Una chica de trece años conocida del pilar del agua tras una tragedia se va a vivir con el y tras entrenar asiste a la selección final la pasa y en poco tiempo se convierte en la tsukugo del pilar.
Pd. Los personajes a excepción de Nataly son creaci...
Tendría que esperar quince días para que llegara mi katana, como Tomioka no estaba me dispuse a tratar mis heridas y moretones; cuando termine fui a la cocina a preparar algo de comida.
—Nataly ¿Ya has vuelto?— escuché hablar a Tomioka
—Estoy en la cocina Tomioka San
El azabache entró a la cocina y una pequeña sonrisa apareció en su rostro, serví el ramen que cocinaba momentos antes en dos platos y me dispuse a comer con él.
— ¿Cómo te fue en la selección?
—El demonio un poco más difícil de enfrentar fue una chica que controlaba lianas, me atrapó pero logré matarla, aunque por su culpa mi capa se rompió.
Tomioka acarició mi cabeza —puedes descansar estos quince días para que recuperes fuerzas.
Estoy ahora mismo dándome un baño en las aguas termales y contemplando los cambios de mi cuerpo a causa del entrenamiento. No crecí mucho en estos meses antes medía un metro cincuenta y nueve y ahora aproximadamente mido un metro sesenta y dos. Mi torso está marcado y ya no es muy femenino, mis pechos han crecido como si tuviera quince años y mis músculos están más fuertes.
Tomé una toalla y envolví mi cuerpo en ella, salí del agua y tomé mi yukata azul claro con flores de loto (adoro esas flores) de la repisa. Caminé directo a mi habitación al entrar cerré la puerta y me coloqué la yukata me acosté en el futón pero no lograba conciliar el sueño.
— Tal vez un té de glicina me ayude a dormir — me levanté del futón y voy al patio a recoger algunos pétalos cuando los obtuve caminé a la cocina y me dispuse a preparar el té.
—Me encanta este aroma—huelo de nuevo el té mientras lo bebo.
Desperté temprano para asear un poco la finca, Tomioka San no estaba (él se la vive en misiones). Estaba barriendo la entrada cuando Tomioka llegó.
— Tengo algo para tí, vamos adentro
Yo solo lo seguí y nos sentamos en el piso de la entrada, el saco algo doblado de su bolso y me lo entregó al extenderlo era un haori azul marino con copos de nieve y flores de loto.
—¡Me fascina! Gracias Tomioka San — me lancé a abrazarlo y él me correspondió.
Apartir de la segunda semana me dediqué a volver a entrenar para no perder la practica. Al finalizar la segunda semana me encontraba escalando uno de los árboles de glicina cuando ví acercarse a un señor, rápido bajé del árbol y lo esperé en la entrada.
—Buenos días ¿Es usted mi herrero?
— Herrera señorita Nakano— me corrigió en su género.
—oh lo lamento— hice una pequeña reverencia
—No se preocupe es normal confundirme por mi vestimenta— la mujer llevaba un kimono amarillo, la cabeza tapada por un sombrero de paja y en el rostro llevaba una máscara.
La hice pasar a la finca y nos sentamos en el piso de la cocina debido a que le serví un poco de té se retiró la máscara mostrando su lindo rostro. Sin la máscara de zorro que portaba era una linda mujer de unos veinticinco años, cabello rojo, ojos naranjas y piel pálida.
—Soy Uzumaki Hanako y seré tu herrera— sacó la katana de una caja de madera que había dejado a un lado ella y me la entregó. Cuando la sostuve en mis manos me explico lo básico de las katanas nichirin, al sacarla de la funda se tiñó de azul oscuro la parte del mango hasta un tercio y se volvió de un azul más claro y el resto de un azul aún más claro.
—Vaya, es una katana peculiar, si mi amigo Haganezuka San la viera estaría haciendo bastante bulla de la emoción.
—Gracias por la katana, Uzumaki San
—Dime solo Hanako
La mujer se colocó de nuevo la máscara y el sombrero y partió de inmediato no sin antes despedirse y agradecer por el té.
— Caw, Caw, Nataly Nakano dirígete al norte niños están desapareciendo —mi cuervo había llegado con mi primera misión.
— Entendido Kiro, dame unos minutos— salí corriendo hacía mi habitación y me puse el uniforme.
El escote no me agradaba mucho pero en el había una nota que decía que así era el uniforme de las chicas y que no había reclamos, me coloqué unas botas y el ahori que Tomioka San me había regalado días atrás. En un bolso puse dinero que Tomioka me daba, unas botellas de veneno y antídotos que había creado y algunas cosas de primeros auxilios. Al estar lista escribí una nota para Tomioka y me fuí directo a mi misión
Katana
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