Esplendido

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-¡Por favor no lo hagas!

.-Nada me puede detener ahora, tu amiga morirá

-¡No... Nooo! 

Se escuchó un crujido muy fuerte y el cuerpo de aquella chica cayó al suelo, sin vida mientras Miyano observaba con sus ojos inundados en lagrimas, el asesino de su amiga de pie delante de ella.

-¡Noooooo! ¡Hariki! ¡Dime algo, no te vayas...! 

Hubo silencio por un par de segundos hasta que el mismo fue roto por un grito desgarrador de Miyano, las nubes temblaron y se estremecieron con aquel momento. Miyano se mordía los labios de la profunda rabia que sentía, apretaba con fuerza el cadáver su amiga, empapaba su ropa con sangre y lagrimas.

-¡AAAAAAHHHHH!... ¡AAAAAAAAAAAHH!

.-Ese es el precio por haber sido un maldita perra...

[Un día antes...]

-¿Donde se habrá metido Riyu?

Miyano caminaba tranquila mientras en su mente se hacia esa pregunta, a su vez se adentraba en un campo de flores cerca de un pequeño molino poco más a las cercanas salidas del reino. Su tranquilidad envidiable a pesar de haber vivido desmesuradas situaciones.

-¿Uh? Una carta... ¿Debería leerla?

Miyano apresurada abrió la carta con una sonrisa, tan pronto lo hizo la misma se desdibujo y un escalofrío recorrió todo su cuerpo. Lo que había escrito en aquella carta eran las palabras de Riyu.

"Oye si encuentras esta carta felicitaciones, debo decir que me divertí mucho contigo pero siento decirte que ese Riyu que conociste no es mi verdadero yo. Realmente siento que te hayas enamorado de mi, disculpa... lamento tener que hacerte esto pero siento que fue un error haberme enamorado de ti y ahora hacerte esto, pero espero que puedas entender que todo esto es tu culpa. "                                                                                                                   Atte.:~~~~~~

Las lagrimas brotaron del rostro de Miyano, su rostro estaba lleno de dolor y ese nudo en la garganta que no la dejaba llorar completamente, los recuerdos de sus maestros exigiéndole que sea fuerte, que no llore, que afronte la situación como es debido. Todo eso para ella era estresante y el llanto que estaba tratando de ocultar con todas sus fuerzas rogaba por salir.

-*hip hip* Riyu... ¿Por qué me hiciste esto? y-yo te amo y no quiero que te vayas tan pronto... no me dejes sola... ¡RRIIIYYUUU!... no me dejes...

Ella no podía ocultarlo, realmente estaba enamorada de ese chico que tanto le había enseñado y tanto la había ayudado, pero ahora se marchó y no parece que volverá. Estrujó su pecho con su mano y rechinó los dientes mientras entre sollozos evocaba cuanto amaba ese hombre.

Hasta que detrás de ella se acerco una persona, una chica y abrazó sin pensarlo dos veces a Miyano y la apretó con fuerza, se colocó delante de Miyano y se arrodillo junto a ella mientras le secaba las lagrimas, acariciaba sus mejillas suavemente. A pesar de ser una extraña se sintió cómoda y no pudo evitar abrazar a aquella chica.

Entonces sucedió algo fortuito, aquella chica sostuvo las mejillas de Miyano y la convenció de dejar de llorar, en eso la chica extraña beso ligeramente los labios de Miyano la cual, al sentir tal calidez le devolvió la intención y correspondió al beso.

-Deja de llorar ¿si?

.-¿P-por qué me ayudaste?, soy una desconocida

- Me pareciste muy linda jajajaja... así que no pude evitar sentirme triste y decidí ayudarte

.-G-gracias... de verdad 

Las chicas se quedaron por un rato sentadas en la hierba fresca mientras el sol se ponía dejando ver una hermosa vista de colores naranjas y azules obscuros. Después de un rato la chica se presentó y Miyano también.

-Bueno... yo me llamo Hariki Scillia  

.-Yo me llamo Miyano... Miyano Asivachi 

-¿Quieres venir a mi casas o tienes donde pasar la noche?

.-Me gustaría, no tengo donde pasar la noche... acabo de llegar a aquí

-¡Bien! Vamos 

Cuando llegaron Miyano quedo atónita, una bella casa refinada, hermosa por donde la vieras, muy amplia y además la familia de Hariki poseía sirvientas. No era menos de esperar de la familia más cercana a la realeza.

-O-oye Miyano ¿No te gastaría tomar un baño?

.-¡¿Mmm?! P-pues si, me gustaría... si

Aun la timidez de Miyano no se había ido, ella seguía recordando el beso que Hariki le había dado y estaba sonrojada, esto no lo podía ocultar. Incluso cuando estaban en el baño Miyano no soporto ponerse roja de la vergüenza aunque seguía triste por haber perdido al hombre que la acompaño por tanto tiempo.

Pero ese pensamiento se veía opacado por un sentimiento de calidez y un nudo en su pecho que la ponía nerviosa. Comió comida caliente después de tanto tiempo pasando en posadas nocturnas o incluso a veces durmiendo al aire libre, pescando enfermedades y demás.

Ahora se sentía tranquila, cómoda, cálida, feliz. No evito darle un abrazo a Hariki, un abrazo tan grato que una nube de calidez las abrazó a las dos correspondiéndoles. Y de Miyano brotaron algunas lagrimas de felicidad. 

-Oye Hariki... ¿No nos presentaras a nuestra invitada?

.-¿Uh Mamá? S-si, ella es mi amiga

._H-hola señora... Mi nombre es Miyano Asivachi 

-Jajajaja... por favor no estoy tan vieja, no es necesario formalidades, mi nombre es Kari Scillia 

._M-mucho gusto

-Oye Hariki recuerda no salir de noche, me iré a dormir 

.-O-ok mamá

El cielo se empezó a nublar, nubes decoradas con relámpagos. Las dos intercambiaron miradas y fueron al jardín da la casa y se quedaron un rato conversando, entre risas y miradas tenues, Miyano le agradeció a Hariki por todo lo que había hecho por ella. Hariki miró fijamente a Miyano.

-S-sabes... lo hice por cariño, te vi y siento que fue a primera vista

.-¿D-de que hablas?

-Señorita Miyano

.-Eh eh espera... no me llames señorita, solo dime Miyano

-Miyano, tu-tu me... gustas

.-¿D-de verdad?

-Si... no he tenido nunca una amiga y menos un novio, todos me han rechazado por que soy muy rara. Y tu no has hecho eso, desde el primer momento que te abrasé me gustaste

.-¿Eh?.. ¿Eeehhh?  

-¡Mmmh! ¡S-si no quieres no estaré molesta!

Miyano rápidamente beso a Hariki, mientras se besaban Hariki sonrió ligeramente de felicidad, mientras el beso se aplazaba se abrazaron. Cuando se separaron lo único que les hizo saber que lo hicieron fue sus rostros sonrojados y el hilillo de saliva que dejaron cuando el beso acabó.

Hasta que Hariki le propuso a Miyano ir a su habitación y las dos se tomaron de las manos y con una nube de deseo recubriéndolas se marcharon a la habitación de Hariki. Las sirvientas al ver esto solo pudieron sonreír. Por fin Hariki se sentía libre de hacer lo que quisiera.



Continuará. . .


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