Matilda descubre que hay personas sanadoras en un mundo destructivo.
Después de perder a casi toda su familia, dos hermanos llegan a una nueva comunidad y empiezan sus vidas de 0, dejando el pasado atrás.
Pero siempre hay algo del pasado que sigue e...
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Me había despertado de mal humor, por lo cual no quería ver a nadie ni hablar con nadie.
Preparé una mochila con libros, cómics, un sándwich y otras cosas más, agarré mi cuchillo y salí
—Hey hey hey, ¿A dónde vas?.— Pregunta mi hermano con el ceño fruncido
—Me caen mal todos, voy a ir al bosque.—Dije y me fui dejándolo con la palabra en la boca.
Pasé el muro a escondidas, cómo siempre, odio tener que hacer todo a escondidas, el no poder ser libre de salir del otro lado del muro sin que nadie me diga nada.
Estamos en un maldito apocalipsis y se cuidarme sola.
O eso creo..
Pero bueno, espero que se me pase este mal humor o golpearé a la primera persona que se me cruce
ya perdida en el bosque, empiezo a escuchar unos pasos, así que me detengo de golpe y me doy cuenta que no eran pasos de un errante, así que sin mirar atrás empiezo a correr hacía cualquier lugar.
Escucho como me siguen y me desvío un poco hasta que ya no escucho más pasos, me quedé alerta unos minutos y al ver que no había nadie, me senté en un árbol y me puse a leer
***
Ya había pasado un rato de lo sucedido, y mi mal humor se había ido un poco, así que decidí volver.
Al llegar ví a Aiden, Nicholas, El chinito con algunos de su grupo discutir. Y como lo chismosa que soy obviamente me acerqué.
Aiden se había acercado al chinito que desconozco su nombre, haciendo que me ponga al lado de una chica bastante bonita.
—¡Oye!, escuchá, Así es como trabajamos aquí...— Y antes de que Aiden termine la frase el chico lo interrumpió
—Atas caminantes.— Recalcó
Espera, ¿Qué?
—¡Mató a nuestro amigo!...No voy a discutir esto. Allá afuera tienen que obedecerme.— ¿Y este quien se cree?
—Estaremos fritos como tú último grupo.— Contraatacó el chinito
Me caen muy bien.
Ví como se iba acercando la gente, y yo rápidamente me puse alerta, por lo poco que conozco a Aiden, es capaz de golpearlo solo para impresionar.
—Repite lo que dijiste.—Le hizo frente el idiota
—Aiden, déjalo ya.— Hablé por primera vez. Ví como lo empujó con su mano, dios, que mal me cae.
