Lai
- ¿Se-Señorita? Digo ¿A-ama?
- ¿Ama?
- ¿U-usted no e-es la Se-Señorita La-Laila?
- Ummh si, ven siéntate, no hace falta que te quedes ahí parada.- De nuevo está sensación, mi cara está ardiendo.
- S-sí.
Así que ella es la chica de la cuál me habló Jazmín, es cierto, tiene el pelo rosa natural, siento que estoy en un trance... Está usando un traje de maid con la falda muy corta ¿Cómo es que una menor de edad terminó trabajando en un lugar así? Sin darme cuenta estaba jugando con su pelo, mejor me detengo, su cara también está bastante roja, parece incomoda.
- A-ah yo, lo siento, no quise hacerte sentir incomoda.- Ella agarró mi mano y la puso encima de su cabeza, extraño.
- S- si to-tocar mi cabello es lo que mi a-ama desea, e-entonces no me i-importa.- Dices eso pero tu cara me dice lo contrario, parece que empezará a llorar enseguida.
- No hace falta, es solo que estaba distraída y no me fijé en lo que hacía, jaja.- saqué mi mano de su cabeza para que pueda relajarse.
-(Todos dicen eso). De- de acuerdo.
- Y ¿Cómo te llamas? Conoces mi nombre pero no conozco el tuyo.- Sonreí para tratar de darle un poco más de confianza pero me seguía mirando con una expresión muerta.
-No hace falta que lo sepa... Después de esto no nos volveremos a ver.
- Pero no es justo que tú sepas el mío entonces.
- A- a usted no le incumbe nada de mi vida.
- Bien, entonces... ¿Cómo debería llamarte, Rosie?
- Por favor pare.
- O tal vez pinki.
- Se lo pido, detengase.
- Ya sé, Dulce princesa, cómo en esa caricatura que transmitían ante-.
-¡ME LLAMO SAYURI, S, A, Y, U, R, I. SAYURI! - Estaba inflando sus mejillas como una niña pequeña, que lindo... Otra vez, mi cara arde.
Solté una diminuta risa ya que no quería burlarme de forma brusca enfrente de ella. Lo que más me extrañó es que se me quedó mirando con una expresión de sorpresa, no con la misma mirada muerta de hace rato, pude notar como sus ojos se iluminaban como si volviera a la vida, ok, creo que ya estoy alucinando.
-¿Mmh, que tienes? Estás mirándome mucho.- Aún siento la necesidad de reír.
- E-es solo que, nunca le dije a alguien aquí mi nombre, solo a Jazmín y a su marido, el dueño del lugar, siempre que alguien me elegía me quedaba con una mirada muerta para que se hartaran de mi y no me hicieran nada.
- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? Es solo curiosidad no quiero tampoco meterme en tu vida.
- Dos meses.
- Impresionante, me sorprende que alguien como tú haya aguantado en este infierno por 8 semanas.
- Lo hago por alguien especial... No debería seguir contándole.
- Se que es difícil confiar en una extraña, pero... Creeme que no pienso hacerte nada malo.- Le dediqué una sonrisa tranquila y para mí sorpresa Sayuri se sonrojo, se... Ve muy linda... Sip, ya estoy enloqueciendo.
- E-entonces, para que eligió el servicio de sirvienta.
- Simplemente quería a alguien con quién entablar una conversación tranquila, sin disputas ni peleas.
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21 de Septiembre
RomanceLaila, la chica que nació en una cuna de oro, estaba en una etapa difícil de su vida al mudarse de la ciudad donde tantos recuerdos buenos y horribles sucedieron; al caer la noche una gran pelea entre ella y su madre ocasionó que huyera de su hogar...