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-Jimin – llame su nombre al día siguiente cuando llegue al teatro y el estaba sentado en el piso estirando sus piernas, captando su atención volteo a verme desde abajo.

-Que paso?

Me agache quedando a su altura -Podemos hablar en la salida -pregunte

-Está bien – asintió volviendo a lo suyo.

-Jungkook – me hablo el señor lee.

-Nos vemos al rato si – le dije viéndolo y parándome del suelo el solo asintió sin decir nada mas ni siquiera me voltio a ver.

Cuando llego la hora de salir, lo espere afuera recargado en mi moto, esperando a que el saliera, después de un rato salió caminando lentamente con la pirada gacha, camine rápidamente hacia el tomándolo con una mano por detrás de su cintura apegándolo a mí, el me miro sorprendido pero antes de que pudiera protestar alce su barbilla con mi mano libre y acerque mis labios a los suyos dejando un casto beso que cuando nos separamos chupe lentamente su labio superior dejando un rastro de saliva al separarme de él.

-Que no se te haga costumbre besarme cuando se te dé la gana – me dijo ofendido mirándome a los ojos, ojos que se dilataron al verme, sonreí acunando su mejilla con mi mano, susurrando cerca de sus labios.

-Tarde – quise volver a besarlo, pero él lo impidió poniendo sus manos en mi pecho alejándome un poco de él, lo miré confuso.

-Tengo hambre – iba protestar, pero un sonido proveniente de su estómago me hizo callarme, ambos bajamos la mirada hacia abajo viendo su pancita - ¡ups! – soltó riendo, siguiéndolo yo después.

-Vamos – tome su mano jalándolo a la moto.

-Espera – me detuvo, volteándolo a ver continuo – te quiero mostrar un lugar -asentí feliz – vamos al edificio donde vivo, si – volví a asentir mientras le colocaba el casco.

Cuando llegamos tomo mi mano jalándome sin decir nada, subimos por las escaleras hasta el techo del edificio.

-Ven – soltó mi mano y mi hizo señas para que lo siguiera y así lo ice

Dando la vuelta aun pequeño cuarto que estaba arriba del edificio, esta una gran pintura plasmada en una de las paredes y frente de estaba una tira de focos cruzados de lado a lado iluminando, justo debajo de estos se encontraba una pequeña sala con cojines y una mesita al centro.

-Te gusta – me pregunto, y yo asentí.

-Que significa – señale la pintura en la pared.

-Que la sociedad es una mierda.

-Tú lo dibujaste – pregunté y el asintió – no pensé que dibujaras tan bien – el soltó una risa, aminando Asia los sillones sentándose en uno de él, palmeando aun lado para que me sentara yo y así lo hice me senté a su lado.

-Puedo hablar contigo – pregunte y el asintió sacando unas cervezas de un pequeño refri que estaba aún lado.

-Habla

-Hace dos años que mi vida era completamente diferente a lo que es ahora sabes – comencé – creo también ser una persona diferente, antes solía participar en carreras ilegales de motos ahí conocí a mi mejor amigo yoongi, la única persona que me hacia sentir vivo y me apoyaba, siempre estuvo cuando mas lo necesite, me dio consejos y un abrazo cuando mas lo necesite, el era como un hermano para mi...........lamentablemente el falleció y yo no pude estar cuando eso paso, es mi culpa, aun siento que es mi culpa, me fui de corea siendo un completo cobarde que no supo afrentar los problemas cuando se presentaron, pero créeme que no podía por mas fuerte que fuera no podía, el abandono de mi madre, cuando me incriminaron por golpear al amante de ella, el abandono de taehyung y luego la muerte de la persona que mas quiero y extraño en mi vida, eso fue una completa mierda para mí.

No te voy a mentir aun no puedo olvidar ni soportar su muerte, cada día lo recuerdo, recuerdo cuando ambos apostábamos, cuando me acompaño hacerme mi primer tatuaje, nuestra primera borrachera, cuando molestábamos a los niños ricos, estuvo en mis momentos más difíciles al igual que yo con él, estuvo en mi primer amor.............

