Songs about you |Louis Tomlinson|

Capitulo 7

Llegó el lunes como llegó el momento de ponerse a trabajar. Esa mañana antes de irme a la discográfica, tomé una ducha lenta, me sequé el cabello y lo peiné en una cola alta. Hice todo mi ritual de maquillaje y cuidado personal tomándome mi tiempo. El sábado, al llegar a casa luego de mi conversación mañanera con Louis, tuve una muy pero muy larga con Pris dentro de su habitación, hubo lágrimas de sufrimiento por mi parte y de alegría por la de ella. Fue una situación exhaustiva el tener que exponerme así con mi hermana menor y me dejó tan agotada que me la pasé todo el fin de semana viendo películas y comiendo todo aquello que no me produjera asco. No había visto a Louis desde entonces, pero hoy lo haría.

Me despedí de mi padre en las puertas del edificio y me dirigí a las oficinas de los chicos. Me sorprendía mi manejo de las emociones y que aún pudiera ver a la cara del hombre que me dio la vida sin gritarle "Soy una decepción, estoy embarazada". Ya habría tiempo para eso.

Hice mi recorrido rutinario y al entrar al estudio, todo el equipo ya estaba dentro, saludé y me senté esperando a que terminaran de ajustar los últimos detalles de Fearless, la canción que había sido casi por completo propia de ellos y donde yo solo aporté las rimas. Louis se quitó los audífonos y salió de la cabina cuando el gordo le hizo la señal que consistía en un pulgar arriba prosiguiendo con un gesto ofensivo con su dedo del medio.

-¿Qué opinas, Isla? -Me preguntó Zak. ¿Que qué opinaba? Opinaba que Louis se veía muy bien con ese suéter gris.

-Me gusta como suena, sobre todo el coro.

-Bien, hasta el momento llevamos tres canciones y a un ritmo bastante bueno, creo que merecemos un descanso. -Argumentó Steve saliendo de la cabina con las baquetas en la mano.

-Ni hablar, necesitamos una cuarta para esta semana, como mínimo. -Trate de sonar lo más autoritaria posible. En ocasiones, me sentía intimidada por estar rodeada únicamente de hombres, el área de trabajo apestaba a desodorante masculino, a bromas de deportes y lenguaje que solo entre ellos comprendían. Lo único que yo tenía aquí dentro era el poder de decirles cuando parar y cuándo continuar escribiendo y para mi, eso era más que suficiente.

-En realidad...-Empezó a canturrear Michael con una sonrisa ladeada, sentado a mi lado. -Ya tenemos una cuarta ¿La recuerdas Tommo?

Louis puso cara de confusión. -No.

-Si, esa que escribiste y arreglamos hace un par de semanas, antes de que llegara Isla.

-No la recuerdo. -Se hizo tonto revisando el celular, recargado en la mesa del gordo, quien nos ignoraba a todos por igual con los audífonos puestos y la vista en sus pantallas.

Michael dejó salir un pff y le dijo: -Claro, como haz escrito tantas putas canciones en el último mes.

-¡Ya recuerdo cuál! -Dijo Zak, frente a mi. -Esa que habla de la chica...

-Ya sé cuál. -Louis lo interrumpió de inmediato enderezándose. Lo noté ¿Nervioso? mirándome de reojo. Yo no entendía nada de lo que acontecía frente a mi.

Michael empezó a reírse negando con la cabeza y le pidió al Gordo que pusiera la pista para endulzar mis oídos, así lo dijo el.

Empezó a sonar la canción a través de las bocinas que rodeaban el cuarto. Al principio yo mantuve una sonrisa, pero conforme la voz de Louis y la letra se mezclaban, se me fue borrando poco a poco. Esa canción era...no había duda...era sobre esa noche...era sobre mi. Se delató desde la primera estrofa y yo sentí por un momento que estaba delirando. Louis había escrito una canción, me corrijo, una canción increíblemente buena para mi. Escucharlo armonizar la frase que me dijo aquella noche, fue como transportarme a ese recuerdo que juré borrar al día siguiente.