Capítulo 3: Aprendiendo a vivir solo.
"Take a rest as a friend as an
old memoria"Diego Villalpando. Ese era el nombre de la persona a quien José me vendió. Lo único que tenía era su número de teléfono y dirección, ninguna foto. Al menos no sonaba temible el nombre. No tenía ni la mínima idea de lo que me depararía la vida, realmente nunca tuve ni puta idea. Sólo sé que el camión no se detendría más y esta era la última parada para hacer pipí.
Suspiré, baje de las escaleras con mi mochila y me fui a la fila con los demás, debo de admitir que avanzaba rápido a comparación de la fila de damas.
Los baños de la estación de gasolina estaban asquerosos. Vómitos, miados, no quiero ni pensar que era esa cosa tirada en el piso. Ah, un vago. Los lavabos ni siquiera agua tenían y tuve que ir a comprar un gel antibacterial para limpiarme. Salí de la tienda y....
¡La puta madre! El autobús se había marchado sin mí. "¡Hijos de su perra madre!", "Bastardos" "¡No!". Grité muchas más veces. Pero ¿Qué caso tenía? Podía cojer cualquier otro autobús a CDMX y listo.
Intenté calmarme y me colé a uno de los demás autobuses. Ir en el equipaje no estaba tan mal, aunque todas las maletas se caían en mí y mi cuerpo sudaba como cerdo. Prendí la lamparita de mi celular y miré una foto que me había tomado con los chicos cuando todo estaba en orden. Sonreí. ¿Qué habrá sido de esos pendejos? Pensé. Tal vez Dylan siempre si se ligó a Pam, tal vez Michael al fin salió del closet con ese tal luke, Lucas posiblemente puso el negocio de comida argentina que siempre soñó, y Trevor, el pequeño Trevor pudo haber cumplido su sueño de ser actor porno. Y yo, yo tal vez podría haber tenido un papá y una mamá que siempre estuvieran juntos y podrían amarme... como se debió de haber hecho en un principio.
Abracé mis piernas con mis brazos y sentí mis ojos llorosos. Saqué una foto de mi hermanita. Mi pequeña Lucy ¿Cómo es posible este amor que te tengo? ¿Cómo es posible que nos hayan abandonado así como así? Mi pequeña Lucy en cuanto las personas se olviden de lo que pasó, volveré por ti. Es una promesa con el corazón. Mi pequeñita Lucy, cuando crezcas nada te va a faltar. Dije en mi mente.
"Auch" refunfuñé cuando el equipaje calló sobre mi cara. Acomodé la maleta y la coloqué mi cabeza sobre esta. Dormir un poco o al menos intentarlo no estaría tan mal.
La puerta se abrió, las personas vinieron a sacar sus maletas del compartimiento. Y poco a poco abrí los ojos. Era la mañana, salí y corrí esquivando a las personas de la estación. Aseguré mi mochila y pasé mi vista a todo el panorama. Tan extraño, tan raro... diferente a como recordaba las estaciones en el norte.
Me formé en la fila para los taxis y revisé mi celular. 5% Vaya, suspiré. ¡Fuck! Una chica se me había metido a la fila y había ocupado el último taxi.
Saqué el papelito con los datos de Villalpando, marqué en un teléfono público y una mujer de voz grave me contestó. Dijo que mandaría a un uber por mí.
Un Ford fiesta se acercó y me metí en el auto. Miré por la ventana y vi grandes edificios, muchas personas en las calles, muchos carros, muchas casas. Una extraña sensación invadió mi cuerpo.
En la radio estaba sonando Your Love, de The Outfield. Parecía ser un buen nuevo comienzo.
Bajé en un lugar llamado "Colonia Nápoles" Toqué el timbre de la casa y un chico pelirrojo me abrió la puerta. Su nombre era Mark, en la sala se encontraba un chico rubio sentado en el piso, Alonso. Ambos gemelos, vaya. Uno estaba ligeramente más alto que él otro. Uno tenía los ojos verdes y el más chaparro azules. Estaban jugando vídeo juegos. Alan ¿Verdad? preguntó Mark. Diego dijo que vendrías pero no sabíamos si llegarías con los otros.
