Olor a muerte

362 15 3
                                    

Un extraño olor me despertó de mi tranquilo sueño, mire a Ares a mi lado el cual roncaba suavemente con su cabeza encima de su brazo.

Abrí mis fosas nasales y reconocí el olor, era madera y carne quemada lo que se alcanzaba a percibir en el aire.

Agite fuertemente a Ares y el se levanto sobresaltado.

—Nos están atacando.

Me vesti rápidamente y sali de la carpa, sorprendiéndome de lo que afuera ocurria; las llamas consumían gran parte del campamento y grandes lobos envueltos en llamas se arrastraban por el suelo intentando consumir las llamas que se adherían a su pelaje.

Los guerreros blancos intentaban apagar el fuego de las carpas pero sin mucho éxito, escuchaba los gritos de las mujeres y hombres que habían quedado atrapados dentro. Escuche los pasos de Ares y el sonido de sorpresa que salió de su boca.

Un gran odio y rabia empezó a correr en mis venas y avance un paso intentando buscar a los responsables.—Debemos ayudarlos.

La mano de Ares tomo fuertemente mi muñeca, mire la unión y le enseñe los dientes, pero asentí.

Luego los que habían hecho esto, pagarían con sangre y con mucho, mucho dolor.

Invoque a Invierno y corri hacia los lobos que se estaban quemando, una brisa de los vientos del Norte los cubria completamente apagando el fuego, dejándolos gimiendo de dolor en el suelo. Me acerque a uno de ellos y cubri su herida con mi mano intentanto detener el dolor, pero lo que descubri fue una extraña sustancia negra bizcosa que empezaba a corroer su piel de forma rapida. Como lo que le habia ocurrido a la corteza del arbol cuando estuve entrenando. Tenia el mismo nucleo que el Oscurus, lo sentia, es como si estuviera unida a el. Como si fueramos uno solo.

El lobo no se salvaria, ni nada de lo que ese fuego tocara. Me levante pero no sin antes intentar quitarle el dolor que cada uno de ellos sentia al estarse quemando.

Mire a mis guerreros y un fuerte gruñido salio desde mi interior deteniendolos a todos.

—No se podran salvar. Ninguno de ellos.

Todos me miraron. Baje la cabeza e invoque de nuevo el poder de invierno para detener el fuego. Todo quedo en silencio. —El fuego que arraso esta noche es una combinacion de lo que llevo en mi interior, de Oscurus y una clase de magia negra; no podemos hacer nada por ellos, solo intentar darles unos minutos de tranquilidad y seguidamente un entierro digno de estos guerreros.—todos gruñeron.—Y una cosa les prometo, los que hicieron esto van a pagar con su vida. Lo juro.

Ares se acerco a mi lado y tomo mi mano dandole un pequeño apreton. Lo mire y le di una pequeña sonrisa para tranquilizarlo.

Despues de un minuto de silencio, senti como la vida de los lobos se alejaba de este plano terrenal. Y cada uno de nosotros empezo con su tarea de recoleccion de los cuerpos de estos lobos. Ayude con la recoleccion de los escombros, los guerreros llevaban los cuerpos de sus amigos aun sin regresar a su forma humana. Escuche sollozos y quejidos mientras eran llevados un poco dentro del bosque donde eran colocados en una pira funeraria.

Pasaron las horas y algunas mujeres estaban preparando la cena.

Cuando la luna estuvo en su punto mas alto, nos reunimos en circulo en la pira funeraria y guardamos silencio, Ares a mi lado tomo mi mano y le di un apretón, yo la solté y me acerque a una de las estacas que habían sido sumergidas en un espeso liquido negro que era propenso a encenderse rápidamente, el fuego surgió rápidamente de mis manos y la pila funeraria se encendio, brillando en medio del bosque, en medio de nosotros; volvi a mi lugar escuchando los canticos de una de las mujeres en un antiguo idioma, no le estaba prestando mucha atención solo el escozor en mi nariz era lo único que sentía.

Mire hacia la pila y visualice entre medio del humo unas brumas de espesa niebla que se dirigía hacia el cielo, el alma de los lobos que habían sido asesinados, mire a Ares y sus ojos estaban rojos y las lagrimas asomaban en la parte de abajo.

—Lo que hicieron fue desalmado, atacar a lobos indefensos y durmiendo, es algo de cobardes.

Asenti.—Ellos pagaran por lo que hicieron.

—Lo que acabaste de ver era la ultima esencia de esos guerreros en esta tierra, ahora, al estar libres podrán dirigirse ante sus familiares para despedirse, darles las gracias y viajar mas allá de las tierras blancas de luz de luna.—se acerco a mi y me dirigió la mirada de nuevo a la pira. Una ultima bruma de espesa niebla se acercaba hacia nosotros, Ares se arrodillo y yo segui su ejemplo, no sabia lo que pasaba, pero creo que era una forma de mostrarle respeto.—Buen viaje amigo, mio.

Lo mire y abri los ojos, uno de los guerreros que había caído esa noche era un amigo cercano a Ares y con el dolor en su corazon, mi mate, mi amigo, y el amor de mi vida, aullo con rabia a la luna, seguido del ejercito que se encontraba detrás nuestro.

Y esa noche, el olor a muerte nos envolvió a todos, pero cada lobo en su mirada prometio venganza y muerte para quien había logrado tocar a su familia.

***

¿LOBO ESTÁS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora