Capítulo 15. |Biel|🔥🔥🔥

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  Conan Gray—Greek God
                                    15
                 ...grita mi nombre.
                                  Biel

Recuerdo que la primera vez que tuve sexo con Nikke fue a los 14 años, en su habitación y en una noche de verano.

No sabía que hacer pero le había confesado mis sentimientos y estaba felíz por ser correspondido; por lo que aguanté el dolor cuándo me penetró bruscamente.

Me dolió bastante y sentí apenas unos cuantos segundos de placer al final, cuándo me susurraba en el oído que le gustaba mucho.

Ahora, lamentaba habermelo creído como un tonto.

Pero no podía culparme después de todo; era un chiquillo y estaba dispuesto a todo por él.

Incluso si resultaba herido, me importaba su opinión; si le gustaba y que cosas hacer para que le gustase aún más.

Girando mi vida entorno a él, comencé a verlo como lo más preciado en mi vida.

En el fondo sabía que no duraría para toda la vida lo que teníamos; esos días donde volvíamos juntos a mí casa y, sin quitarme las manos de encima, llamaba a su padre e inventaba una excusa solo para quedarse conmigo.

Me sentía como en una enorme burbuja, lejos y protegido de los reproches de mi padre, de las miradas asqueadas de mi madre que no me dirigía la palabra y...de mismo.

Pero de pronto...todo comenzó a venirse abajo.

Aquella hermosa mirada ámbar fue posando su atención en alguién más que no era yo.

Se alejó para quitarse el condón y ponerse otro, mostrando su miembro desnudo y erguido; mi rostro se calentó ante su desnudes una vez más.

Mi pecho comenzó a latir rápido, un libidinoso hormigueo recorriendo toda la piel de mi cuerpo.

Se deshizó de la camiseta blanca, exponiendo totalmente su anatomía.

El ambiente en mi habitación pendía sobre una bomba que de un momento a otro explotaría.

Contuve el aliento; se acercó con un botecito en las manos y se agachó, abriendo mis piernas de golpe.

—¿Q-que ha-...¡mmph!

Mi voz me traicionó, un gemido vibró en mi garganta apenas sentí sus dedos abriéndose paso en mi ano.

—Umm, sí, esta un poco inflamado.

Ahora es doctor el maldito.

—Alej-

Cerré los ojos, sus dedos largos estirando mi agujero y presionando a los costados suavemente.

—...ah, ahmm...aghnn..., ahhh...n-no...toques.

Continuó a empujar en esa zona, provocándome sonidos obscenos de la boca. Intenté cerrar las piernas pero su otra mano me bloqueaba, ofreciéndole del todo mi trasero en su cara.

—Supongo que dilatandolo más no te dolerá.—se pronunció, empujando más adentro y sacándome un grito que no pude contener.—Que lascivo eres, capitán.

—J-jode-

Me ví silenciado ante la sensación de vacío: había sacado sus dedos de mi interior y ahora era su miembro el que se erigía imponente.

Algo afloró en mi estómago, como si la estimulación de antes se hubiese multiplicado y la escena frente a mí fuese el causante.

Atinando una sonrisa complacida, comenzó a masturbarse sin vergüenza alguna.

| Regalame Una Sonrisa | BL +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora