Te quiero a ti

I

Su respiración se tornó muy agitada, el calor se volvió insoportable de un momento a otro, todo lo que sentía era ardor, dolor y unas inmensas ganas de gritar.

Cómo pudo se arrastró a la cama, haciéndose un ovillo, tratando de controlar su propio cuerpo, su omega interno le estaba gritando, buscando alivió.

— Por favor... Necesito... — su voz sonaba desgarradora, su garganta ardía de igual forma que su cuerpo, no sabía que más hacer.

— Suigetsu, haz algo — habló preocupada la peliroja, mientras escuchaban todo tras la puerta.

El olor de omega en celo, se esparció por todo el cuartel, lo bueno es que ambos estaban enlazados, así que no sentían la necesidad de ir a ese llamado, pero eso no les quitaba la preocupación.

— No puedo hacer nada Karin, sabes bien que no puedo acercarme.

La chica miró preocupada abriendo la puerta cuidadosamente, solo para observar el desastre que en esos momentos era Sasuke Uchiha.

— Sasuke... — susurro delicadamente.

Pero era inútil, su mente solo pensaba en algo, o más bien en alguien.

— Por favor... Alfa... Por favor quiero a mi alfa...

Las palabras de súplica de Sasuke y los jadeos desesperados eran los únicos sonidos en la habitación.

— Por favor... Alfa.

...

Naruto venía de regreso de una misión cerca de la aldea, últimamente no había mucho trabajo así que agradece las pocas misiones que tiene, iba caminando con su equipo muy tranquilo, pensando en su siguiente misión.

— ¡Sasuke! — dijo alarmado deteniendo su paso.

— ¿Eh? — Shikamaru lo miró extrañado.

— Eh, no nada, lo siento — habló avergonzado y siguió caminando, aunque no pudo evitar pensar en eso, era extraño, su alfa interno estaba inquieto, como si quisiera seguir algo, pero no entendía que exactamente.

— Hombre, a veces dices cosas raras — suspiró cansado, no era la primera vez que el rubio decía ese nombre de la nada, en el fondo se sentía preocupado y triste por su amigo.

— ¿Estás bien Naruto? — preguntó el beta que estaba del otro lado.

— Si, lo siento, solo fue un pensamiento rápido, me siento un poco raro, como si alguien me necesitará — dijo melancólico, antes de volver a la realidad — Olvídenlo, son cosas mías.

— A lo mejor alguien en la aldea está teniendo su celo, ya estamos cerca, puede ser que te esté llamando.

El rubio lo miró dudoso, normalmente los celos de gente desconocida suelen darle igual y su cuerpo no reacciona ante esas cosas, a menos que sea demasiado fuerte y tenga intenciones específicas.

— Lo dudo Sai, a lo mejor solo estoy cansado — respondió con una sonrisa, ignorando ese extraño llamado.

— Si, puede ser.

— Que problemático, lo bueno es que ya llegamos, así que vamos a la torre.

— Ustedes adelántese, necesito ir por algo, pero yo los alcanzo, no tardo — dijo mientras corría hacia su departamento.

Los dos betas se miraron entre si extrañados, pero siguieron su camino.

Naruto llegó a su pequeño departamento, en lo que tardó en llegar, su alfa se volvió más desesperado.

No entendía que le estaba pasando, pero esa extraña sensación se estaba volviendo insoportable, se echó agua en la cara y se encamino a la torre, después de todo tenía sus propias responsabilidades.

...

— Alfa... Por favor... Duele... — susurró lo último antes de caer inconsciente.

Lo acomodó en la cama y salió de la habitación, para volver a su laboratorio, siendo seguido por la parejita a cargo.

— Orochimaru-sama, ¿Sasuke estará bien? — preguntó la alfa.

El nombrado suspiró, mientras guardaba los supresores con los que estaba experimentado.

— Lo está, por lo menos por ahora.

— Este es su tercer celo, pero cada vez lo veo peor — habló esta vez el omega.

— No podemos hacer nada, Sasuke rechaza a todos los alfas que se le acercan, pero si sigue así no aguantará mucho.

— Pero Sasuke, solo dice, alfa, mi alfa, no sabemos a quién se refiere, nunca ha dicho un nombre.

— ¿Qué hacemos entonces?

— Ustedes irán a Konoha — hablo Orochimaru, solo escuchó un sonido de confusión por parte de ambos — El alfa al que tanto llama debe estar ahí, Karin, Suigetsu, se los encargo, ayuden a Sasuke encontrando al alfa.

Los dos asintieron, tomando algunas cosas para dirigirse a aquella aldea.

Orochimaru se quedó para experimentar con sus sustancias, además de cuidar a Sasuke, le preocupaba realmente su salud y no era bueno aguantar su celo así, sobre todo porque su cuerpo rechaza los supresores y eso lo hace más difícil.

— Naruto... — susurró entre sueños, sus ojos lagrimeando inconscientemente.