•Capítulo 8•

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                         Maratón 4/4


Un lobo de pelaje dorado observaba con detenimiento el cómo aquellas personas entraban sonrientes junto a un niño a aquella cabaña.

Giró en su lugar y emprendió carrera hasta su manada, haciendo crujir las ramitas y hojas secas bajo sus patas. Escucho las risas y voces de los cachorros y habitantes de aquella manada, entró por la entrada principal de la aldea y se dirigió rápidamente hasta la casa del alfa de la manada.

— Hyunjin..

El lobo se transformó y recibió con una sonrisa la manta que el esposo de su líder le ofreció.

— Señor, lo vi, estaba junto a un chico y un niño, llegando del pueblo más cercano de humanos.

Kensoo frunció el seño y dejo escapar un gruñido, asintió en dirección a su mensajero y éste se retiro en dirección  a su hogar.

— Minho no entiende lo que significa la palabra prohibido, así que apesar de ser mi hijo no se lo haré entender de forma gentil.

SungChan se preocupó por lo dicho, estaba molesto con su hijo, pero eso no quitaba que se preocupara por él,  sabía que los castigos que su alfa establecía no eran del todo amables.

— A lo que llegamos por ti Minho...


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—¡No, me haces cosquillas!

El pequeño castaño intentaba liberarse de las manos de su profesor, quién lo tenía contra el sofá y él, haciéndolo cosquillas en la zona de su abdomen y costillas, ambos riendo felices por el momento alegre.

— Minnie, ahora vuelvo, necesito corroborar algo.

Minho no dio el tiempo para que el peli marrón respondiera, salió de la cabaña tomando un abrigo y comenzó a caminar por los alrededores del lugar, percibiendo un dulce y conocido aroma entre los árboles y arbustos cercanos a la cabaña, no sabía como no se había percatado de aquel aroma en el momento que llegaron.

— Mi padre no acepta un no como respuesta...

Dentro de la cabaña, Seungmin había comenzado a hacer la cena, esta vez cocinaria para tres personas y no solo para dos, sentía la felicidad desbordar por su pecho al saber que estab cuidando de un niño que vivía bajo el maltrato diario de sus propios padres, estaba feliz por ayudarlo pero el saber que posiblemente los padres del pequeño lo enfrentarían con furia lo atormentaba.

— Me gusta estar con usted profesor Minnie...

Kim miró momentáneamente a Sunoo, quien con ayuda de él había subido a la silla de la barra, mirando cómo su mayor cocinaba.

— Usted tiene una sonrisa en su rostro siempre, huele a dulces y es cálido, mis padres no son así — Seungmin borro su sonrisa — ellos me gritan cuando llegó a casa o simplemente no me dejan entrar a ella, siempre huele feo, como a plástico quemado y no sonríen a menos que tengan dinero en sus manos...

— Me aseguraré de que no vuelvas a vivir en esas condiciones, aún si debo enfrentar a tus padres molestos lo haré, eres mi alumno y debo ver por tu protección en estos casos.

Sunoo había comenzado a llorar, el peli morrón dejó lo que hacía y rodeo la barra, quedando a un lado del pequeño y abrazándolo mientras acariciaba sus cabellos.

Minho llegó en ese momento y miró la escena, sus instintos de lobo e incluso su mismo lobo lo alentaban a correr hasta el hogar de aquellos padres y arrancarles la cabeza, sacudiendo su cabeza para borrar aquellos pensamientos, se acercó silenciosamente a ambos menores y con cuidado los envolvió en sus brazos.

— Yo me aseguraré de protegerlos a ambos...

Seungmin sonrió con un notorio sonrojó, los brazos de Minho rodeaban su cintura y el pequeño cuerpo de Kim, y con timidez recostó su cabeza en el pecho de Lee, sintiendo el corazón ajeno palpitar, así como la cabeza contraria recostarse en la propia.

Así duraron un rato, abrazados entre los tres y tranquilizando sus nervios y preocupaciones, Sunoo había caído dormido en los brazos del profesor, este lo llevó a su cama y lo dejó descansar, volviendo con el pelinegro y cenando los dos juntos.

— Creó que tendré que salir...

Kim miró con miedo al chico, los recuerdos de aquella vez comenzaban a inundar su cabeza nuevamente.

— Hey, pensaba llevarte conmigo — Minho se había levantado de su asiento para acercarse al contrario, apartando los cabellos ajenos de su rostro — Prometí que te cuidaría y no volvería a dejarte solo, mira lo que has logrado Kim Seungmin, lograste que un híbrido desinteresado en la vida se interesara y preocupara por ti.

El humano sonrió, su corazón había comenzado a latir con fuerza y sintió un nudo en el estómago, lágrimas resbalaron por sus mejillas y Minho se apresuró a limpiarlas.

— E-en algún momento tendrás que volver con tu familia, ¿no es así? 

Minho sonrió y negó,  abrazando al chico y besando sus cabellos marrones.

— No me iré, de lo contrario dejaría al cachorrito más lindo solo, junto a un pequeño osito que necesita de amor.

El mayor sintió los suave labios de Kim rozar con la comisura de los suyos, lo miró y pudo admirar las mejillas rojas y húmedas del contrario, sonrió inconscientemente y se levantó con el menor en brazos.

— ¿Q-que haces, Honnie?

El chico no respondió y caminó tranquilamente hasta la habitación del cabello de fantasía, que ya se había vuelto su habitación también.

Lo dejó con delicadeza sobre el colchón a un lado del niño para después rodear la cama bajo la atenta mirada de Kim, se metió bajo las sábanas y apagó la luz de la lámpara a su lado.

— Sólo recuestate y duerme, mañana debemos enfrentar a dos imbéciles que se hacen llamar padre.

Seungmin rió y se acomodo, abrazándo al pequeño niño y acomodándolo entre sus brazos.




(꜆˶ᵔᵕᵔ˶)꜆

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Hasta aquí el maratón, espero actualizar entre semana y el fin de semana hacerles otro mini maratón.



                  Gracias por leer.



XOXO

Lobito Feroz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora