Estelares

[Nueva Temporada]El Canto del Cielo

Aquellos que creen ser pecadores por simples hechos inconscientes o de misma ignorancia, no son más que simples seres miserables y poco entendidos por su alrededor.

-¡Jefe, están llegando! 

.-¡Exacto muchacho, no podemos hacer nada!

El reino de Avaloria, un reino próspero o al menos eso aparentaba, donde la vida transcurría de manera uniforme, con su diplomacia, relaciones externas y población moderada. Era simplemente un hecho ficticio el que esté siendo atacado ahora mismo, las fuerzas del norte estaban atacando con todo y al parecer la victoria estaba de su lado, mientras el reino de Avaloria conseguía copiosas bajas, las fuerzas del norte se mantenían al margen.

Entonces fue cuando todo iba en declive, las fuerzas del norte exigieron al reino de Avaloria que presentara a su representante más valioso y con destrezas de buen comercio para llegar a un acuerdo. Idóneo era que las fuerzas avalorianas aceptarían esto debido a sus pérdidas.

-Señor Zaras, no podemos enviarlo ahí, ¡Lo matarán!

.-Esa es la idea 

A las afuera se oía un agudo sonido de las banderas ondulando al viento y un chirriante sonido metálico de las armaduras, los del norte esperaban impacientemente al representante de Avaloria. Pero todos se quedaron perplejos cuando observaron que se abrían las puertas del reino, de su interior aparecía el representante del reino, pero algo no estaba bien...

-Señor ese es su representante... ¡Espere!

.-¡¿Uh?!

-¡P-por qué viene solo!

En todos los casos de negociación, los dos representantes deben traer compañía, ya sea por protección o simplemente ser testigos, pero este hombre iba solo.

-¡Yo soy Zaras, el comandante de las fuerzas avalorianas y el día de hoy estoy aquí para negociar el destino de esta guerra!

Todos se quedaron mirando sin hacer nada, sin embargo el líder del norte, Rathius; estaba muy interesado. Tan pronto Zaras finalizó sus palabras, Rathius bajó de su caballo y caminó hacia él, el sonido metálico de sus botas de hierro se escuchaba por todo el sitio haciendo un gran eco a lo lejos.

-Soy Rathius, un placer señor Zaras

.-Igualmente señor Rathius, veo que ya me conoce

-Su nombre es algo de lo que se habla en el norte

.-Ya veo...

Los dos se quedaron en silencio por un par de minutos hasta que Zaras abrió un pequeño maletín con un pergamino dentro. La mirada de Rathius estaba llena de confusión, ¿Qué se supone que es? Pregunta que constantemente se hacía Rathius.

Su duda se solucionó cuando Zaras tomo el pergamino y lo abrió, tan pronto comenzó a leer el pergamino en voz alta, todos los caballeros del norte levantaron sus espadas pues el pergamino decía claramente: "Avaloria es un reino próspero y fuerte, no nos dejaremos vencer por nadie, cualquiera que ose tratarnos por débiles caerá ante nuestra inigualable fuerza. Aquellos que nos amenazan es porque nunca han sentido nuestra fuerza tomándolos por el cuello."

-Entonces, ¿Qué le parece señor Rathius?

El rostro de Rathius estaba inundado de una rabia tan grande como una montaña, levantó la cabeza y miró a Zaras a los ojos, ¿Te crees muy gracioso? Rathius le preguntó a Zaras sosteniendo su espada con fuerza y apretando los dientes. Mientras que Zaras solo respondió con una pequeña risa, como la de un niño pequeño después de hacer una broma.