4

104 12 2
                                    

Capítulo 4: Una rosa para otra flor


No!!!-¿espera qué?-la verdad es que me gustas mucho-¿me estás jodiendo?-rápido que la policía no se enteré-no temas-fíjate por donde vas imbécil-eres lo más importante para mi-¡no dispares!!!!-¡Mamá!!!-te juro que yo te protegeré-me prende verte así-lo que importa es que te amo-todo se fue a la mierda-hijos de la gran verga- ¡hermano...no!!!

"Ahhhhhhhhhh" desperté sudoroso, desde lo que parecía ¿una pesadilla? Hace mucho que no soñaba así.

Tallé mis ojos, sentí un olor a quemado en el aire, me levanté rápidamente y corrí. 

El lunes amaneció muy azul, Mark estaba limpiando la cocina de donde me quedaba yo. Apenas si me pude parar por el humo que emanaba de allí. 

"¿Acaso quieres quemar mi casa?"

Mark rió. 

"Intentaba hacerte unos waffles, pero la estúpida wafflera se descompuso" 

"Cómo sea, gracias perro" Abrí las ventanas.

Ya había pasado un mes desde aquel pequeño accidente, mi cuerpo se curaba rápido. No tenía más opción. Desde hace ya unas semanas Mark y Alonso se turnaban para venir a dejarme la despensa que necesitaba. 

Aunque era muy raro, aveces notaba a Mark muy tímido y nervioso, no tendría porque estarlo.. En teoría Alonso fue el estúpido que me jodió.

Me bañé y tomé mi sudadera para salir. El pelirrojo realmente estaba haciendo un terrible desastre. Cogí las llaves y termine de limpiar lo que Mark había tirado.

"Vamos, deja eso bro. Vamos a ver que encontramos afuera"

Mark rió.

Tenía una sonrisa peculiar, bastante agradable la verdad. Comimos en un puesto de quesadillas en la esquina, había poca gente. Pensé que nos servirían rápido, eso hasta que la señora antes de nosotros pidió unas 12. Vale verga. 

Nos sentamos en los banquitos a esperar por toda una eternidad, el pelirrojo jugaba con sus pies y me los ponía mí. Rozaba su pie con mi pierna. Mi gesto permanecía en la confusión. 

"Sabes Alan, hace mucho que estoy cayendo en amor" rió. "Soy un poeta por dentro sabes, y hay alguien con quien quiero tener algo pero...."

Sabía que el pelirrojo era muy extrovertido y seguro de sí mismo. Como para compartir sus cosas conmigo y todo el mundo. Las quesadillas fueron entregadas a nosotros y mientras comía, el chico de ojos azules no paraba de hablar. 

El ojiazul suspiró feliz y empezó a comer.

"Uhhm y ¿Cómo está Alonso?"

Su ceño cambió y después de hacer un ademán con la cabeza, se movió más cerca de mí.

"Él está bien."






Martes, el día donde la temporada cambió y comenzaron las lluvias. 

Beto y yo limpiábamos el lugar. Alonso se acercó a darnos botellas de cerveza y el pelirrojo lo miraba enojado, el estaba en una computadora haciendo cuentas.

El rubio, era todo lo contrario a su hermano, tierno, introvertido y apenas si sonreía.

"Muchas gracias Alon" sonreí y le pegué en el hombro.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 06, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

take my handDonde viven las historias. Descúbrelo ahora