Malditos sean los gemelos ᴡᴀɴɢ

01 - ¿Cómo había llegado a eso?

Exhale lentamente, había tenido un día bastante pesado y solo quería tomar un trago. Me dirigía a un bar conocido, mi amigo Zhou Cheng me lo recomendó. Al traspasar las puertas solo camine hacia la barra, sentándome en una de las bancas vacías.

Una chica joven me dijo que ya me atendían, yo solo asentí sin mirarla, sin prestarle mucha atención. Un joven alto y de cabello castaño oscuro dejo una copa con algún trago colorido a la persona a mi lado, luego esta se fue. – ¿Qué desea ordenar? – preguntó.

–Lo más fuerte que tengas –dije sin mucho ánimo.

Mi vista seguía en la barra, apenas le había dado una mirada cuando volteo y comenzó a prepararme mi bebida. Mire un poco de noticias en mi página de Weibo con mi teléfono, hasta que finalmente una bebida clara fue dejada sobre una servilleta y entregada a mí.

Finalmente levante mi vista, viendo al atractivo hombre frente a mí. Él parecía muy serio a simple vista. – Que lo disfrute –dijo limpiando la barra, luego se alejo para seguir atendiendo a los demás que estábamos en la barra.

Me permití verlo un poco más, hasta que le di un trago a mi bebida; estaba algo dulce y no tan fuerte, pero me gusto. Suspire volviendo mi vista a mi teléfono, recordando porque me sentía así: Una de mis mejores amigas se iba a casar y estaba esperando un bebé, lo que me hizo recordar que yo, a mis casi treinta y un años, faltaban unos días para que cumpliera años, aun no tengo.

No tengo una novia, o alguien que este conmigo de forma sentimental o como pareja romántica; mucha de las chicas de mi trabajo estaban interesadas en mí, pero no sentía ninguna atracción hacia ninguna de ellas. No es que no fueran lindas, es solo que aun no apareció ese alguien importante para mí.

Ese alguien que acelerara mis latidos, que me hiciera sentir diferente y especial.

Muchos de mis amigos ya tenían a su alguien especial, con quienes ya decidieron pasar el resto de su vida, yo no; al menos por ahora. Todavía esperaba que ese alguien llegara, todavía creía que había alguien especial para mí en el mundo.

– ¿Estás listo, hermano? – oí cerca de mí, una voz masculina, sacándome de mis pensamientos. Mire a mi lado, notando al mismo hombre que me había dado mi bebida hace poco; al parecer se había terminado su turno.

O eso creía.

–Aun no, falta casi una hora –dijo otra masculina voz. – Tendrás que esperar a que termine.

Mire hacia donde provenía la voz, notando a otro hombre parecido al que estaba a mi lado, solo que el que estaba a mi lado tenía el cabello castaño más claro; el hombre frente a mí era el bartender que me dio mi bebida. Los mire confundido, notando a dos hombres iguales pero con distintos peinados y ropa. Mire mi copa, creo que ya me hizo efecto, ¿Qué tenía esa bebida?

¿Porque estaba viendo doble?

– Li espera en una mesa, no molestes a los demás clientes –dijo el hombre al otro lado de la barra. Li en cuestión me miro con una media sonrisa, alejándose de la barra para ir a sentarse en una de las mesas. Observe como se acomodo sobre la silla, guiñándome el ojo cuando noto que lo estaba mirando.

Voltee rápidamente, sintiendo calor en mis mejillas. – Disculpe a mi hermano, por favor –. Mire al hombre al otro lado de la barra, quien se disculpo por su hermano, al parecer gemelo. Otra explicación no encontraba para ver a dos personas casi iguales, sin haber ingerido grandes cantidades de alcohol.

– Descuida –dije, con una pequeña sonrisa.

Le di otro trago a mi bebida, pasando lentamente la lengua por mis labios, ya que un poco del líquido escapo de entre ellos; con suerte el bartender no lo noto, ya que estaba atendiendo a otras personas en la barra. Note que la servilleta que tenía estaba en el suelo, busque con que limpiarme pero no tenía nada. Vi una servilleta blanca a mi lado, lo que me hizo notar que el hermano del bartender estaba ofreciéndomela, sentado a mi lado.