Y yo lo perdí.................. - no pude mas y lagrimas empezaron a bajar por mis mejillas.

-Sabes jungkook, mi mama tenía una enfermedad terminal, así que antes de morir me dijo que no le llorara, que no cargara con el peso de su muerte, que si algún día lloraba mucho su perdida y no podría superarla, me dijo que le redactara una carta, una carta donde le escriba todo lo que siento y como me siento, cada vez que la recuerde, que la escribiera y después la quemara dejando que el viento se llevara las cenizas, y que donde quiera que ella estuviera la podría y leer, y yo líbrame de ese dolor que llevo dentro de no poder superar su muerte aun, creo que te vendría bien hacer lo mismo, no te digo que trates de olvidarlo solo ya no cargues con eso que no te deja avanzar y te lastima, trata de superar su muerte para bien, y créeme que te quitaras un peso de encima – volteo a verme limpiando mis mejillas con sus pulgares – te ves feo cuando lloras – reí por su comentario, el se estiro un poco pasándome una hoja y un lapicero – toma.

-Ahora – pregunte y el asintió.

-Aslo mientras voy por algo de comer okey – asentí, el se levanto caminando hacia la salida, limpie mis lagrimas restantes dispuesto a escribir.

Cuando el regreso con comida, yo ya avío terminado de escribir y doblado la carta.

-Listo – asentí – dejo las cosas en la mesa y tomo mi mano, nos acercamos a la orilla del edifico y me entrego un encendedor – quémala – lo tomo y empecé a quemar la carta desde la orilla.

-Mejor – me pregunto cuando la carta se quemo por completo, llevándose el aire las cenizas.

-Mejor – le respondí acercándome lentamente hacia el tomando sus pomposas mejillas con mis manos.

-Que haces – me pregunto asombrado, pero yo no respondí porque enseguida apegué mis labios con los suyos, comenzado un suave beso que al principio el no correspondió, pero después comenzó a mover sus labios lentamente, baje mis manos hasta su cadera apretando levemente, y el abrazo mi cuello con sus brazos, abrió más su boca dándome más Axeso a ella, no desaproveche e introduje mi lengua explorando con ella toda su cavidad bucal, el beso se empezó a intensificar así que abrase su cintura agachándome un poco quedando mas a su altura, el tomo mis mejillas con su manitas, mientras mordía levemente mi labio, yo chupe y mordí su lengua, no aguante mas y baje mi mano a su glúteo apretándolo un poco, el soltó un pequeño gemido que fue callado por mis labios, separándose de mi aun con sus manos en mis mejillas y el con sus mejillas rojas y sus labios hinchados y con rastros de mi saliva en ellos, nos miramos fijamente a los ojos sin decir nada, ni una palabra solo la conexión entre nuestras intensas miradas.

-Déjame cortejarte – le pregunte casi en un susurro ya que estábamos muy cerca el uno del otro, el me miro sorprendido – tengamos una cita que dices – pregunte con ilusión, sacándolo de sus pensamientos ya que él no me respondía.

-Solo prométeme una cosa – me dijo y yo lo mire confuso.

-Qué cosa – pregunte curioso.

-Si te voy a entregar mi corazón y mi confianza, prométeme cuidarlos – me pregunte viéndome a los ojos y mostrándome su pequeño meñique, sonreí enternecido y acepte.

-Te lo prometo – le dije mirándolo a los ojos entrelazando mi meñique con el suyo, cerrando el pacto con los pulgares, volvió a tomar mis mejillas dándome un beso, sonando un chasquido cuando se separó, sonreí volviendo a besarlo.

Estuvimos comiendo y tomando cerveza mientras platicábamos cosas de nuestra vida y reíamos, hasta que me tuve que ir, bajo a dejarme en la salida despidiéndose de mi con un casto beso en los labios, ya que mañana ninguno de los dos tendría que ir al teatro quedamos para mañana nuestra cita le dije que pasaría por el avisándole cuando estuviera abajo el acepto y termine yéndome con una sonrisa de oreja a oreja.

YO ANTES DE TI - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora