𝗯𝗼𝘁𝘁𝗼𝗺 𖤐 hanknow

ㅣPrólogo

JiSung y MinHo eran una pareja de casados desde hacía ya dos años, y ambos podían asegurar que estos han sido los mejores de todas sus jóvenes vidas.

Se aman, respetan, tienen plena confianza en el otro, y por sobre todas las cosas, mantenían una vida sexual activa. El sexo siempre había sido una experiencia bastante placentera en todos los ámbitos debido a la gran amplitud de conocimientos que tenían en el tema y la práctica.

Por esas misma razones, MinHo se encontraba bastante confundido.

Hacia más de un mes las cosas ya no iban como acostumbraban, estando este repentino y brusco cambio, de la mano de JiSung.

Siempre había sido JiSung el que se lanzaba como fiera encima del mayor para una buena follada, de esas que te dejan implorando por profundas bocanadas de aire para restablecer sus forzados pulmones. Pero en estos días, JiSung parecía esquivar cualquier insinuación para tener relaciones como si ya no lo disfrutara, y eso asustaba en demasía a MinHo.

El temor principal siempre era una posible infidelidad; que JiSung sencillamente lo reemplazará porque ya no se sentía satisfecho con lo que él le daba en la cama. Estaba consciente de que la intimidad –aunque no fuese algo primordial– era bastante importante en una pareja joven y más sin son casados, así como lo eran ellos.

Amaba muchísimo a JiSung y que esté lo engañará o abandonará, le dolería bastante.

—No creo que JiSung esté siéndote infiel, MinHo —dijo SeungMin tomando un sorbo de su té con miel.

—Sí. Minnie tiene razón. JiSung te ama demasiado como para hacer algo así —Habló Bang Chan, el novio de SeungMin.

—Eso ya lo sé, pero... —Suspiró con algo de pesadez, al tiempo que tomaba de su Ice Americano—. Estoy muy preocupado porque Hannie jamás se había negado a follar. Cada vez que lo pienso me resulta ilógico, y sólo puedo recordar la vez que me amarró al respaldo de la cama y me montó como cowboy porque me enoje con él, amenazando con dejarlo en abstinencia.

Escuchó las suaves risas burlonas de ambos menores.

—Deberías tener un poco más de confianza en JiSung, él deberá de tener sus razones para no querer tener intimidad. Tal vez sólo debas darle tiempo y ser comprensivo —Sugirió Chan, abrazando con firmeza la cintura de su pareja.

— Eso también lo sé, Chan. Pero no puedo evitar pensar lo peor. Es frustrante ver como rechaza olímpicamente todas las propuestas e insinuaciones que le hago —Se lamentó, poniendo sus brazos sobre la mesa y escondiendo su cabeza entre ellos.

—No me gusta verte así, MinHo —Puchereó SeungMin, acariciando las suaves hebras negras de su mejor amigo a modo de consuelo.

Hubo un momento de silencio, en el cual los novios solo se dedicaban miradas de preocupación.

MinHo de verdad se veía mal.

—Uhm, tengo una idea —Dijo SeungMin rebuscando dentro de su mochila con velocidad—. BangChan y yo tuvimos una situación un tanto similar hace unos meses y creí que lo más razonable era visitar un psicólogo especialista en sexología, él nos recomendó algunas cosas y en esa misma semana todo volvió a la normalidad —Dijo, con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios al haber encontrado lo que buscaba—. Aquí tienes el número del consultorio para que solicites una cita, podría servirte —le pasó una tarjeta con el número y guiñó en su dirección.

—Gracias por escucharme, chicos. Les llamaré para contarles en cuanto solicite la cita —Respondió levantándose de la mesa.

Salió del local y se dirigió a su auto a paso rápido. Hoy era su turno de preparar el almuerzo, y quería esforzarse para hacer una comida deliciosa. JiSung llegaría del trabajo a las cuatro de la tarde y apenas venían siendo las dos en punto. Aún tenía dos horas para pensar cuidadosamente que iba hacer, y cómo podía resolver su problema.

Ojalá todo salga bien...