Volvió a despertar extremadamente temprano, se sentía mal, su marca volvía a doler y tal como se había visto en el espejo el día anterior, comenzaba a cicatrizar, estaba desapareciendo. No quería, llevaba el nombre de MinGyu en su piel, se partiría en pedazos si la marca se iba.
Gruesas lágrimas rodaban por su rostro, todos los días el vacío de su pecho aumentaba, la tristeza lograba vencerlo y sentía que jamás podría superarlo.
Pero, ¿cómo hacerlo?
Él era su alfa, su otra mitad, su destinado... era su Gyu.
WonWoo no veía fin a ese largo camino, seguía sin salir a la escuela, rara vez salía de su fría habitación, no le gustaba observar la luz natural de afuera, ni siquiera le seguía el hilo de conversación a su madre cuando se acercaba a saludar. No contestaba mensajes o llamadas, se perdió el cumpleaños de algunos amigos y eso era jodidamente estúpido.
En la facultad ya no le tuvieron tolerancia, había pasado mucho tiempo, probablemente al acabarse esta dejó de aparecer en las listas de inscripción, no se había ni molestado en pagar por un nuevo semestre.
No podía dormir, era de madrugada y él lo seguía esperando, otra vez.
Escuchó voces detrás de su puerta, mas sus ganas de abrir eran nulas, únicamente quería cerrar sus ojos y dormir tranquilamente una sola vez.
No pasaba nada si lo hacía, ¿cierto?
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Abrió sus ojos encontrándose perdido, estaba tirado en la arena de una desconocida playa, observó confundido el interminable mar que brillaba delante suyo, ¿dónde estaba?
Lentamente se sentó sobre la arena, comenzando a jugar con esta, sostenía un puñado y la volvía a soltar, viendo como caía hermosamente.
Las olas se movían dándole una gran tranquilidad, el aire corría por su rostro despeinado sus oscuros y cortos cabellos; los colores anaranjados del cielo comenzaban a desaparecer, siendo remplazados por un grisáceo tono. Cuando cayó en cuenta, estaba escribiendo el nombre de su amado sobre la arena, con uno de sus delgados dedos.
Una sombra se atravesó por un costado, tapándole la visión hacia lo que había de aquel lado, quiso creer que comenzaba a desquiciarse cuando reconoció a la alta figura que se empeñaba en hacerse notar.
ㅡGyu... ㅡ Con un silencioso llanto y lágrimas nacientes se giró a observarlo, sintiendo como su corazón se detenía por tan real imagen.
El alto hombre se abalanzó sobre él, envolviendolo en un reconfortante abrazo, abrazo que ambos deseaban con todo su corazón. Y sólo ahí fue donde una pregunta volvió a surgir.
ㅡ¿Por qué?
Kim se vio confundido. ㅡ¿"Por qué", qué?
ㅡ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me visitas? ¿Siquiera has pensado un poco en cómo me siento? ㅡNo era novedad que WonWoo tenía una escasa paciencia y teniendo en cuenta que había estado sumergido en su pena, no podía pensar con razón. ㅡTe amo, con toda mi vida, mi cuerpo, mi alma, con todo lo que soy, pero no entenderé el afán de aparecer justo cuando peor me encuentro. Déjame mejorar un poco, no quiero que sigan teniendo compasión por mí, te extraño demasiado, y me sigo preguntando si es acaso algo egoísta querer tenerte, pero en este momento lo menos que necesito es pensar que ahora también alucino.
La tristeza llenó también al contrario, unas cuantas lágrimas inundaban también su rostro. ㅡYo, quiero volver, quiero estar nuevamente a tu lado, lo que menos quiero es seguir viendo como sufres por todo esto cuando no tienes ni la más mínima culpa. Te amo también y me alegra poder sostener tu mano nuevamente pero ㅡEso alertó a Jeon, los "pero" siempre significaban peligro. ㅡ, que tú estés aquí no ha sido obra mía.
ㅡ¿Y eso que significa?
ㅡEn noviembre, las hojas caen a morir por siempre, tú eres como una hoja. ㅡSólo logró confundir más al de lentes. ㅡMi amor... tú también has muerto.
La sorpresa invadió el rostro del mayor, ¿de qué estaba hablando su chico? Mentía, ¿cierto? Sólo estaba teniendo un jodido sueño, uno del cual despertaría pronto.
¿Verdad?
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Abrió los ojos abruptamente, esperando que todo aquello que vivió no haya sido otra cosa más que un producto hecho por su propia tristeza, pero a su alrededor las cosas se habían vuelto demasiado lúgubres.
Cuando se levantó de su gran cama, vio su cuerpo tendido en esta, una de sus manos se posaba la casi invisible marca que lo unía a MinGyu, mientras que con la otra sostenía una de sus rodillas, dándole a entender que estuvo hecho bolita para sentirse mejor. A su lado, su hermano se ahogaba en sus propias lágrimas, mientras era sostenido por su pareja; su madre también estaba ahí, gritando del dolor que sentía en ese instante.
La puerta la cruzaron algunos paramédicos, fue subido a una camilla, siendo tapado casi al instante con una blanca manta. Lo demás pasó extremadamente rápido, vio gente llorando, escuchó su nombre salir de diversos labios, había personas tratando de ver que pasaba y el ruido y luces de la ambulancia sofocando aún más el ambiente.
Vio a sus amigos, JunHui y MingHao se abrazaban entre sí, queriendo verse fuertes para ellos mismos, aún si algo dentro de ambos se había quebrado.
Sintió pena, ganas de llorar, de abrazarlos por última vez y asegurarles que estaría bien; pero también sintió paz, tranquilidad, calma al ver como su novio aparecía a un lado suyo.
Porque ya no se sentía vacío, ya no se sentía solo, ya nada le dolía, porque ahora todo estaba bien.
Y a partir de ese día, WonWoo jamás volvió a vivir otro noviembre sin él, otro noviembre sin su MinGyu.
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261122
“y colorín colorado, este cuento ya ha acabado.”
usen este pequeño texto para dejar su llanto, gritos, sinceras opiniones o amor a su bella y única servidora.
espero hayan disfrutado, o al menos llorado con este "mini - fic", la intención es interactuar, no importa el sentimiento manejado. ^^
muchas gracias por leerme, espero verlos pronto en algún otro de mis vagos escritos. 💓
