Uno

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Habían pasado cinco años desde la muerte de Quackity, cinco años sin él...
Los dos chicos habían aprendido a vivir sin él. Fue difícil acostumbrarse a la idea de que él ya no iba a regresar.

Karl lo extrañaba, así fuera para pelear con él, quería abrazarlo, y decirle cuanto lo extraña.

Y ni hablar de Sapnap, él era el que más lo extrañaba, extrañaba a su Quackity. Extrañaba tener al menor entre sus brazos, decirle cuanto lo amaba, y darle besos por toda su carita.
Pero él ya no podía, porque Alex ya no estaba.

Estúpido, él era tan estúpido, no valoro todo eso cuando tenía a Quackity con ellos, era un idiota.

Sus amigos tampoco se lo tomaron muy bien que digamos, en especial Charlie, él fue el que peor se lo tomo.
Les grito a los dos cosas no muy lindas que digamos; un ejemplo de ello fue que les dijo que por culpa de ellos Quackity se había quitado la vida.

Pero no es bonito seguir hablando de eso, mejor centrémonos en el día de hoy, en dos chicos que ustedes conocen muy bien.

Sapnap y Karl estaban pasando una linda tarde, comían un helado de bajo de un árbol, bastante bonito a los ojos de las personas que pasaban.

También leían un libro, al parecer uno de fantasía.

"Te imaginas un mundo, donde exista un libro de resucitar, sería genial"
Dijo Karl, mientras comía su helado.

"Puede que sí, pero abría mucha pelea, porque cualquier lo desearía tener"
Explico Sapnap.

"Tienes razón, igual creo que sería genial"
Karl sonrió.

"Tal vez, cariño. Pero ahora volvamos a casa, parece que va a llover, y sinceramente no me quiere mojar"
Sugirió el de cinta blanca.

"Buena idea, vamos"
Karl se paró y estiró su mano para que Sapnap la tomara.

Luego regresaron a donde vivían, un departamento nuevo, en el cual ya no les traía tantos recuerdos de él.

¿Por fin podrían vivir en paz?, no lo saben, ojalá y el destino no los separe.

𝖫𝗈𝗏𝖾 𝖸𝗈𝗎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora