Operación N°3: Estrellas Oscuras

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Lira se dio media vuelta y salió de la oficina de su padre junto a Roxas, para ella ya no tenía sentido, ni caso seguir hablando y hacerse daño a sí misma. Artur quería detenerla, pero Decidió mejor no hacerlo, porque al fin y al cavo sabía que no importaba cuantas vez hablara con ella, los dos terminarían de la misma forma y estaba al borde de un arranque de ira.

Siempre que ambos tenían dicha plática terminaba de dos maneras, con Artur ganando la discusión o quedando en un punto muerto, pero Lira era la que quedaba más afectada por las fuertes discusiones. Después de salir de la oficina de su padre junto a Roxas, se dirigió a su habitación mientras lloraba y resentía por las palabras de su padre, por no poder abrirle los ojos y darse cuenta de lo que estaba pasando en su hogar y en su familia.

Al llegar a su cuarto, ella quería abrir la puerta, pero no pudo soportar el dolor y solamente pudo poner sus manos en la puerta y llorar. Roxas no quería verla en ese estado, así que le dio un abrazo por detrás con calidez para consolarla y con amabilidad que todo iba a estar bien:

—No llore señorita, todo va estar bien

—Gracias por preocuparte por mí —Dijo mientras trataba de calmarse.

—No debe agradecerme nada, me quedare a su lado para protegerle y servirle

—Gracias, ¿puedo preguntarte un par de cosas?

—Sí, usted puede preguntarme lo que sea

—Roxas..., ¿Por qué estas siendo tan bueno conmigo?, soy solo una desconocida para ti

—Usted ya no es una desconocida para mí, ahora mi misión será protegerla a usted y acabare con cualquiera que intente lastimarla

—¡Lira, ¿Qué le hiciste a mi Proyecto?! —Grito Michael desde el otro lado del pasillo e interrumpiendo la bonita escena.

—Lo que le pase a tu proyecto es cosa tuya, sin mencionar que lo del duelo fue idea tuya —Dijo Lira con la poca paciencia que le quedaba.

—Además mis hermanos ya van a salir del huevo y no sé porque Papa quiere que estés allí...

—Dile a Artur que se tire desde un balcón si cree que voy a estar con esa bruja y su hijos mal nacidos —Pensó Lira —Roxas, iremos a la central a registrar tus datos, pero pondré en el registro que eres un tirador y no un cazador o me meteré en un lio enorme, además así aprovechare de mostrarte el lugar en el que trabajo de vez en cuando —Dijo Lira.

—Por mí, está bien, ase años que no veo una central —Dijo Roxas para complacer a Lira.

—Ni siquiera sé que es eso, pero suena novedoso —Pensó Roxas.

Lira tomo la mano de Roxas para llevarlo al cuarto piso, en aquel piso es en donde se ubicaba la central. Al llegar, todo lo que había eran un computador, pantallas y dispositivos que ayudaban a los navegadores a darle apoyo a los proyectos. Por otra parte, la dragona se acercó a uno de los computadores, se sentó en una de las sillas y comenzó a abrir páginas y a teclear rápido.

Después de quince minutos, Lira había terminado con el registro de Roxas, como ya no tenía nada más que hacer, Lira decidió darle un Tour a Roxas, por las instalaciones de la central. Durante el tour, Roxas aprovecho para hacerle un montón de preguntas a Lira con respecto a la central, ya que él no conocía nada de allí y de paso, complacer a Lira. Después del Tour empezaron a sonar las alarmas y las luces de las instalaciones mostraban destellos rojos.

Lira se dirigió a uno de los computadores que tenía cerca. En él se mostraban las coordenadas de las ubicaciones y los diferentes tipos de estrellas oscuras que se encontraban en las afueras de la ciudadela y estaban convocando a todos los proyectos disponibles para erradicar la amenaza y Roxas pregunto confundido:

Proyecto DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora