Capítulo II

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Dos días después.

Era sábado. Katsuki lo sabía, también sabía que ese era el día en el que quedó con su padre para irlos a visitar, aun así por cuestión de costumbres, se había levantado bien temprano para bañarse, acomodarse, desayunar y alistarse para ir al trabajo, deteniéndose antes de abrir la puerta principal donde apoyó la frente y maldijo tanto como podía puesto que no podía siquiera acercarse a la empresa unas horas antes de marchar con sus padres, había sido amenazado por el jefe y su mejor amigo, aunque éste último era al que menos le hacía caso, sabía bien que el primero podía cumplir con su amenaza de castigarlo sin buenos trabajos por una semana y con eso ya lo convencía de hacer caso.

Así que volvió a su habitación para dejar el maletín sobre la mecedora que estaba siempre al lado de su ventana y caminó hacia el armario para sacar otro cambio de ropa entre maldiciones y más groserías, quitándose el traje para dejarlo en su gancho con total pulcritud tal como lo había sacado hacía una hora y lo dejó colgado mientras se colocaba su pantalón jean blanco y una camisa de botones negra, acomodándose las mangas hasta el inicio de sus codos para luego pasarse las manos por el cabello y desordenarlo un poco para no verse tan recto como normalmente se veía al ir a trabajar.

Tomó su celular, billetera y llaves para ahora sí, salir de su apartamento, cerrando la puerta principal con llave y dirigiéndose hacia el ascensor para marcar el piso de planta baja, iría en taxi puesto que sabía que era mala idea ir en su motocicleta cuando visitaba a sus padres, usualmente siempre salía discutiendo con su madre y no quería otro accidente luego del último que tuvo hace un año, así que era mejor prevenir que lamentar. Caminó con calma hacia la orilla de la acera para llamar el taxi y una vez que uno se detuvo, se adentró con calma, dándole la dirección donde debía dejarlo.

El silencio reinaba dentro del auto, algo que sinceramente Katsuki apreciaba demasiado ya que odiaba a esos conductores que le hablaban de su día, de su trabajo, de su familia, de sus extraños clientes. A él no le importaba nada de eso ¡Carajo!, a duras penas le interesaba un dos por ciento lo que sucedía en la empresa con otros empleados y eso era porque estaban a su cargo, nada más por eso. Pero había escogido bien el taxi de ese día, así que podía centrarse en sus asuntos, como el hecho de mandarle un mensaje a su padre para avisarle que ya iba en camino y que esperaba no tener que ir a la pastelería o terminaría devolviéndose a su apartamento.

Por supuesto que las amenazas no funcionaban con Masaru Bakugou, el omega mayor podía realmente ser convincente y hacer ir a su cachorro a cualquier lugar donde lo necesitara, Katsuki sabía eso por adelantado, así que normalmente no amenazaba a su padre con nada, pero sí a su madre y ésta era más dramática, al menos fingía serlo antes de gritarle una sarta de groserías que le daban completamente igual.

—Ya llegamos, señor —Indicó el chófer luego de detenerse en la entrada del parque y decirle la tarifa del viaje.

Katsuki entregó el dinero completo y agradeció antes de bajarse para comenzar a caminar con las manos en los bolsillos hacia el interior del parque, mismo por el que había pasado tantas veces en sus años de adolescencia cuando regresaba a su casa después de clases, mismos donde también solía encontrarse con Eijiro para ir a los bolos ó a alguna fiesta, aunque para la última ambos solían escaparse sin pedir permiso. Sonrió ladino por aquellos recuerdos, viendo alrededor para notar que muchas cosas habían cambiado desde la última vez que pasó por allí e iba tan ensimismado que no vio al adolescente que corría en su dirección y que tampoco estaba viendo hacia el frente por estar huyendo de los alfas a los que había golpeado. Inevitablemente ambos terminaron chocando y sólo el menor fue quien cayó de culo contra el suelo en un quejido.

—Lo siento señor, no vi por donde iba, espero-

—¡Midoriya! ¡Omega inservible, regresa aquí para poder arrancarte el cuello! —Exclamó otro adolescente con total furia desde la parte de atrás.

La leyenda sobre los destinados [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora