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Todo iba de lo más normal, las clases avanzaban como siempre, un día que parecía ser tranquilo hasta que en la hora del almuerzo una balacera se hizo presente.

Iban por Peter, esos sujetos creyeron que sería fácil de atraparlo y que nadie en su sano juicio se interpondría ante tipos bien armados pero Wade no era la persona más cuerda del instituto, decidió pelear cuánto pudo contra ellos para que su baby boy estubiera a salvó y diera tiempo a los Vengadores de llegar.

-Todo estará bien lo prometo Pet, estoy aquí contigo- decía cubriendo con su cuerpo a Peter y sosteniendo una mesa que les servía de escudo
-¡Wade es una locura!- decía Peter
-¡Lo se, pero prefiero morir que ver cómo te hacen daño, te prometo algo!-
-¿Qué?-
-Cuando esto acabe te pediré que seas mi novio y dirás qué sí- decía con una sonrisa
-Acepto pero hay que salir vivos primero-
-¿Enserio?- lo mira
-Si- sonríe

La mesa no tardó en ser perforada, necesitaban hacer algo ya o ambos morirían ahí.
Wade se armó de valor y grito para que frenarán su ataque.

-¡Escuchen, tengo una propuesta!- dijo gritando -¡Yo les entrego al chico si ustedes bajan las armas, no tiene por qué ser así!-
-¡Estás loco!- dijo Peter
-Confía en mí- susurro

Probablemente los tipos no aceptarían pero debía ganar tiempo.
El líder de los secuestradores hizo una señal para que bajarán las armas y pidió que salieran lentamente.

-Escucha cuando te diga corre lo más que puedas- dijo calmado
-¿Qué harás? Van a matarte, esos tipos no están jugando- dijo Peter tomando su mano
-No lo harán lo prometo, camina yo iré contigo- beso su frente

Empezaron a salir lentamente cómo lo pidieron y caminaron estaban del otro lado del comedor y había una salida justo a la mitad de este donde Peter podría escapar, Wade sabía que se estaba arriesgando mucho pero no importaba si el castaño estaba bien.

-Ahora Peter- susurro

El castaño y él salieron corriendo Wade lo cubría, tenían segundos de ventaja pero no sería suficiente para que ambos salieran ilesos, así que Wade se detuvo a mitad de camino para que las balas impactaran con él.

Todo paso tan rápido que su cabeza aún se preguntaba ¿qué era lo que había pasado?

¿cómo te demuestro que te quiero?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora