¡PRISIONERO DE UNA MARCA! (Sasunaru)

Biología Marina Y Reencuentro

6 años más tarde*

El tiempo le había favorecido, con 18 años de edad se había convertido en un excelente jugador de bádminton, le gustaba el deporte asistía a un club de deportes, donde practicaba algunas horas extracurriculares que le ayudaban a pasar el tiempo. Para pagar su carrera de Biología marina cumplía el papel de mesero en una linda frutería de heladería y cevicheria en la ciudad de Tokio, le gustaba su trabajo le pagaban bien, y podía comer lo que quería de la frutería al ser trabajador de allí, se había mudado hace unos dos años para estudiar lo que quería en una universidad que le ayudaba con el 40% del dinero para sus estudios.

Su departamento en la ciudad era de uno de los hijos de la poderosa familia Sabaku, quienes eran los dueños de la frutería, el chico amablemente se lo había ofrecido al no estar en uso y Naruto al principio había dudado, pero los costosos precios de Hoteles le había obligado a aceptarlo con algo de vergüenza. Vivía solo pero conforme con ello

En ese momento se encontraba cambiándose de ropa para ir a la universidad, votó por una camisa blanca y unos pantalones holgados de silueta delgada, su cabello comúnmente desordenado al estar húmedo por el reciente baño había intentado acomodarlo pero le fue imposible, sus hebras doradas habían decidido quedarse en desorden al ser ellas un poco onduladas, se paro frente al tocador y miró su reflejo en el, sonrió juguetón mientras ponía un poco de perfume, su sonrisa se borró al querer poner perfume en su cuello, recordó que no había puesto su usual y diario parche transdérmico que de cualquier forma no importaba el medicamento que este tuviese, su marca nunca se borraba y siempre se mantenía viva, como si la retocaran todos los días porque siempre se veía reciente, sin pensarlo mucho puso el parche en su lugar, era del color de su piel y por esa simple razón pasaba desapercibida, zapatos en sus pies para luego salir de su hogar.

Cuando iba en el transporte público recordó que hoy estudiarian el ADN de las medusas y su ropa marina había quedado olvidada por completo, con un suspiro pesado espero la próxima parada y se bajo corriendo directo a su casa para recoger la ropa y nuevamente subirse al transporte. Como era de esperarse había sido el último en llegar, el autobús estaba listo para ir rumbo al mar al que únicamente iban turistas a ver peces, pero ellos al ser estudiantes habían conseguido el permiso de sumergirse en las aguas para hacer sus investigaciones. Cuando todos estaban listos con sus trajes de buseo, el profesor Utakata fue el primero en undirse seguido de sus estudiantes, el agua al recibir impacto se había movido violentamente espantando todo tipo de vida marina que allí hubiera anteriormente, Utakata habló con el lenguaje de señas que les había enseñado a sus estudiantes precisamente para comunicarse con sus alumnos bajo mar, comenzarían con la búsqueda de medusas.

Maravillado, esa era la palabra con la cual describir la expresión del rubio al estar viendo tantas coloridas lágrimas de mar, habían violetas, naranjas, rojas, amarillas e incluso transparentes, el había decidido extraerle el ADN a una medusa violeta, cuidadosamente y sin ser percibido se acercó a una arrancando con cuidado un tentáculo de estas, ellas al no tener sistema nervioso no sufrían de dolor alguno pero como tal si tenían reacción, por lo que a la que Naruto le había robado se puso a la defensiva intentando defenderse pero ya había pasado a lo que la medusa solo siguió en su labor de seguir nadando, además no podía picarle por el traje de protección que el blondo portaba, después de algún tiempo el tentáculo volvería a nacer.

De regreso en la universidad habían comenzando con los estudios analizando el porqué las medusas son el único organismo que tiene la capacidad de la inmortalidad, y al haber varios estudiantes habían varios tipos de ADN porque las medusas eran de diferentes colores por lo tanto de diferentes especies, porsupuesto que habían utilizado guantes no querían encontrarse con la sorpresa de hallar veneno en algunos tentáculos. La conclusión del día fue que algunas medusas si podían morir, no todas tenían la impresionante habilidad de rejuvenecimiento, quienes la tenían eran las famosas medusas Turritopsis dohrnii.