Él era alguien ingenuo, debido a su crianza, nunca fue consciente de lo peligrosa y cruel que podía llegar a ser la sociedad, definitivamente era una presa fácil.
" Tu eres mío, y siempre lo serás. Pero yo jamás seré tuyo ¿Entiendes?"
AU: Moderno
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- Mamá ¿Algún día alguien me amará como a la princesa del cuento? -. El pequeño niño se recostó en los brazos de su madre.
- Claro que sí hijo, pero tendrás que esperar un poco más -. La mujer soltó una risa al final.
Siempre le hablaban del príncipe que lo rescataria de la torre, pero jamás le advirtieron del dragón que lo condenaria a estar en ella.
-
- _____ me estás lastiman- -. El chico solo hizo más fuerte su agarre.
- ¿Cuántas veces tengo que repetirte lo mismo? -. Preguntó con enojo, ignorando las quejas del contrario. - Cuando esté con mis amigos no te me acerques -. Agarró la muñeca de Kunikuzushi con más fuerza.
- _____... me duele -. Dijo con pequeñas lágrimas asomándose por sus ojos.
- ¡¿Crees que me importa?!-. Gritó, acercándose al rostro del más bajo, quien por instinto volteó la mirada y cerró sus ojos.
- N-no lo volveré a hacer, lo juro, p-pero por favor -. Suplicó.
- Está bien -. Soltó su muñeca de mala gana. - Hasta aquí llegó esto, no quiero volver a verte ¿Entendiste? -. Dio la vuelta listo para marcharse de ahí.
- ¿Qué? -. Murmuró. - ¡N-no! ¡Espera! - Fue tras de _____. - ¡No me dejes! -. Tomó la mano del más alto. - Haré lo que quieras, no volveré a hablarte dentro de la universidad, pero p-por favor no me dejes -. Era tu oportunidad ¿Por qué no la tomaste, Kunikuzushi?.
_____ sonrió con maldad.
- ¿Harás lo que yo quiera? ¿Cualquier cosa? -. Kunikuzushi asintió. - Pantalone, ya puedes salir -. Un joven más grande que _____ salió del baño, mirando a el más bajo con una gran sonrisa.
- ¿Es ese chico? Si que es lindo -. Habló el de estatura alta y cabellos azulados.
- _____ ¿Q-quién es el? -. Preguntó con miedo.
- El es Pantalone, un amigo mío -. Se acercó a Kunikuzushi y lo abrazó por los hombros. - Escucha, yo... le debo un favor, y tu dijiste que harías cualquier cosa por mi, así que ayúdame con el ¿Okey? Te prometo compensartelo mas tarde -. Soltó a Kunikuzushi para acercarse a Pantalone. - Ya sabes, nada de besos, si me entero que pasaste más allá de eso, te mato... soy muy envidioso con mis juguetes -. Susurró pasando al lado del más alto. - Ah, cierto. Kunikuzushi, si haces alguna maldad, puedes olvidarte de mi. Pantalone me dirá todo -. Amenazó, el más bajo solo asintió con miedo.
Una vez _____ estuvo lejos, Pantalone se acercó al peliazul, tomando su rostro con una sola mano, admirandolo, y después de unos minutos lo tomó de la muñeca para llevarlo al baño, asegurándose de que nadie más que ellos dos estuvieran dentro.
- Mirate, estás temblando como un perrito asustado -. Dijo Pantalone con burla sin soltar a el peliazul. - Tranquilo, no te haré daño -. Le susurró. Aún sin soltar su mano, lo llevó a un cubículo del baño, Kunikuzushi trató de resistirse pero le fue inútil. Pantalone se sentó en la taza del baño. - Supongo que ya sabes que hacer ¿No? -.
