Entrenamiento

263 6 0
                                    

[Nataly]

Desperté temprano y caminé a las aguas termales de la finca para darme un baño rápido, al salir me vestí con una yukata gris con detalles amarillos. Entré a la cocina y preparé unos sakuramochi, Tomioka entró también a la cocina y se dispuso a comerlos junto a un poco de té.

— Te dejé un hakama en tu habitación para que empezemos a entrenar.

Fuí a la habitación a cambiarme, cuando regresé Tomioka me explicó que primero trabajaría mi fuerza y mi flexibilidad.
Lo primero que hice fue dar cinco vueltas a la finca tratando de controlar mi respiración, después fueron quinientas sentadillas y cuatrocientas lagartijas y por último escalar 8 veces un gran árbol.

—Esto es más difícil de lo que creí — trataba de regular mi respiración, mientras Tomioka me observaba serio como siempre.

—Pues deberás acostumbrarte porque harás esto todos los días— cuando dijo eso creí que el mundo se me venía encima pero valía la pena.

Después del pequeño descanso que tuve Tomioka me hizo estirarme de más y levantar tres grandes troncos.

Así fue el entrenamiento durante la próximas ocho semanas, aprendía bastante rápido así que en ese lapso de tiempo logré hacer todo sin problema y mi fuerza y flexibilidad habían aumentado.

—Y catorce— pronuncie al bajar del frondoso árbol al cual Tomioka me había hecho saltar.

— Nataly, ya es momento de que aprendas a usar la katana.

—¡Genial!— hablé con entusiasmo. Después de dos largos meses al fin aprendería a usarla.

Comenzé blandiendo una katana de madera mil veces; al escalar árboles todos los días mis brazos tenían mucha fuerza así que no me cansé de hacerlo.
Al terminar, Tomioka me mostró las diez posturas de la respiración de agua al tratar de repetir los movimientos con la espada de madera solo pude hacer cinco a la perfección.

—No importa si no te salen las otras cinco puedes modificarlas.

Yo solo asentí, volví a blandir otras tres mil veces la katana de madera y cuando me sentí lista comenzé a realizar las posturas.

Me pare en frente de un árbol mediano, mi respiración de concentración total todo el tiempo era perfecta me centre en un punto fijo del árbol y con una katana de verdad que Tomioka me prestó estaba lista para atacar.

—Respiración de agua primera postura tajo de la superficie— ataqué directamente una de las ramas, así continúe hasta llegar a la sexta postura pero al no poder realizarla una idea vino a mi mente.

— Respiración de agua, variación, sexta postura ¡cristalización! — al cambiar mi forma de respirar y dar tres cortes en diagonal el árbol terminó con múltiples hielos incrustados.

—Así que una respiración de hielo

Un señor de edad avanzada estaba junto a mí y a su lado estaba Tomioka tal vez era su maestro pensé.

— La has entrenado bien Tomioka, puede que alcance la selección de este año.

Sin prestar más atención seguí con lo mío, realize otras cuatro posturas que varíe de las originales.Cuando termine mi entrenamiento me dirigí a la cocina y prepare ramen para los tres.

Durante la cena el señor Urokodaki le comentó de los avances del muchacho que Tomioka había enviado con él y también le hablóque yo debía perfeccionar mi oído y olfato además de que después de la katana debía pasar dos pruebas más.

Al día siguiente y durante los próximos cuatro meses practique con la katana hasta que logré hacer sin ningún error las posturas originales y las que yo varíe a excepción de la última postura que varíe además de que siempre seguía con los mismos ejercicios de la primera fase.

Hoy en la mañana me desperté temprano y Tomioka me guío a una montaña mientras más subíamos el oxígeno era más puro lo cual a una persona le podría dar un mareo pero para mí al ya saber la respiración de concentración total no.

—Está es la prueba para que aprendas a utilizar tu olfato y tú oído, buena suerte

—Bueno a empezar— mientras bajaba las trampas se activaban, esquivé unas cuantas con ayuda de mi flexibilidad pero aún así muchas me dieron. Al estar en media montaña me concentre lo más que pude y logré escuchar el sonido de Tomioka que al parecer estaba entrenando y forzando mi nariz oler las trampas, así fuí bajando.

—Esto es difícil, pero debo esforzarme — tome unos cuantos de los cuchillos de una de las trampas y los lanze, al forzar mi nariz pude oler las trampas que venían hacía mi y esquivarlas logré llegar a la finca algo sucia pero lo había logrado.

Durante dos meses subí y bajé la montaña las primeras tres semanas de la misma manera que la primera, las próximas tres con los ojos tapados y las últimas dos con la katana.

— Muy bien está es tu última prueba y veremos si estás lista para la selección final.

—Estoy segura de que podré hacerlo, mi entrenamiento no será en vano.

Frente a mí estaba una enorme piedra que debía cortar a la mitad con la katana, cuando Tomioka se fue comenzé a tratar de hacerlo pero era inútil.

—Por más que lo intente no da resultado — expresé con tristeza. Al haber muchos árboles comenzé a practicar todo de nuevo. Así fue durante tres semanas hasta que logré partir la roca.

—¡Lo he logrado!— salte de alegría

—Estás lista para la selección será en dos meses así que práctica todos los días.

Así fue practicaba todo los días hasta que llegó el momento.

LA ALUMNA DEL PILAR DEL AGUADonde viven las historias. Descúbrelo ahora