cap 10 -quedate con nosotros-

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Después de la comida Shinobu y Tomioka estuvieron hablando, decidiendo sobre si era mejor que
Haruko se quede con Tomioka mientras esté estuviera descansando.
Al final Haruko iba a quedarse con Tomioka mientras encontraban una familia para la niña.

Haruko: Gi-san estoy cansada de tanto caminar —Se quejo la niña frotándose los ojos con una de sus pequeñas manos— ¿Podrías cargarme?

Tomioka se encontraba hablando con Kyojuro que se encontraba a un lado del primer mencionado agarrando una de las manos de Haruko y a paso lento, ambos adultos alertas ya que salieron cuando se oculto el sol.

Kyo: No te preocupes Haruko-chan, si quieres yo te puedo cargar mientras que Tomioka está alerta —Dijo el rubio con una sonrisa mirando con cariño a la niña—

Haruko: Mientras me cargan estoy bien —dijo mientras caía sobre los brazos del azabache, cerrando sus ojos sabiendo que estaba segura—

Kyojuro y Tomioka se quedaron unos segundos en el mismo lugar, el último mencionado dándole a la niña al primer mencionado y este recibiendola entre sus brazos.

To: Estaba muy cansada al parecer —Dijo Tomioka retomando el camino hacia su finca —

Kyo: Si —Confirmo Kyojuro caminando a en lado del azabache— Estubo jugando con Nezuko y
Hashibira toda la tarde. Caminaron por un rato hasta llegar a la finca del agua. Pararon en la entrada, el azabache invito a pasar al rubio.

To:¿Puedes esperar un poco?, mientras preparo un futón para Haruko — Dijo Tomioka mientras
cerraba la puerta de la entrada principal—

Kyo: Sip, no te preocupes yo espero el tiempo necesario —Dijo sonriente Kyojurou mientras veía al
azabache ir a una habitación—

Pasaron unos minutos y el azabache le dijo que entrara a la habitación con la niña. Era una habitación simple, apenas y tiene un mueble para poner ropa.

To: Déjala en el futón voy por otro más —Dijo el azabache dirigiéndose a la entrada de la habitación—

Tomioka sabía que podría hacer más frío por las noches, así que decidió dormir con ella. Se cambió y cogió otro futón y busco más sábanas. Cuando regreso a la habitación donde se encontraba Haruko encontró a Kyojuro acostado con ella, estába abrazándolo y diciéndole algo que
no podía escuchar bien.

Kyo:Que bueno que llegaste, Haruko no quiere soltarme —Dijo Kyojuro con una sonrisa nerviosa y una
mirada pidiendo ayuda— Cuando la dejé me sujeto y empezó a decir que me quedará.

Tomioka se acercó a ambos y se puso detrás de Haruko, haciendo un intento de separarla del rubio pero sin usar tanta fuerza para no despertarla y lastimarla. Kyojuro por un lado intentaba separarla pero está se aferraba más.
Así estuvieron por unos minutos sin ningún éxito.

Haruko: No!

Ambos pararon de su intento de separarla para ver a la niña y escucharla

Haruko: Quédate con nosotros! —Dijo abriendo los ojos mirando al rubio haciendo un puchero—

Kyo: No puedo, a Tomioka talvez le incomode y no tengo ropa para cambiarme —Dijo un poco nervioso
el rubio pero dándole una sonrisa—

Haruko:¿Gi-san se puede quedar? —Dijo Haruko poniendo ojos de cachorro— Porfa! Quiero que se quede con nosotros como una familia

Ante la mención de esto el rubio se sonrojo notablemente pero ninguno de los otros dos presentes lo noto, mientras que Tomioka sentía una vieja sensación en su estómago y con un sonrojo que no se notaba a simple vista.

Haruko: Le puedes prestar ropa tuya —Dijo acercándose al azabache y abrazándolo— Porfavor!

To: Está bien, pero mañana irás a la finca a ayudar a Kochou-san ¿De acuerdo? —Dijo tomando a la niña de las mejillas y mirándola a los ojos—
Si está bien —Inflo sus cachetes y se acostó esperando a ambos hombres—

Kyojurou volteo a ver a Tomioka esperando a que le dijera algo. En esos momentos se formó un silencio no incómodo.

To: Te voy a prestar una yukata —Dijo el azabache levantándose y yéndose a su habitación— El baño está en esa puerta, te puedes ir duchando mientras busco la yukata —Señalo la puerta del baño y se fue a su habitación-

Kyojuro se dirigió hacia el baño, se fue quitando la ropa poco a poco doblandola y dejándola en un mueble que está ahí. Tomioka entro a su habitación yendose a su armario buscando una yukata, encontró una que le quedaba un poco más grande. Tsukato le había enseñado a que tuviera ropa de otras tallas por si
tenía visitas como es en este caso.
Salió de su habitación y se dirigió al baño, pegó su oreja a la puerta y escucho el agua correr dándole a entender que Kyojuro seguía bañándose. Espero unos minutos más sentado en el suelo esperando a que Kyojuro saliera a secarse y poder entregarle la yukata.

Kyo: ¿Tomioka?¿Estás ahí? —Pregunto el rubio casi susurrando—
Tomioka se levantó del suelo y abrió la puerta, lo suficiente para que pudiera entregarle la yukata y no ver nada. El rubio vio como la mano de Tomioka entraba junto con una yukata blanca con toques negros.

To: Era lo más grande que tenía, espero y te quede —Dijo en voz baja pero escuchable Tomioka— Voy
a estar con Haruko

El rubio dió un sonido afirmativo escuchando como del otro lado de la puerta daba pasos alejándose.... Después de unos minutos Kyojuro salió del baño, la yukata le quedaba algo apretada pero podía moverse cómodamente. Entro a la habitación donde se encontraba Tomioka y Haruko, encontrándose a ambos abrazados durmiendo. Había un espacio a un lado de Haruko, suponiendo que ahí iba a dormir se acostó. Estubo despierto por unos minutos mirando la cara de Tomioka, se veía tan tranquilo, cabello salvaje como si durmiera una familia de pájaros ahí de un color negro a simple vista pero si le ponías atención a la luz llega a tener un tono azul y atado a una coleta baja, una piel palida sin
llegar a ser enfermiza, labios delgados y descuidados, nariz pequeña, cejas delgadas y naturales, no quería decir que las mujeres con las que ha tenido conversaciones hayan sido feas, pero no eran naturales, usaban maquillaje de más a opinión de el. Decidió dormir después de observar a Tomioka, fue cerrando los ojos poco a poco y lo último que escucho fue un "Papá y papi" de parte de Haruko, sonriendo levemente dejándose caer en un sueño agradable.

Cambiando ❤️Rengiyyu✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora