CAPITULO 3

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Narra Haiyuki

Ya casi habían pasado los 7 días y la verdad no estaba tan cansada pero si me había replanteado la razón por la que me encontraba haciendo esta prueba. Ya no solo era el echo de que con esto le probaría a mi padre que podia defenderme ante el mundo, sino que tambien quería descubrir quien era y que le paso a mi família. Necesitaba saber que es lo que soy. Tamayo-sama me había hablado sobre Muzan Kibutsuji ¿si yo soy mitad demonio porque no respondo a el y porque el no sabe de mi existencia?¿porque no tengo tanta necesidad de la carne y la sangre humana? Suspire y mire al cielo, ya era el ultimo día así que me dirigía a la salida del bosque. Camine por un buen rato hasta que salí y me encontré con los otros. Dios, solo éramos cinco y cuando llegue eramos unos 20, me lo imaginé pero aun así duele. Poco después llegaron los gimaguas del principio

-Bienvenidos - dijeron al unismo - felicidades

-Nos alegra saber que están bien - hablo el peli negro

-Que hay que hacer ahora?- pregunto el azabache que vi al peincipio - y la katana?

-Primero les enteraremos sus uniformes - respondió la peli blanca - les tomaremos las medidas y grabaremos su rango en ellos

-Hay diez rangos en total - siguió el peli negro

-Kinoe

-Kinoto

-Hinoe

-Hinoto

-Tsuchinoe

-Tsuchinoto

-Kanoe

-Kanoto

-Mizunoe

-Mizunoto

-Actualmente son del rango menor: Mizunoto - termino de decir la niña

-Y la katana? - volvió a preguntar el azabache

-Hoy elegirán el acero tamahagane con el que se forjará su espada - dijo el niño - la katana estará terminada entre 10 y 15 días

-Que horror - ya estaba molesta con ese azabache, lo único que sabia era quejarse o que

-Pero antes... - hablo la peliblanca para luego dar dos palmadas y que vinieran volando unos cuervos hacia nosotros - les otorgamos un cuervo kasugai

Mire al animal en mi hombro el cual me devolvió la mirada, nunca he sido buena con los animales, me gustan pero ellos me odian, solo espero llevarme bien con el cuervo

-Un cuervo kasugai? - pregunto el pelirrojo

-Los cuervos kasugai se usan principalmente como mensajeros - le respondió la niña

-Cuervos? Esto es un gorrión ¿no? - me reí internamente cuando vi al rubio con un gorrionsito

-Esto no tiene gracia! Ni me interesa tener un cuervo! - ese azabache ya me arta, como se atreve a agarrar así del pelo a una niña! - quiero la katana! Dénmenla ahora mismo! La de los asesinos de demonios! La que cambia de color! - ese desgraciado le gritaba a la niña en la cara, cuando me iba a acercar el pelirrojo lo tomo de la muñeca

-Suéltala - hablo molesto pero sereno - si no, te romperé la muñeca

-Inténtalo si puedes - respondio el azabache

-Suéltala - esta ves hable yo poniendo mi abanico de oro en su cuello, a lo que el se paralizó, entonces se escucho el sonido de un hueso romperse, el pelirrojo le había roto la muñeca. El peli negro se acerco

-Las niñas terminaron de jugar? - espectó el niño para luego destapar la tela de la mesa detrás suya mostrando un montón de... rocas?

-Elijan entre estos pedazos de acero de tamahagane - continuo hablando el peli negro - el acero de la katana que aniquilará a los demonios los protegerá deben elegirlo ustedes mismos

-Yo probablemente muera enseguida - escuche al rubio hablar, que negatividad

-No se en que se diferencian - dijo el condenado azabache, aunque tenia razón, no podia diferencialos

Vi que el pelirrojo se concentraba y luego tomaba una. Mire todos los trozos de metal y luego se me ocurrio algo pase mi mano por encima de todos estos hasta que encontré el que buscaba. Lo tome entre mis manos, era un metal casi transparente y se sentía frio, era el indicado

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Me tomo varias horas llegar a casa de Tamayo-sama, estaba agotada y quería darme un baño, ademas tenia un hambre terrible, pensé que me desmayaria, cuando en ese momento divisé la casona y acelere el paso. Era de noche por lo que Yushiro estaba afuera y cuando me vio salio corriendo hacia mi dando un suspiro de alivio. Me ayudo a entrar en la casa y me llevó al consultorio, Tamayo al verme sonrió y me abrazo. Después de que revisarán las heridas superficiales las cuales ya no estarían mañana y que comiera algo me fui a descansar.

Ya me encontraba en mi cama apunto de dormir cuando siento mi ventana habrirse de golpe junto con una ráfaga de aire frío, no había luz en la habitación ademas de la de la luna, pero pude ver la figura de ojos arcoiris que me sonrió

~Estoy orgulloso~

Fue lo único que escuche antes de que desapareciera. Me levante de la cama y fuí hacia la ventana pero no vi nada y cuando mire en el piso donde el estaba parado vi tres objetos, me acerque y los tome ente mis manos. Lo primero que vi fue un anillo de oro con una esmeralda en el medio, luego una cadena también de oro la cual tenia como dije la mitad de lo que parecía un corazón de esmeralda, y por ultimo un kimono que por el tamaño debe ser de una mujer adulta, era hermoso, cuando lo levante para verlo de su interior salio una foto, la tome y note que en realidad le faltaba la mitad, en ella se podi a ver a un hombre que cargaba una niña, me reconocí al instante, esa niña era yo y el hombre era mi padre. Se me salio una lagrima, esa era una foto de mi familia pero estaba rota, y no solo hablo de la foto, seque mis lagrimas y me pare frente a la ventana para gritar "gracias" lo mas fuerte que pude, realmente estaba feliz y me prometía a mi misma cuidar los regalos que me dejo mi padre. Ademas, ya lo había entendido, mientras Muzan estuviera vivo mi familia estaría separada, así que me prometí a mi misma matarlo...

Una Hashibira (la hija de Douma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora