrado, a vivir con seguridad y sentirse totalmente protegido por su adorado alfa. Ya no tenía miedo al irse a dormir, ya podía relacionarse mejor con las personas de jerarquía alfa, ahora se sentía renovado y agradece inmensamente a la madre luna por el destinado que le tocó. Su vida se sentía en completa armonía y no podía estar más feliz con todo el cambio.
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Taehyung no podía evitar sentirse estresado. El no tener el tiempo que desea con su omega lo tiene al borde de una crisis, sabe que aún falta una semana para por fin enviar a la cárcel a varios miembros de la antigua manada de su omega. Tenía que encargarse de decretar nuevas reglas y leyes en el lugar y conseguir a un líder digno y de confianza, esto último no lo preocupaba, sabía exactamente a quién poner en tal cargo.
Estaba seguro de que Min Yoongi, su guardia real, y Kim Jimin, su hermano omega, serían unos buenos líderes para esa manada, los guiarán de forma justa y solucionarian todas las necesidades del pueblo.
Aún no se lo había dicho a su omega, no quería que se preocupe con el tema, sus padres, su cuñado y su hermano ya estaban al tanto de todo así que no había necesidad de preocupar a su dulce destinado.
Taehyung se encontraba en su oficina cuando una inquietud lo embargo, algo pasaba con su omega y los gritos que pudo escuchar después se lo confirmaron. Saliendo de ahí y bajando las escaleras se encontró con algo que le hirvió la sangre. Su omega, su precioso destinado, se encontraba en el piso con su delicada mejilla roja y sangre saliendo de su boca, frente a el se encontraba la causante de las lesiones en su omega, la insoportable Lee Sojin.
Sojin es una omega totalmente obsesionada con el, hija de un guardia real y de una de las mejores amigas de su mamá. Su obsesión por el empezó cuando su madre bromeó hace unos años con que se casarían, la omega pensó que tenía la gracia de su madre y desde entonces no hace más que acosarlo y hostigarlo todo el tiempo. Nunca tomó medidas drásticas sobre ellas por el respeto a sus progenitores, pero en este momento su lobo solo pensaba en las mil maneras en las que torturaría a la insolente omega por dicha falta de respeto sobre su destinado.
-Pregunte, quién te crees maldito sirviente para no obedecer una orden de la luna real?- Le dijo mientras sostenía su cabello de forma agresiva.
Su pequeño omega chillo de susto y sus lágrimas brotaban sin parar. Eso a Tae lo volvió loco.
-¿Qué mierda crees que haces, Sojin? ¿Quien carajos te crees para tratar de esa forma a tu luna?- La voz de Tae salió tan grave que ambos omegas se encogieron y eso solo sirvió para enojar más a su alfa, por culpa de esa omega, su omega se encontraba asustado de él. No dejaría pasar tal ofensa.
-Alfa, este omega maleducado empezó, me falto el respeto al no querer traerme un café he insinuar que era algo tuyo- La omega inmediatamente se intentó acercar al alfa, pero este no se lo permitió tomándola de forma brusca por el cabello. Su paciencia estaba totalmente agotada, ya no le importaba que fuera omega o hija de personas cercanas. Nadie tenía derecho a maltratar a su delicado omeguita.
-No te pregunte eso, Sojin.-Dijo el alfa entre dientes, le costaba mantener a su alfa controlado, no quería que su omega le tuviera más miedo.
La omega temblaba de miedo, jamas habia visto esta parte del alfa. Estaba segura de que el alfa y ella estaban destinados a gobernar juntos. Pero ahora viendo como se puso el alfa por el omega ya no estaba tan segura.
-Alfa, por favor, tengo miedo y me duele.- La voz del omega se escuchó y el no dudo en lanzar a la omega a los pies de un guardia que apenas iba entrando.
-Encierrala en el calabozo especial.-Dijo el alfa con voz fría.
-Si, señor.
Apenas el guardia se fue con una Sonji totalmente histérica y rogando perdón y misericordia por sus actos. El alfa socorrió a su omega y ordenó que se le avisará al médico real que lo esperaban en sus aposentos. Cargo a su omega y subió las escaleras, se encargó de impregnar con su olor para ayudarlo a tranquilizarse. No pasó mucho para que su madre entrará al cuarto de forma abrupta y reclamando por el encierro de la chica, eso hasta que se percató del estado del omega.
-Hijo, ¿Qué pasó? ¿Sojin hizo ésto?- La alfa no podía salir de su asombro, la imagen de niña dulce que tenía de la hija de su omega se resquebrajó un poco y supo que no podía hacer nada para ayudar a la chica, lo que hizo fue una falta que se pagaba con la vida. Atacar a la Luna Real era considerado un acto de traición y era imperdonable.
-Madre, sal de mi habitación. Mi alfa se encuentra en estado de alerta y no dudara atacarte si continuas aquí.- Las palabras del alfa se escuchaban ahogadas, estaba claro que estaba luchando con su alfa por el control.- Mañana hablaremos del tema, convoca a los padres de la omega y diles que los quiero aqui para mañana.
La omega salió de la habitación y acato las ordenes al pie de la letra. Se comunicó con su amiga y su esposo, ambos estaban totalmente sorprendidos de que su líder los convocará al palacio real pero no pusieron resistencia alguna. La alfa sintió una profunda pena por su amiga, no quería perder su amistad y lealtad por esto pero sabía que era imposible que las cosas fueran iguales luego de que el líder dictara su castigo.
