Operación N°8: Estrellas oscuras II

7 1 0
                                    

La pareja decidió tomarse el resto de la semana para continuar con la remodelación de su nuevo piso. Lastimosamente, los ahorros del Lira no iban a alcanzar para toda la remodelación, así que no les quedo de otra más que vender las joyas de las antiguas esposas de Artur. Aunque solamente vendieron las joyas más pequeñas o que Artur no se daría cuenta de su ausencia y gracias a dicho dinero pudieron continuar con la remodelación.

Como no podían disponer de los servicios de los proyectos del edificio. Tuvieron que contratar a proyectos que les ayudarán a deshacerse de los muebles que no le serían útiles y de la basura del piso y también que les ayudarán a limpiar. Aunque tuvieron que hacerlo en secreto para que nadie los descubriera, ya que si los descubren, alguien de la familia de Artur o algún proyecto armaría tremendo escándalo.

Después de que los proyectos terminaron su trabajo. Se retiraron al primer piso. Lira quería acompañarlos hasta la salida, pero dio un paso atrás y dejo que se marcharan por su cuenta, porque si iba con ellos, todos empezarían a sospechar. Al llegar al primer piso se toparon con Mirra. Ella los miró con extrañeza, ya que ella no recordaba haber pedido ningún servicio, así que se acercó a ellos para saber qué estaba pasando. Los proyectos trataron de no darle ninguna información acerca de trabajo que Lira les dio, pero después de varias amenazas y chantajes, terminaron cediendo y le informaron a Mirra sobre la remodelación del piso de Lira. Esto la hizo enfadar y se dirigió a la oficina de Artur.

Al entrar en su oficina, vio a su hijo cuidando a sus hermanos menores con algo de ayuda de Artur, el cual a su vez, estaba trabajando en su laptop. Mirra se tranquilizó un poco para no gritarle a su pareja y Artur la miro con seriedad y le pregunto qué le pasaba:

—¿Qué te ocurrió ahora Mirra? —Pregunto Artur

—Adivina ­—Dijo intentando ocultar su enojo

—volviste a tener problemas con los abogados de tu hermano

—Algo mucho peor

—¿Tuviste algún problema con la fiscalía de tu ciudadela natal?

—Ese estorbo se adueñó del piso de las bodegas y contrato un servicio de proyectos fueran a ayudarla a remodelar y limpiar, tú le dejaste más que claro, que lo único que le pertenecía a ella era el cuarto el cuarto que le diste

—¿y Noir estaba con ellos?

—No, de hecho, ella se negó a brindarle cualquier ayuda a la rata esa

—Nunca me imaginé que Noir pudiese llegar a ese extremo, no quiero ni pensar que tuviste que hacer para convencer a Noir, lo mejor será que ella no ponga un pie en los demás piso o terminara con un cuchillo en la frente

—¿Y qué vas a hacer con respecto a esa enana insufrible?

—Nada, ese piso lleva abandonado desde hace mucho, además, puede que ese piso se lo dé a Michael más adelante

—Que bien, tendré un piso solo para mí y para Zhenox —Dijo Michael con entusiasmo e ilusión. —Él bebe se está algo inquieto

—A lo mejor, es porque quieren estar con su madre—Dijo Artur con ternura.

—Ustedes dos no pueden pasar ni un segundo sin su Mami ­—Dijo mientras tomaba a uno de sus bebes para mecerlo en sus brazos.

Por otra parte, Lira y Roxas se tomaron un descanso en la habitación del Lira. Los dos se recostaron en la cama, escuchando la música de una caja musical que habían encontrado mientras limpiaban. Los dos estaban disfrutando de la paz y la tranquilidad hasta que de la nada sonó el teléfono de Lira, ella lo sacó de su bolsillo y vio que se trataba de Artur. A ella no le quedó de otra más que responder la llamada de mala gana:

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 19 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Proyecto DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora