Oh...Celestiales

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En alguna parte del universo existen seres con un inmensurable poder e inteligencia envidiable. "Los Celestiales" una raza que por eones conquisto todo a su paso y la sumisión hacia ellos era constante, no había quien se arrodillara ante ellos, solo una vez fueron derrotados por un ser superior que acabó con la mayoría de sus incursiones.

Durante la noche de los caídos nació una niña con cualidades especiales, poseía la marca del "Eterno", ojos color rosa fosforescente casi brillando en la obscuridad, cabello negro como el mismo vacío, labios rosas al punto de ser lascivos.

A sus 5 años de edad era muy astuta y hábil, cuando cumplió sus 12 años ya estaba dominando la espada y por ultimo a sus 19 años ya era una experta de la espada, carismática, fuerte y sobre todo muy inteligente. Todos en el reino celestial buscaban casarse con ella pero humillantemente nadie cumplía con el estatus ni habilidades.

Solo una persona le llama la atención, Akira Miyamoto, un chico que realmente no sobresalía del resto, sin habilidades más allá de saber golpear con la espada vagamente, siempre despeinado, sonriente y minimalista. En ella despertaba realmente un interés importante, a tal punto de que era capaz de faltar a una de sus reuniones tácticas con tal de ir a espiarlo.  

Hasta ese fatídico día...

-¿¡Ahh... alguien sabe que fue eso!?

Algo impacto contra el palacio general del reino celestial, humeante emergió de los escombros una figura alta y robusta, sus ojos estaban iluminados candentemente de blanco, todos sudando frío lo encararon, el primero que se atrevió a encararlo termino convertido en carbón, el segundo no fue para nada distinto, su mandíbula inferior fue arrancada por la figura.

Miyano temblaba del miedo, nunca la habían preparado para esto, [¿Qué esta pasando?] era en lo único que ella pensaba, ahí fue donde lo peor ocurrió, Akira... ni corto ni perezoso por defender a su hermana hasta entonces recién cumplido los 7 años a punto de morir. Sus intentos fueron en vano, la figura extendió la mano y exclamo algo que nadie presente ahí olvidó nunca.

~Me habéis arrebatado mi vida... ahora yo arrebataré la vuestra

El pecho de Akira fue atravesado por la mano de aquella figura hasta entonces de pie firmemente, Akira cayó al suelo en un charco de sangre, dando sus últimos alientos de vida y tiritando del dolor y lo fría que se sentía la muerte, lo único que pudo hacer Miyano fue correr y arrodillarse frente a Akira yaciente en el suelo.

-Niño... lo hiciste bien... hick hick 

.-¿En serio?.. 

Las lagrimas no paraban de brotar de Miyano, no hizo nada... solo se quedo mirando perpleja a pesar de tener conocimientos de la espada y habilidades de combate, no pudo hacer más que tomar la mano de Akira y llorar desesperadamente.

~~Her... ma... ni... to...

Lo último que vió Akira fue a esa figura tomando a su hermana de la cabeza y desprendiéndola de su pequeño cuerpo con sus manos, la fuerza de aquella figura era tanta que logró asesinar a una gran cantidad de celestiales solo con sus manos.

Cuando los ojos de Akira perdieron su brillo, Miyano solo sintió ira, una desmesurada ira, tomó su espada y embistió contra la figura. Todo... todo en vano, la figura sostuvo la espada de Miyano, una espada que había aniquilado bestias legendarias detenida solo por una mano.

~Oh... Celestiales... nunca cambian

-¿¡A qué te refieres!?

La figura partió la espada de Miyano en dos, ¡Q-qué demonios! una espada hecha de un material ultra resistente como los es la Arganita, un mineral casi irrompible roto como si fuera una rama seca, Miyano sudaba frío pues no sabía que sucedería a continuación.

~Solo porque tienes potencial te dejaré vivir

-¡C-cállate!

~Vocabulario niña...

La figura abofeteo a Miyano la cual cayó arrodillada ante la figura, Miyano continuó llorando, sus alrededores llenos de dolor y muerte, una total desgracia. La figura levantó su dedo en alto señalando el cielo, tan pronto lo hizo se materializó una Estrella, no muy grande, era similar a una gigante azul pero realmente pequeña, aun así no cabía duda eso destruiría todo el reino.

-¡Por favor!... hick hick... ¡Ya no mates a más personas!

~No lo crees niña... ¿No crees que es irónico?

La estrella desapareció y finalmente la figura se movió de lugar, tomó a Miyano del cabello, tan pronto hizo eso apareció el padre de Miyano, mirando la situación, la figura dirigió su atención hacia el padre de ella, su rostro dibujo una sonrisa de oreja a oreja y sin pensarlo dos veces impactó un fuerte puñetazo en el rostro de Miyano destrozándole la boca, sostuvo su nariz con el dedo índice y el pulgar, partió el tabique de Miyano.

-¡AAAAHHHHH!

El grito de Miyano fue desgarrador, un grito de dolor que hizo que su padre se arrodillara a pedir clemencia por su hija la cual yacía en el suelo sangrando, la figura levanto su pierna y pisoteo el tobillo de Miyano destruyendo sus huesos.

-¡AAAHHHH!

Los gritos de Miyano se estaban desvaneciendo, se desmayaría del dolor, la figura se detuvo y retrocedió dos pasos hacia atrás solo para que los demás celestiales apreciaran la hermosa escena.

-¡Maldito!... ¡Mi hija! 

~Pagaran más

A lo alto se escucho una voz que dijo algo que a todos los hizo estremecerse del miedo, la figura levantó la mirada hacia el cielo y una vez más sonrió.

*Creo que ya es suficiente* 

~¡Ja! creo que tienes razón

Se escucho un estruendo horrible y cuando la situación volvió en lógica la figura había desaparecido, todos suspiraron y lo único que se escucho fue un silencio y el sonido del viento. En las cercanías de ahí se escuchaban llantos, gritos y demás, el padre de Miyano estaba atónito ante aquel suceso, su hija en el peor estado desplomada en el suelo retorciéndose de dolor de la forma más horrible que pueda existir.

-Pa-papa... perdón... fui una niña mala. 

.-No... no hija no hiciste nada malo.

El padre abrazando su a su hija con la más sincera expresión de miedo posible en un padre. Su hija en un estado lamentable, herida a más no aguantar.


Continuará...

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