"¿Los otros?" Rasqué mi nuca. "Sí, ya sabes los vacantes" contestó el chico rubio. Los dos chicos rieron "¿Creíste qué llegarías y tendrías el empleo? Cierto" empezó a burlar el pelirrojo.
No contuve mis ganas y fui directamente a tomarlo de su camisa con ambos puños. "Escucha mamahuevo, tuve que pasar la noche en un cajón de camión porque mi primer autobús me abandonó en la gasolinera. Lo punico que tengo conmigo es esta mochila porque mi equipaje se perdió y todo porque el cerdo de mi ex jefe me vendió con tu gente. No estoy de humor para que ustedes vengan y me digan Ayyy Creíste qué llegarías y tendrías el empleo. Idiota"
Vi el miedo en sus ojos y el más bajo se acercó a calmar la situación. "Tranquilo bro, sólo estábamos bromeando" dijo el rubio.
Solté al más alto y me ofrecieron una cerveza, realmente no me sentía con ánimos porque no había comido nada en las últimas 16 horas.
La mujer que me había contestado la llamada apareció y nos mandó a comer a la mesa.
Después de un rato, llegaron otros chicos a acompañarnos. Christopher un chico de 23 años, su hermano Luis al parecer su gemelo cuate, Beto de 20 años, Ian su primo de 18 y al último Manuel de 25.
Al parecer me tocaría trabajar con estos sujetos.
No fue tan difícil hacerlo, aunque al principio se comportaran como cerdos. Era eso ó José realmente me había convertido en un "caballero".
Las cosas funcionaban así:
Todos atenderíamos el bar nudista de Diego y mientras este estaba ausente quien se encargaría de que las cosas estuvieran en orden sería Manuel. Le apodábamos el Doce, porque como sabrán el Doce está siempre oculto.
Ian y Chris se encargaban de que ningún cliente lastimara a las nudistas. Ellos pasaban mucho tiempo en el gimnasio. Diría yo que usaban asteroides.
Beto y Luis vendían la droga fuera del establecimiento. Eran los más astutos para este trabajo. La colonia estaba llena de policías y al parecer estos no mochaban.
Y yo me encargaría de ayudar a Mark y a Alonso para cocinarla. Parecía la tarea más simple del mundo, quizás la hubiera sido de no ser que Alonso derramó una porción más de sustancia en un tuvo de ensayo con helio.
¿Has sentido el hielo derretirse en tu propia cara? Supongo que así se debe de sentir una botella estrellada en la cara. Quizá era como si me acercara al sol. Como si por un instante saliera de este asqueroso mundo y algo hiciera que mi cuerpo volara en dirección al sol, en dirección a la atmósfera del sol.... La sustancia se había estrellado en mi cara.
Llamaron a la ambulancia con el pretexto de que estábamos haciendo un proyecto para la universidad.
Dolía como mil demonios. Al menos no se me quemó la cara por completo, sólo se me paralizó durante unos meses. Los chicos venían a visitarme una vez a la semana al pequeño departamento que me dio Manuel. Las enfermeras me dieron terapias a las cuales seguir, pero me resultaba imposible hacer cualquier cosa, mi cuerpo había sufrido un trauma por la impresión de la sustancia-ó algo así explicó el doctor- en unos meses ya estaría como si nada.
Lo que no te mata te hace más fuerte.
Y lo que me mantuvo fuerte y lo que pienso que me ayudó a recuperarme fue esa impotencia al no poder hacer nada, no podía depender de nadie ahora, no como antes. Tenía que levantarme por mí. Para así ir a trabajar, mandarle dinero a Lucy y que nada le faltara.
Aprendí a respirar, aprendí a seguir...
....aprendí a vivir solo.
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take my hand
Short StoryElla verá el paraíso, él el infierno.... Ella es un Ángel, él es un demonio. Él mató a su mejor amigo, ella quedó huérfana y mataron a su hermano. Él se ató la soga al cuello.... Y ella ya se había ido. ¿Podrán escapar del instituto? ¿Podrán perdona...