Pasar lo que quedaba de las vacaciones después de navidad con su padre no era algo que emocionará a Harry. Pero ver la sonrisa de su madre cuando acepto, valía completamente la pena.Su padre bajo su pequeña mochila del auto y le ofreció pasar al pequeño departamento. Desde el divorcio de sus padres esa era la primera vez que Harry estaba en "el nuevo hogar de su padre", parecía acogedor, algo vacío considerando que solo vivía una persona en el.
Durante la cena, Des no paraba de observarlo con un semblante serio. El pequeño sintió la mirada encima, y tragó saliva, trato de concentrarse en comer su rebanada de pizza pero no podía con el peso de la mirada del mayor encima de el, cada vez que su padre ponía esa cara era porque estaba realmente enojado.
—¿Por qué traes las uñas pintadas?–El silencio se rompió con el tono intimidante del mayor.
—Hm, Florence practicaba su mani–Hizo una pausa intentando recordar la palabra que la rubia había usado—¿manicura?
El hombre le agarro una mano, mirándola con desprecio.
—¿Sabes que esto es para mujeres o afeminados?
El rizado no respondió, todo era confuso.
—¡Harry!–El mencionado retrocedió después del cambio tan repentino de volumen en la voz de su padre.—Si tu madre no te pone límites, yo lo haré.
Y el pequeño solo empezó a negar con la cabeza con los ojos cristalizados, a pesar de lo distante que había estado de su progenitor durante los últimos meses, lo conocía lo suficiente como para saber lo que venía. El mayor lo jaló con agresividad y con cada paso que daban hacía la habitación principal Harry se sentía con más miedo.
Tres azotes en cada mano con el cinturón de cuero que Des había sacado de un cajón cerca de la cama fueron suficientes para que Harry rogara por regresar a su verdadera casa, con el calor maternal que le ofrecía Anne cada noche.
Las lágrimas no pararon hasta que Des le gritó que si seguía llorando se buscaría algo peor.
Su padre frotaba sus dedos con un paño mojado, intentando quitar el barniz verde. Sin tener éxito alguno, lo que provocó la desesperación del hombre.
—Harry, escúchame bien, no importa lo que te diga tu madre, no quiero que te vuelvas a acercar a esos niños.–Des frotaba con más fuerza.—Son...una mala influencia.
Harry no pensaba eso pero no sé atrevía a contradecir a su padre, temía que su respuesta lo ofendiera. Pero en su mente se repetían los momentos más felices que había pasado en la casa vecina durante los últimos meses. Nunca había tenido muchos amigos, siempre se conformaba con ver a Niall algunas veces al mes, pero ahora dos pares de ojos azules formaban parte esencial en su vida.
—Fue su culpa que te pegará, por eso no debes acercarte a ellos de nuevo.
El hombre seguía frotando el pañuelo húmedo en las uñas de su hijo, ahora con más agresividad.
—Pero, son mis amigos.–Lo dijo tan bajó que pareció un susurro.
Des le dio un trago a su cerveza mientras negaba con la cabeza.
—Si no obedeces mis órdenes ya sabes lo que te espera, te lo digo muy enserio niño.
Harry bajo la cabeza, tal vez para ocultar las lágrimas que empezaron a caer por sus mejillas o quizás porque no podía ver a su padre a los ojos.
•
A la mañana siguiente, mucho antes de lo acordado, Harry volvió a casa. Había llorado y rogado toda la noche por ya no tener que pasar otro minuto más en ese departamento.
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Mi mejor amigo, Harry.
Romance[HISTORIA EN HIATUS INDEFINIDO] Nuevo niño en el vecindario, eso significa nuevo amigo para Harry.