𝙅𝙪𝙚𝙫𝙚𝙨 ┃𝘼𝙙𝙖𝙥𝙩𝙖𝙘𝙞ó𝙣 𝙓ī𝘾𝙝é𝙣𝙜

Ⅳ

Y así pasan los días de lunes a viernes...

Luego de aquella vez que me miró fijamente por escasos treinta segundos, aquello no volvió a pasar. Y volvimos a la rutina de siempre. El estaba parado del otro lado del vagón mirando por la ventana a pesar de que había lugares frente a mí e incluso, a mi lado.

Bueno, ¿pero qué esperabas, Lán XīChén? ¿Qué te hablara? Eso no va pasar, no en esta vida.

Pero no es como si no valiera la pena... Sé que no soy tan lindo. Pero mis amigos siempre me decían que lo era. Ellos jamás me mentirían, ¿O sí?

Sé también que no soy la persona más interesante, es decir, estudio literatura, no es la mejor carrera del mundo, ni tampoco soy el mejor escritor del mundo. Pero no estoy tan mal.

¿O sí?

Necesitaba su atención, que me mirase de nuevo y supiera que ahí estaba. Probablemente estoy siendo desesperado pero si era necesario, tendría que quitarme toda la pena que tenía y me acercaría a hablarle.

¿Pero de qué?

Ugh, ¿Por qué es tan difícil? ¿Por qué tuve que enamorarme de el? ¿Por qué tuve que enamorarme en el tren?

Mírame, dame una señal, lo necesito.

Te necesito.

Esta situación ya me había superado, normalmente cuando alguien se "enamora" de otra persona en el transporte público luego de una hora después de haberle visto, le olvidas por completo y aquel "amor" que juraste sentir, se esfuma.

Con el era diferente porque le veía de lunes a viernes y siempre que ponía un pie en el vagón, me volvía a enamorar justo como la primera vez.

¿Acaso este no es el amor más fiel del mundo? No sé nada de el pero aún así, no salgo con nadie, ni me interesa nadie tampoco, solo tengo ojos para aquel chico de piel suave y tersa.

Mi corazón es completamente suyo y el no lo sabe.

De estación a estación, va y viene el silencio.