Lover Era [Ray][The Promised Neverland AU]

Capítulo 4

---- ¿entonces todo fue bien?--. Asentí. Amelie parecía sentirse aliviada con respecto al asunto--. Deberías de darle las gracias a ese chico, si fuera otro.. lo más probable es que te quedarías arruinada.

Baje la cabeza. Amelie tenia razón,  Nat había sido muy amable el día de hoy, a pesar de que insulte su físico.

---- Si, debería de agradecerle..--. Amellie suspiró.  El tema de Brown había acabado, pero algo me decía que algún asunto no andaba bien-. Por cierto, Verónica.

---- ¿si?

---- El cocinero renuncio está mañana. Al igual que tu asistente--. Abri los ojos como platos, ¿dos personas en un solo día?

---- ¿Qué?, ¿pero por qué?, ¿dieron alguna razón?--. Al parecer yo parecía más preocupada, puesto que Amelie mantenía la calma.

---- Tranquila. He conseguido a un sustituto de ambos. Un chico acepto ambos trabajos, así que tendrá la paga de ambos servicios.

---- Realmente extrañare la comida del Cheff Giovanni--. Dije melancolicamente. Ante eso, gane un codazo de parte de Amelie.

---- ¡Vamos!, ni siquiera comías en casa--. Se quejo, a lo que rodé los ojos divertidamente.

---- Bien, ¿cuando llegara?, realmente necesito a un asistente para arreglar algunos asuntos.

---- Hmm... se supone que llegaría dentro de una hora, pero esa hora esta por concluir.

"Que bien, un idiota que se echo atras", pensé. En eso, el timbre de la casa había  soñado. Amelie fue a atender con una sonrisa de alivio en su rostro, yo solo me quedaba en mi lugar expectante de quien llegaría.

---- Lamento la tardanza, realmente había algo de trafico y tuve que venir a pie--. Escuché que dijo un chico.

---- ¡no te preocupes!, lo importante es que llegaste a salvo.

---- Mañana me aseguraré de llegar más temprano..

Aquella voz se me hacia conocida de algún lado, pero realmente no sabía de dónde. Escuché los pasos acercarse a la cocina, y quedé atónita cuando vi de quien se trataba.

---- ¡¿Tú?!--. Espete. Amelie y el chico se me quedaron viendo, más mi hermana, que parecía sorprendida.

---- Verónica, ¿ocurre algo?--. Mi rostro parecía pintarse de rojo, al parecer estaba haciendo una escena sin darme cuenta.

---- Discúlpame Amelie. Solo me sorprendí de ver quien sería mi nuevo asistente y cocinero.

---- Soy Ray Park. Será un gusto trabajar para uste...

---- Si, si, no hace falta que te presentes tan "formalmente". Tú y yo nos conocemos después de todo, ¿no es así, Ray?

El chico pelinegro no me contestó, odiaba eso, el que siempre guardará silencio. Mi hermana parecía aun más sorprendida, pero me miró de una manera realmente sentenciadora. Yo debía guardar la compostura.

---- Disculpala, Ray. Realmente no ha tenido una buena semana y se desquita con el primero que se le cruce..--. Esto último lo dijo a regañadientes, mientras me miraba mal nuevamente.

---- No hay de que preocuparse, igual he tenido algunos accidentes con la señorita Verónica.

---- Ya veo.. --. Amelie me empujó hacia el pasillo que daba a las habitaciones--. ¿Puedes preparar la cena?, regreso en un momento.

Amelie terminó por arrastrarme hasta mi habitación,  mientras el chico, desconcertado, trataba de encontrar las ollas y sartenes para preparar la cena.

Ya en mi habitación me senté sobre mi cama, mientras mi hermana me miraba cruzada de brazos, esperando alguna explicación de mi parte.

----¿Y bien?

---- Bien, te contaré todo...

[...]

Amelie parecía un poco irritada, pero no sabía si era por el hecho de que había contratado al chico o se debía a mi y mis berrinches.

---- Entiendo todo lo que me dices. Y bien fue un accidente, ¡no era para que lo trataras así!

---- ¡Pero daño el auto!

---- Veronica... no exageres, que apenas y fue un rayón--. Amelie se tocó el puente de su nariz mientras negaba repetidas veces con la cabeza--. Entiendo que toda tu semana ha sido un asco, ¡pero no te desquite con los demás!

Me cruce de brazos mientras seguía escuchando los regaños de mi hermana mayor. Tal vez ella tenía razón,  tengo un carácter del asco y mucho más estoy así debido a los acontecimientos.  Me estaba pasando de la raya, y las personas a mi alrededor no merecían todo ese mal trato.

---- Y te pido un favor, Verónica.  Ni se te ocurra tratar mal al nuevo empleado..

--- Esta bien, te lo prometo.

[...]

---- ¿gustan más comida?-. Nos ofrecía el pelinegro. Yo negué ante su propuesta, mientras Amelie la aceptaba.

----- Joven Park, ¿no le gustaría cenar con nosotras?--. Ofreció mi hermana.

---- No hace falta, señora. Yo solo estoy cumpliendo con mi deber. Más tarde puedo cenar.

Amelie asintió nada convencida. Realmente me dio algo de pena, así que volví a proponer la invitación de mi hermana.

---- En serio, cena con nosotras. De ahora en más debemos llevarnos bien, ¿no crees?

El chico pareció un poco sorprendido por mis palabras, y tenía sentido, no había sido del todo amable con él.

---- Anda, que hasta Verónica te está invitando a cenar.  En serio no será ningún problema, siéntate.

Terminamos por convencer a Ray. Puesto que cuando trajo la segunda ración de comida para Amelie, también trajo un plato para él.

Parecía algo avergonzado de estar con nosotras, y ambas lo notamos. Amelie comenzó a sacarle platica al chico, intentando animar el ambiente. Sonreí de lado, Amelie era así, nunca excluía a nadie.

[...]

Acomode algunos papeles de mi pequeño escritorio para después entregárselos a Ray.

---- Lamento que tengas mucho trabajo, pero mi asistente anterior no era muy... eficaz--. Suspire--. Solo ordena mis pendientes en un horario, selecciona los más importantes entre cada semana.

---- Esta bien, mañana tendré sus horarios listos, sin falta.

---- Tranquilo, igual no hay prisa. Puedes retirarte, realmente estoy cansada--. El chico asintió, y salio de mi habitación cerrando la puerta detrás de si.

Me senté en mi cama, pensando en lo mal que había estado actuando estos últimos días. En serio que Amelie tenia razón , y yo tenía que solucionar aquello.

Me deje caer hacia atrás, tal vez todo lo que me ocurría en mi vida laboral y escolar me estaban afectando el cerebro.

---- Vamos Verónica,  tranquilízate. Mañana todo estará bien... todo estará mejor.

Pero aquellas palabras de aquel momento no tenían ni una pizca de realidad.