Yo cierro los ojos, me hago mas pequeñito...
Luego de suplicarle a absolutamente todos los dioses habidos y por haber, ese día fue diferente. Fue una diferencia tanto buena como mala.
La mala, se bajó una estación antes de la mía. Cosa que jamás había pasado, así que era completamente inusual, fue cuando mi mente comenzó a trabajar mil por hora. ¿Y si quedó a verse con alguien más? Quizás una chica, una chica baja, bonita y delgada con un cabello largo y cuerpo perfecto.
No sabía si existiría, pero de igual manera le odiaba, o mejor dicho, odiaba la razón por la que el se bajó antes que yo.
Lo importante de ese momento, fue lo bueno que sucedió. Pues al bajar de su estación algo apresurado (aparentemente había olvidado que tenía que descender ahí) tiró su cuaderno y al querer regresar a recogerlo, las puertas ya habían cerrado. Me apresuré a recogerlo, estábamos solos como siempre, así que nadie lo tomaría, mas que yo pero aun así, fui corriendo hasta aquel cuaderno. Como si mi vida dependiera de ello.
Mi amor imposible vio lo que hice mientras avanzaba el vagón acelerando de poco su paso.
Nos miramos fijamente a los ojos por el cristal que ya nos separaba, y de pronto me sentí pequeño ante su mirada, sostenía con una de mis manos sus pertenencias. Se veía asustado, casi como si hubiese perdido algo muy importante para el.
Como pude, hice varios gestos torpes con la mano indicando que mañana se lo devolvería. Que no tenía que preocuparse pero claramente no soy un mimo y no sabía si me había entendido y a juzgar por su cara de "¿Qué le pasa a este chico?" pienso que no fue así, y al final, le vi suspirando mirando hacia otra parte, esperanzado que se lo devolviese.
Pero al menos ya tenía una razón para hablarle y no una estúpida excusa como pedirle la hora o algo así. Eso ya no se usaba, ya no en este siglo.
Estaba eufórico de felicidad, mañana le hablaré, mañana escucharé su voz por primera vez y me tendrá que agradecer con una sonrisa por haberle salvado su preciado cuaderno. Quizás en eso último exageraba pero, en serio, quería que me dedicase al menos una sonrisa.
Todo el día me la pasé mirando aquel cuaderno, dudando entre si abrirlo o no. Si lo hacía, me sentía totalmente stalker violando por completo su privacidad... Aunque podría ser un simple cuaderno de la escuela, ¿no? Con aburridas lecciones sobre alguna materia, nada lo suficientemente personal como para sentirme como un acosador... Pero a este nivel, ¿no sería ya uno? Me la paso mirándole, incluso he de admitir que he fantaseado. ¿Qué mas da si soy un acosador? El no sabría que mire su cuaderno. Pero, de igual manera tampoco confiaría en que no lo abrí. Al final, soy solo un desconocido.
Vamos Lán XīChén, ¿Por qué te lo piensas tanto? Mirarás solo un poco, sabrás más de el... ¿No es que lo que siempre has querido?
Hazlo, Hazlo.
Seguro tiene escrito su nombre, Lán, no seas imbécil, ábrelo.
Y tal como mi subconsciente me indico, su nombre estaba escrito en la primera hoja con una cursiva bastante clara y limpia.
"Jiāng Chéng"
Sonreí como un estúpido sin dejar de mirar su nombre, por fin sabía como se llamaba.
Decidí no mirar más, me basta con ponerle nombre a su rostro pero la curiosidad me mataba. Solo será un rápido vistazo.
Minutos después supe que Jiāng Chéng estudiaba música o que era su hobbie. Aquel cuaderno era de acordes y con ayuda de mi hermano menor, Lán WàngJī, supimos que mi crush como el lo llamaba, era bastante talentoso para esto.
Tú apartas la vista, apenas respiro.
ESTÁS LEYENDO
𝙅𝙪𝙚𝙫𝙚𝙨 ┃𝘼𝙙𝙖𝙥𝙩𝙖𝙘𝙞ó𝙣 𝙓ī𝘾𝙝é𝙣𝙜
FanfictionLán XīChén comparte el mismo tren de lunes a viernes a la misma hora junto a Jiāng Chéng. XīChén está completamente enamorado de aquel chico pero él no lo ve. O al menos eso piensa. 🌱 Autora original: @imsummer Adaptación por: @kinboshi26 Todos los...