¡Necesito Ayuda! || V.B ||

IV

El calor se esfumo en ese preciso instante, un extraño vértigo la recorrió, la fiebre no había disminuido esa mañana, pero aún así les insistió a su familia que estaría bien. Se arrepintió, no escuchaba lo que decía Milk, su estómago dio un vuelco, se levanto casi de golpe, sorprendiendola con su palidez extrema y su gesto perdido. No tardaron ni cinco segundos cuando su vista se nublo y perdió el equilibrio. La pelinegra soltó un grito aterrador, pero antes de que ella fuera auxiliarla, lo que paso la dejo paralizada. Bulma jamás toco el suelo, estaba siendo sujetada por su esposo, estaba sudoroso, tan solo tenia su short de entrenamiento y había llegado demasiado rápido.

Estaba preocupado, — ¿Bulma? ¡Bulma! — la removió con suavidad, al parecer se le había bajado la presión.

Con cuidado se levantó, aún sujetándola, tocó su frente y se relajo completamente cuando escucho su quejido, suspiro, — ¿estas bien? — su mano libre se poso en su pecho, una leve luz brillo y ella abrió lentamente sus ojos.

Agarro suavemente el costado de su cabeza, — No te... Atrevas a... Soltarme... — tartamudeo, aún sintiéndose mareada.

— ¡Oh, por Dios! Bulma, ¿necesitas un medico? ¿estas bien? — cuestiono Milk, acercándose un poco.

Vegeta asintió, ayudándola a colocarse de pie sin soltar su cintura, la peliazul asintió, — estoy bien, solo fue la fiebre, llamaremos al medico de la corporación... — habló en voz baja.

La pelinegra dio un paso adelante, — yo puedo cuidarla, si es que... — no alcanzo a terminar, él saiyajin la interrumpió.

— No es necesario, yo cuidare a mi esposa mientras Trunks y Goten reciben sus clases. — respondio totalmente seguro. Dejándola confundida.

La mujer de Goku se sorprendio en ese momento. — oh...

Bulma sonrio, — puedo hacer que un chofer te lleve a la montaña Paoz si lo necesitas... — ofreció amablemente.

Ella asintió sonriente. — esta bien. Te lo agradezco, Bulma.

La pelinegra espero que fuera la heredera de la corporación cápsula que lo hiciera, pero aún siendo sujetada, su esposo hablo con uno de los empleados para preparar el auto. Luego de ello, los vio alejarse, Vegeta aún llevaba a Bulma a la habitación, seguidos por el medico. Milk supo que estaba equivocada, siempre creyó que el príncipe solo se quedo por el dinero de la peliazul, pero ahora... Estaba sorprendida, también comprendio que ya eran once años viviendo juntos y ella que estaba hace más tiempo cansada con Goku y él jamás tuvo ese detalle con ella.

— Milk esta molesta contigo porqué moriste siete años, no quisiste volver y en parte eres muy descuidado con ella. — leyó entre lineas la peliazul mientras observaba atentamente a su mejor amigo.

— En resumen, eres mal esposo y eso que llevas más años casado que yo. — Se burlo él principe de los saiyajin, mientras se cruzaba de brazos.

Goku negó, — ¡no, no, no! Yo quiero a Milk, se enojo porqué tú cargaste a Bulma, ¡eso es seguro! — exclamó indignado.

La peliazul rápidamente negó, — ¡no! — una risa nerviosa se le escapo, — no eres mal esposo, ¡no lo eres! — repitió tratando de calmarlo.

— Vamos, Bulma. Sabes que lo es. — repitió Vegeta, sin poder borrar la sonrisa.