Las Vegas: Bendición o Maldición

La Muerte Toca A Tu Puerta

Estaba completamente dormida cuando un ruido fuerte me despertó, abrí los ojos en la oscuridad, mi corazón latió muy rápido, estaba rodeada por los brazos de Callum, el me soltó y se sentó –Espera aquí

Me quedé justo donde estaba mientras el se levantaba y sacaba de debajo de las almohadas un arma, me congele y deje de respirar por unos segundos, mis ojos se llenaron de lágrimas, me dijo que todo ya estaba bien, pero dormía con un arma bajo la almohada. Me limpie los ojos con furia, tomé mi móvil, lo metí en el bolsillo de mi pantalón de dormir y lo seguí, cuando di vuelta en el pasillo el ya había abierto la puerta con el arma en alto, sentí como se me agrandaban los ojos, en la puerta estaba marcado con sangre la frase “aléjate de Callum o alguien morirá, no serás tú, entonces adivina quién será”

Mi cuerpo comenzó a temblar cuando oí un aullido lastimero –No

El murmullo de Callum me hizo moverme, por un costado vi a un perrito negro acurrucado en el suelo, las lágrimas corrieron libres, era Sirius el perro de Isu, empuje a Callum y me hinque a su lado –Bebé– sus ojitos se abrieron, intentó mover la colita al verme, pero se quejo de nuevo –Tranquilo Sirius, vas a estar bien– Por suerte Sirius era un pequeño de unos seis kilos, así que pude levantarlo sola, tenía el pelo corto así que en cuanto lo hice empecé a llenarme de sangre –Muévete Callum– gruñí, escuché unas llaves y en segundos iba detrás de mí

–Charlie, espera un segundo, no puedes salir así como así…

Me detuve de golpe y lo mire –Ya basta, en mi puerta escrita con la sangre de Sirius, dice que alguien morirá, no se si Isu esta bien, así que no me fastidies y llévame al maldito hospital veterinario

No dijo nada, prácticamente corrí y en menos tiempo del que había hecho nunca baje, en cuanto estuve dentro del auto y Callum conducía, marque el numero de Isu, un tono y empecé a temblar de nuevo, dos tonos y más lágrimas corrieron por mis mejillas, tres tonos y Callum tomó su móvil y marcó un número, cuatro tonos y un quejido lastimero de Sirius lleno el ambiente, cinco tonos y me encorvé sobre el perrito haciendo que mis lágrimas cayeran sobre el

Abrí los ojos cuando escuché su voz “¿Qué pasó? Deja tu mensaje y tal vez te conteste”

–Isu por favor, contesta tu teléfono, necesito saber que estas bien

Callum estacionó el auto y salte del mismo, corrí al hospital y no detuve hasta que varios veterinarios se llevaron a Sirius, me quedé plantada en donde estaba, mire mi ropa y mis manos, estaba llena de sangre, sentí el momento en que Callum llegó a mi lado y volví a marcar el número de Isu, esta vez solo solamente dos veces y contestó

–Isu, por favor dime qué estas bien– prácticamente grite

–¿Y debería estar bien por?

Un escalofrío me recorrió el cuerpo y de no ser por Callum que rodeo mi cintura con su mano me habría caído directo al suelo, era él , Jack, el estaba en la casa de Isu, Sirius estaba en el quirófano con múltiples heridas y el estaba en casa de ella –No…

–Tenía que encontrar un modo de que te dejes de tonterías y dejes a Callum en paz

Callum tomó el teléfono –¿Qué demonios hiciste?– No alcance a escuchar que dijo Jack , el pánico creciente me hizo ver borroso, me aleje de Callum mirándolo horrorizada, el hizo una expresión como si lo que sea que le haya dicho le desagradara –Déjate de guarradas, ¿donde está Isu?– me devolvió la mirada y más lágrimas llenaron mis mejillas –No voy a hacer eso – estire mi mano y apreté su brazo rogándole en silencio que la ayudara, sus ojos lucieron de pronto  torturados y estiró el móvil en mi dirección –Va a colgar si no habla contigo ahora

Lo vi ponerle el altavoz y darme el número, mientras me lo pasaba saco el suyo y marcó otro numero –Pásame a Isu

Su risa, su maldita risa me hizo temblar –No va a querer contestar, pero te haré video llamada– Me colgó y en menos de un segundo me marcaron para una video llamada de otro número, conteste y era su rostro sonriendo –Te la mostraré– me estremecí cuando comenzó a moverse, en el fondo comenzó a oírse un llanto suave, fui retrocediendo poco a poco hasta que tope con una pared, me deslice hasta el suelo y entonces la vi, Isu, estaba recostada en el suelo en la misma posición en la que estaba Sirius, la sangre corría de su frente y tenía varias mordidas en cuerpo –Isu, Charlotte quieren hablar contigo

El grito que soltó junto con el estremecimiento de su cuerpo me hizo jadear, no muy lejos de mí escuche q Callum gruñendo “Avísame en cuanto llegues a su casa ”Jack volteo la cámara hacía su rostro –Olvidé mencionarte que cada mordida, cada nalgada, cada golpe, cada penetración fueron justo después de gritar tu nombre mi amor– Callum empezó a caminar a zancadas en mi dirección –Tienes segundos para decidir si quieres que la deje viva o no, ¿Vas a dejar a Callum?– Un cuchillo estuvo frente a la cámara, lo levantó e Isu lloró más fuerte, justo cuando Callum se agachó y estiró la mano hacia el móvil hable, no tuve ni si quiera que pensarlo

–Eso es todo Callum, terminamos

Callum se quedó congelado con la mano en el aire –¿Qué?

Deje de ver la pantalla del móvil y lo mire –Ya no puedo seguir con esto, quiero a Isu viva y a ti fuera de mi vida

Callum suspiro y modulo sin hacer ningún sonido una frase “Ya están a punto de llegar a su casa” luego habló suavemente –Bien

Jack bufo en el teléfono –Mírame Charlotte– Mire el móvil –¿Crees que soy estúpido? No es cuestión de que me digas solo que has terminado con el, quiero verlo en tu mirada, saber que termino, porque sabes, puedo dejar a Isu viva, felizmente viva, pero si te vuelvo a ver cerca de Callum, nunca sabrás quien será el siguiente hasta que suceda, podría ser Daniela, podría ser Carlos, podría ser Manuel, podría ser la linda sobrina de Daniela, ¿cuál es su nombre?– estaba petrificada, sentí que había dejado de respirar, el se llevó la mano a la barbilla con todo y él cuchillo –Ya sé, Joyce Luz, tiene tres años ¿no? Toda una vida por delante, podría descubrir que tengo algún tipo de fetiche por los niños y entonces también podría pasar por Juan, el recién nacido Juan– el bebé de mi prima en Tlaxcala, el bebé que tenía tal vez dos meses, un bebé que nunca había visto –Lo siento– murmuró –Tardaste en darme una respuesta real, Isu sobrevivirá, si llega rápido al hospital… 

Solté el teléfono en el momento en que el brillo del cuchillo desapareció en el cuerpo de mi amiga y ella comenzó a gritar