No quería enamorarme.
Enamorarse, la mayor parte de las veces, equivale a sufrimiento, y yo he tenido suficiente de eso.
Pero llegaste tú.
Tú y tu sonrisa.
Tú y tus ojos brillantes.
Tú y tu manera de hacerme reír.
Tú y tus ideas.
Tú y tus sueños.
Tú y tus cicatrices.
Tú y tu forma de amarme.
No, yo no quería enamorarme.
Pero me enamoré de ti.